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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
2023, volumen 10, n
úmeros 1-2

BIBLIOTECA Y ACTUALIDAD



CUADERNOS PALMIANOS


Textos premiados y presentados
al quinto certamen de creación literaria
en lengua española para estudiantes filipinos
Rafael Palma







DILIMÁN
2023


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I Premio


ADIÓS (NO TE ALEJES)

de
Shella Laine V. Ocampo

(alumna de la Universidad de Filipinas, Dilimán)

Eliana creía en muchas cosas.

….Yo pensaba que barrer el piso por la noche brindaría mala suerte, pensaba que morderse la lengua por accidente significaba que alguien estaría pensando en ella, y pensaba que cuando la piel de su palma se sentía irritada, dinero empezaría a venir a su vida.
….Yo escuchaba más a mi cabeza que a mi corazón; consideraba la lógica una compañera confiable. Por lo tanto, cuando descubrí esta parte de Eliana cuando empezaba a salir con ella, Eliana rodaba sus ojos a mi escepticismo y ella pensaba que yo era el ridículo.
….Mientras tanto, Eliana era lo opuesto a mí. Ella era increíblemente empática, cálida, y luminosa; hablando claro, yo solo era una palomilla que fue cautivada por su luz. Ella era el fuego en el hogar, un paraguas que me protegía de la lluvia, y las orejeras cuando el mundo se convertía en un lugar demasiado ruidoso.
….Ella era todo lo que hacía el mundo bueno…pero ella se estaba yendo.
….—¿Todavía recuerdas este lugar? Solía ser esa heladería a la que fuimos en nuestra primera cita –dijo ella.
….Miré hacia la tienda que mencionó y probé imaginar la imagen antigua de la heladería de mis memorias. Ahora, no había un único rastro de la tienda con temática retro. Solo era una cafetería aburrida.
….— … Pediste esa copa helada gigante que no podías terminar –logré responder en una voz normal. Ella me lanzó una mirada de odio en broma.
….—Parecía más pequeño en el menú, ¿vale? Ya lo habíamos establecido hace mucho tiempo –respondió con una risa avergonzada.
….(¿Hace mucho tiempo?)
….Las sillas chirriantes y el postre frío demasiado dulce parecía que solo había existido ayer. Sentí su dedo tocar mi frente.
….—¿Por qué estás frunciendo el ceño, Joaquín? –me preguntó.
….(Porque lo odio. Odio el hecho de que se esté yendo. Odio que no tienes la opción de quedarte aquí y odio que la heladería, un lugar que me recordaba que existíamos, ya no estaba. Odio que vas a desaparecer tal como la heladería.)
….En vez de eso, solo dije: «Solo es el resplandor del sol. Venga, vamos a ir al restaurante».
….Yo era un cobarde que no podría decir lo que realmente estaba en mi mente, pero no tenía el derecho de todos modos porque más de alguna cosa que he odiado hasta ahora, me odié a mí mismo: la persona que sugirió romper con ella en primer lugar.
….La miré cómo pidió su comida a la camarera con una sonrisa. Sé que yo era la persona que le pidió a ella si podíamos sonreír hasta el final, pero mírame ahora.
….(¿Cómo lo haces? ¿Cómo no te estás derrumbando como yo? ¿Por qué todavía pareces tan preciosa?)
….—¿Y tú? –preguntó ella.
….Salí de mi trance y vi que Eliana y la camarera me estaban mirando.
….—Yo…perdón. ¿Qué has dicho? –ella parpadeó y se rió.
….—Pregunté: ¿Qué quieres comer?
….Eliana señaló al menú e inmediatamente probé buscar algo del papel. Al final, solo apunté a algo al azar. Ella era la más habladora de nosotros dos y cuando me enfoqué en su voz, pude olvidar la sensación inexplicable que había estado sintiendo desde más temprano; incluso solo un poco. Sin embargo, no pude evitar los ojos de Eliana.
….—¿Estás bien, Joaquín? –ella preguntó titubeando.
….Por alguna razón, cuando me encontré con sus ojos, empecé a sentir un nudo en la garganta. Rápidamente bebí agua para que desapareciera.
….—Sí, sí. Solo…
….La mirada en sus ojos me hizo sentir culpable y me hizo recordar el día cuando le dije que quería terminar nuestra relación.
….Fue alrededor de 2 semanas después de que me dijo que tenía que volver a su patria, las Filipinas. Aunque entendí que no tenía otra opción más que seguir a su familia a otro país, me sentí confundido.
….Por un lado, yo quería que ella se quedase aquí en España. Quería ser egoísta, pero, por otro lado, había una parte en mí qué sintió que, quizás, podríamos hacerlo. Podríamos sobrevivir a la distancia.
….Sin embargo, la mente no exactamente trabajaba como así. El cerebro me dijo que estaba alcanzando a las estrellas con esta esperanza. Así que yo tenía miedo de resultar herido por un futuro que podría imaginar sucediendo. He visto parejas que no podrían hacer que la relación a distancia funcione.
….La inseguridad, ansiedad, soledad, y la falta de tiempo, la atención, y comunicación. No estaba seguro de que podríamos sobrevivir eso.
….Así que, antes de que nuestra relación se echase a perder o su amor decayese, yo llegué a la conclusión de romper nuestra relación mientras que todavía había amor.
….(Me arrepiento de lo que dije. No quiero romper contigo. Vamos a quedarnos juntos.)
….Pude sentir que había estado esperando por estas palabras y pude sentir que yo estaba al borde de decir todos esos pensamientos, pero me paraba a tiempo.
….—…Solo tengo hambre.
….Durante una fracción de segundo, vi la parte muy pequeña de una emoción que escondió detrás de su sonrisa. Pero se fue tan rápido como vino, y ahora Eliana volvía a contar otra historia.
….La culpa carcomió mi corazón, pero esto era lo que yo quería: una última cita feliz para una última memoria feliz juntos. Sé que mi petición era egoísta pero no quería terminar nuestra relación de una mala manera. Por lo tanto, antes de que llegara a eso, quería que termináramos con buenos deseos el uno al otro al menos.
….De repente, Eliana tiró por accidente el tenedor al piso. Llamó a un camarero para pedir otro tenedor.
….Eliana susurró: «Parece que habrá una visita más tarde.»
….No pude evitar sonreírle. Era otra superstición de su cultura filipina: si un utensilio tal como un tenedor o una cuchara se cae por alguien, esa persona podría esperar un visitante.
….El día pasaba más rápido de lo que me gustaba. Nosotros actuamos como en una cita normal, pero profundamente dentro de nosotros teníamos que apreciar esta cita más que las otras. Cuando las farolas empezaban a iluminar las calles y estábamos delante del metro, no quería soltar su mano. Me miró y me mostró la sonrisa que me hizo enamorarme de ella hace 3 años.
….No pude detenerme, así que hice lo que era más natural en ese momento: La sostuve más cerca de mí, le di el abrazo más fuerte y el beso más ligero en la frente. Su cuerpo encajaba perfectamente en mis brazos y no quería soltarme de ella.
….Sentí como mi corazón fue apuñalado cuando la escuché llorar y hablar mi nombre en una voz rota.
….—Joaquín…
….Ella se apartó y miró hacia el cielo para detener las lágrimas.
….—Perdón, Joaquín. He intentado sonreír hasta el final, pero es bastante difícil. Sé que se suponía que terminaríamos en buenos términos, pero no puedo evitar sentirme triste.
….No pude hablar. Me quedé sin palabras. Eliana señaló al piso y seguí su mirada.
….—Los usaste –ella dijo con una sonrisa melancólica.
….Me di cuenta de que estaba hablando sobre mis zapatos.
….—Por supuesto. Me los regalaste y debía usarlos. Son mis favoritos.
….Por algunos segundos de silencio, la observé y noté como hacía pucheros — era un hábito que tenía cada vez que ella estaba en el pensamiento profundo — pero antes de que yo pudiese preguntarle qué estaba pensando, sus ojos se encontraron con los míos. En ese momento, cuando sus ojos parecían que contenían la galaxia en su totalidad, quería retractarme de todo lo que dije. No quiero romper con ella. Yo quería quedarnos juntos.
….Sin embargo, cuando yo necesitaba solo un latido más, su móvil sonó. Fueron sus padres. Cuando la llamada terminó, ella abrió los brazos.
….—¿Un último abrazo?
….La burbuja de valentía se reventó y acepté el abrazo. Me dije que nunca olvidaría la sensación de la curva de su espalda, la suavidad de su cabello, el olor de su perfume favorito que olía como miel, y la calidez que irradiaba su pequeño cuerpo.
….—Adiós.
….La vi pasar por el lector de tarjetas y mezclarse con el mar de personas que se iban a casa después de un día atareado. Me senté allí en uno de los bancos fríos de metal y vi los números rojos en el reloj cambiar. Simplemente me senté allí, mirando hacia el espacio, sintiéndome demasiado insensible. Era una sensación inexplicable; como si estuviera observando mi cuerpo desde otro lugar.
….(Cobarde.)
….Para cuando recuperé mi sentido del yo, ya habían pasado treinta minutos. Tomé un largo respiro para prepararme para el viaje a casa cuando escuché una conversación de una mujer con otra chica.
….—María, no pongas el bolso en el piso. ¡Vas a perder dinero!
….En ese momento, me acordé de Eliana y su creencia en supersticiones. Desde que la conocí, he aprendido distintos tipos de supersticiones filipinas que nunca habría escuchado en mi vida. Me acordé de los momentos en el que ella me contó sobre sus creencias.
….De pronto, una memoria vaga tomó forma en el frente de mi mente. Me senté derecho.
….—Estos zapatos…¿Por qué solo ahora estoy recordando esto?
….Ahora entendía porque Eliana estaba en el pensamiento profundo hace un rato cuando estaba mirando a los zapatos. Rápidamente me subí al metro hacia el aeropuerto. A lo largo del viaje, todo lo que estaba pensando era si podría llegar a tiempo.
….—Por favor, déjame llegar a tiempo –mascullé a mí mismo.
….Cuando llegué al aeropuerto, corrí lo más rápido que pude para buscarla.
….(¿Qué pasa si ya se registraron? ¿Qué pasa si ya han pasado inmigración? ¿Y si llego demasiado tarde?)
….Todo el tiempo, estaba orando — desesperadamente — y por algún milagro, vi una figura familiar al lado de las sillas. La esperanza se elevó en mi pecho y sin vacilar, fui directamente hacia la niña. Sin aliento, di un golpecito al hombro de Eliana y ella me miró con sorpresa.
….Mi mano instintivamente acarició su mejilla y observé que los ojos estaban rojos por llorar.
….—Lo siento, Eliana.
….—¿Joaquín? ¿Qué estás haciendo aquí?
….Saqué mi billetera y le di la primera factura de papel que la mano podría agarrar. Ella parpadeó en confusión y ladeó la cabeza.
….—¿Recuerdas? Cuando empezamos a salir, te regalé un par de sandalias y me diste un euro después. Yo estaba muy confundido, pero me contaste que, en Filipinas, si alguien regaló a alguien algún tipo de calzado, la persona que recibió el regalo necesita dar dinero al dador del calzado. Todavía estaba confundido así que luego me explicaste que, si el receptor no da dinero, la otra persona se alejará de su vida.
….Busqué en sus ojos un signo de continuar. Lentamente me incliné más cerca hasta que nuestras frentes se tocaron.
….—Creo que nunca te di un euro cuando me diste los zapatos que estoy usando ahora. En esa época, no vi el punto, pero supongo que esta es la consecuencia de mi escepticismo.
….Alcancé sus manos y me sentí esperanzado cuando no se apartó.
….—No te detendré de regresar a Filipinas, pero con esta moneda, aunque estemos alejados…
….(Por favor, no te alejes de mi vida.)
….Incluso si estábamos entre una multitud bulliciosa, era como estar de pie dentro de una burbuja que nos separaba de todos los demás. En aquel momento, en mis ojos, solo nosotros dos existíamos. Por fin, Eliana habló.
….—¿Pensé que no creías en estas cosas? –ella me preguntó.
….—Por ti, Eliana, yo creería en cualquier cosa.




II Premio


OSCURO

de
John Patrick Meneses Castillo

(alumna de la Universidad de Filipinas, Dilimán)

….En la sombra,
todo está negro. Vacío. Oscuramente nublando mi visión al frente…
….Ahorita, estoy solo, en la oscuridad. Encerrado en un espacio de algún lugar. Durante varios meses esperando ayuda, el maligno me hace daño por dentro. Solo, lejos del sol y de la gente, me siento perdido. Ahogado en un gran mar de pensamientos. No sé exactamente lo que siento. De verdad, no puedo sentir lo que siento. Solo vacío. Vacío en lo más hondo.

….Al frente,
no me importa porque dentro hay un maligno que me persigue. Este maligno tiene diferente forma en cada persona pero algo es común: quiere matarte por dentro. Ni el abrasador calor del sol ni la aglomeración de gente sirven de ayuda. Todo me pone enfermo como si estuvieras encadenado, inmovilizado para hacer siquiera las escasas cosas de la vida cotidiana («o problemas», más bien diría yo). Problemas de la vida cotidiana, y de vivir, más o menos existentes…
….«¡Hola!», dijo una voz distante. La volvió a repetir: «Hola, ¿sabes algo de este sitio?». No sé qué hacer o decir. Me he quedado helado. Ya no puedo hablar ni respirar. Mis manos temblaban mucho. Pero menos mal, salí huyendo sin hablar.
….Mientras corría, mi corazón latía tan rápido. Me faltaba el aire y sentía escalofríos por todo el cuerpo, pero dentro, el maligno me torturaba: «¡Pobrecito! Es tu culpa si se pierde, todo será culpa tuya», exclamó el maligno.
….Pero para mí, creo que estará bien. Hay otra persona a la que podría preguntar. Sin embargo, el maligno contradice: «pero va a pensar mal de ti porque no has respondido a su pregunta».
….Después de eso, ya no sé qué contestar. Sólo quiero desaparecer. Huir a todo. Y por delante, todo estaba oscurecido en la oscuridad.

….En este momento,
siento algo que ya no puedo explicar lo que está pasando. Creo que algo es diferente. Ya no puedo sentir lo que siento. Es cómo una sensación de montaña rusa que parece subir y bajar a la vez… Que al final te deja una cierta sensación de vacío.
….Y, cuando por fin llegué a mi casa, me topé con mi mamá que me preguntó: «¿Cariño, estás bien, todo va bien? Pareces triste», ella dijo con una cara de preocupación. No sé cómo explicar todo pero creo que todo no está bien. Así, me fui a mi habitación sin decir nada. Y de pronto, las lágrimas salieron.
….Todo pasa mientras espero ayuda, pero el maligno me persigue a todas partes. Nunca me deja de atormentar. Se carcajeó mientras me preguntaba: «¿Por qué lloras por cosas sencillas?¿Eres incapaz de soportar más? ¡Eres demasiado débil!».
….Oí a alguien llamar a la puerta. Me limpio las lágrimas y la abro. Era mi padre. Aparentemente perplejo, aunque con un tono serio, preguntó: «¿Por qué pareces tan cansado sin haber hecho nada? ¡Deja de ser pasivo y sal de tu habitación! Haz algunas cositas». Lo que dijo, tiene razón. Aún así, no tengo ganas de hacer nada. Me apetece hundirme en mi cama y caer en las profundidades de la desesperación.

….En la sombra,
el maligno, dentro, es poderoso.
….Cierro la puerta, en silencio, junto con mi sufrimiento. Me tiré en la cama, e inmediatamente, las lágrimas brotaron de mis ojos hinchados hasta que me dormí llorando. Y cuando me desperté, estaba cargado de pesadez como si estuviera encadenado por todas partes del cuerpo. No puedo subir en mi cama. Ya no quiero despertar más. No quiero existir más. Me parece que no todo el mundo puede entender el peso que llevo en la oscuridad.
….Todo el día me quedé en la cama. Los bagajes que llevo se agravan por el maligno. Delante, todo está negro, vacío. Me cuesta hacer algo y las cosas pequeñas pesan. Todo carece de interés para mí. Ni ganas de comer ni energía para hacer nada. Estoy desconectado de la realidad donde los días todos están borrosos, y me siento completamente insensible y vacío hacía lo que me rodea. Durante mucho tiempo, esto es lo que sentía en mi vida.
….Mis padres han empezado a llamarme para comer. Yo no me comunico y los ignoro. Ellos, entonces, abren la puerta con la llave—sólo para ver a su hijo delante—con la mirada oscura, escondido en la sombra, sumido en la desesperación y la desesperanza, abatido por todo.

….Al frente,
su hijo se ve normal como otro muchacho. Pero, en realidad, los malignos no tienen cara ni forma. Afuera, tal vez sonríen y ríen, pero por dentro sufren.
….Ante mí, ví a mi madre, inquieta, y a su lado estaba mi padre con la misma preocupación.
….«¿Qué está pasando? ¿Por qué no abres la puerta? ¿Estás bien?», ella pregunta consecutivamente sin dejar hablar a mi padre.
….«Estoy bien, sólo me quedé dormido», yo contesté para parar y huir de todo. Además, creo que no puedo responder directamente a esas preguntas. Así que sí, «estoy bien», creo.
….Pasé corriendo entre ellos para ir a la mesa para comer. Y ellos me acompañan. Luego me fijo que los platos de la mesa eran mis favoritos cuando era pequeño, cuando todo era libre, cuando me sentía yo. ¿Cómo olvidarlo? Su exuberancia y sabroso olor cuando mamá me servía estas comidas con su sonrisa. Pero ahora, se convirtió en sosa e insípida como el rostro angustiado de mi madre. Lo que me atrae ya no son mis alimentos favoritos, sino el cuchillo al lado. «¡Ríndete, acaba con esto!», el maligno me insta a usarlo para hacerme daño. Lo qué está al frente no son las alegrías de vivir, sino el dolor de seguir. El maligno nunca me deja en paz. Cada vez que veo algo, el maligno me impulsa a terminar con mi vida.

….En este momento,
siento que lo que me pasa ya no es normal. Creo que algo es diferente de todo lo que he pasado. Yo pienso que lo que siento no es «sólo tristeza» como otros dicen, sino algo más que eso—como un sentimiento multidimensional y complejo que a todos les parece oscuro…
….Lo que llevo dentro cayó en forma de gotas de lágrimas en las mejillas. Ya no puedo disimular lo que he cargado por mucho tiempo.
….Al ver mi cara llena de lágrimas incontenibles, mis padres se sorprendieron.
….«Creo que necesito ayuda», dije en voz baja con un nudo en la garganta.
….Después de eso, mis padres con caras acongojadas, me dieron un fuerte abrazo al que yo respondí con mi lamento. Cuando el calor de sus abrazos traspasa a mi alma muerta, me siento seguro para llorar más, y tener a alguien con quien sostenerme en mis dificultades. Aunque ellos nunca supieron lo que sentí en todo este tiempo ni tampoco en qué estado me hallo, su calidez envuelve mi sentido del ser al sentir el suyo como mío, y el mío como suyo; una conexión humana para sentir el sentido del otro ser, ajeno al maligno que llevo.
….Ver las caras de mis padres mientras me abrazan con fuerza, me hizo darme cuenta de que los que llevo dentro, influyen en ellos. Por eso, me di cuenta de que necesito ayuda profesional.
….No sólo por mí, sino también por las personas que me rodean. Tras un rato, abro el portátil para comprobar mi correo electrónico. Después de tanto esperar, por fin puedo tener una consulta hoy. Así, cierro mi portátil y decido abrir la puerta una vez más para salir de casa junto con mis padres detrás de mí.
….Durante este tiempo, ya no estoy solo.
….Hay veces en que este maligno inquieto me pide que me rinda, que quede en la sombra en todo el momento. Pero al frente de la puerta abierta—lo oscuro lleva al amanecer. El primer rayo de la mañana envuelve la sombra por todas partes, dando calor a la fría brisa del pasado.
….En este momento, veo más, los vacíos se vuelven algo más; los dorados rayos de sol que bañan los árboles, enriqueciendo su entorno; el calor del sol que proporciona el crecimiento del árbol que, a su vez, nos da aire para vivir. Mientras el sol me abraza, las masas de gente empezaron a acumularse. A lo largo del camino, ví al extraño con el que huí antes. Tiene cara de desanimado. A pesar de mis manos temblorosas y mi corazón saltando latidos, le dedico mi sonrisa más cálida. Ojalá mi calidez abrigue su sentido del ser como lo hizo en el mío.



III Premio



LA ENCRUCIJADA

de
Ivan A. Buenaventura

(alumno de la Universidad de Santo Tomás, Manila)
Como un niño perdido en el bosque
buscando el camino de vuelta a casa,
abundan la maleza y los arbustos espinosos
sin camino ni sendero a la vista.

Después de lo que parecieron siglos de vagar,
entrando y saliendo de los matorrales,
mi piel atravesada por espinas y piedras afiladas,
por fin encontré un sendero

Me pregunté: “Adónde lleva esto?”.
Dar un paso parecía fácil,
pero el dolor y el hambre persiguen mi cuerpo
como fantasmas que persiguen mis sueños - una pesadilla, debo decir.

No obstante, si deseo vivir para ver la luz del día
y no sufrir el trágico destino de los que cayeron el Tres de Mayo
debo seguir adelante, sin preocuparme de las heridas,
porque sanarán.
Aunque las cicatrices perdurarán,
el arrepentimiento es más doloroso de soportar.

El camino me llevó a una encrucijada…
Otra instancia en la que debo elegir qué camino tomar.
Me di cuenta de que en cada momento de mi vida
decidir fue, es y será siempre la parte más difícil.



OTROS TEXTOS
(en orden alfabético de autor y por género literario)


Poesía



LIMPIA

de
Princess Justice Abcd C. Narag
(alumna de la Universidad de Filipinas)

La vida pasa por mí
Como el agua pasa por mis dedos
Como el aire se teje por mi pelo
después de un día largo.
Al mirar al espejo: el cabello enmarañado,
los ojos hundidos, los labios cansados
de forzar sonrisas, de ocultar fruncidos
de decir las cosas para complacer a otros.
La vida pasa por mi cuerpo
Como un fantasma por una pared
Y me convierto en uno: invisible, vagando
Y yo mismo no sé si soy real o no.
La vida pasa por mi mente: flotando y flotando
En las olas del mar, en el azul del cielo
No puedo capturar ni contenerlo
Pero ahora lo liberé, ya lo dejo
Dejo que la vida pase por mi corazón
Para poder llorar, vivir, sentir
Cada paso, cada lágrima, cada emoción
Dejo que la vida me lleve a donde quiera ir
El agua en movimiento da forma a las montañas
Y los vientos tranquilos inician tormentas.
Debe seguir moviéndose la vida
Ya que el agua estancada nunca es clara.
La vida pasa a través de mí
Como pasa a través de mis dedos el agua
Y fue entonces cuando vi
Que mi mano ya está limpia.






¿QUÉ SE DICEN LAS FLORES?

de
Ryzen Andrew C. Garcia
(alumno de Statesfield Schools)


I.
¿Qué se dicen las flores en la primavera?
Cuando florecen las flores más bellas y encantadoras.
Sus colores diversos se hagan realidad para siempre,
Que describen la esencia de la vida de una manera mística.

II.
¿Qué se dicen las flores durante el verano?
Cuando brilla el sol con sus rayos calurosos.
¿Las flores tienen voces para expresar sus sentimientos,
Sobre el calor intenso del sol a través de los cielos?

III.
Y ¿qué tal durante el invierno tan frío?
Cuando sienten las flores un sentido de tristeza.
No sienten nada sino el frío del medio ambiente.
Ni siquiera un rayo de esperanza para la primavera que viene.

IV.
En realidad, no puedes escuchar a sus asuntos a través de las estaciones,
Y no tienen caras para ver sus reacciones durante los tiempos difíciles.
Pero detrás, a sus corazones que esperan por un cambio todos los días,
Saben que incluso el agua no les ayudará para sobrevivir el curso de la vida.

V.
No tienen voces para gritar las penas de sus experiencias,
A ver, podés mirar que fallecían sin una palabra ni una expresión.
Para algunas personas, es nada porque así se parece a una flor,
Pero las flores pueden darnos una significación sobre la forma de vivir.

VI.
Tenemos nuestra primavera propia en la vida,
A veces, perdemos la esperanza en los veranos e inviernos.
Como una flor que muere por esperar el crepúsculo del sol,
Sin vida, agua, ni un rayo, en el suelo de los campos abandonados.

VII.
Pero no se dice lo que las otras flores deberían hacer,
Porque cuando una flor fallece, mil otras flores florecerán.
El concepto de vida que necesitamos considerar de nacer,
Contra las asechanzas de nuestra voluntad.

VIII.
Las flores no pueden huir de sus vidas,
No tienen ninguna opción para elegir lo que quieren.
Algún día, entenderás cómo viven el mundo de sus maneras,
Que, para nosotros, se convirtió en un concepto fascinante.

IX.
Somos las flores con nuestras faltas propias, en un sentido,
Que tendremos nuestros inviernos, calamidades, y veranos.
Pero una vez que nuestra esperanza fallece de nosotros,
Se afectan otras personas, especialmente nuestros enamorados.

X.
Escribo para las flores aquí que proban ver sus vidas simpáticas,
Observa a sus colores que desaparecen con sus figuras inmaculadas.
A través de los años, os digo, todo estará en oscuridad,
Pero el signo de una nueva flor nos llevará a una nueva luz.

XI.
La pena de las estaciones no deben ser nuestra muerte,
La muerte de algo ni alguien no deben ser el estándar de vivir,
Porque mira, la primavera venga cualquier hora o momento,
O lamentablemente, no se viene después de todo.

XII.
Venga, ¡escucha las flores del mundo!
Escuchad sus dolores que tienen todos los tiempos.
Haz una diferencia, espera, y ve la verdad,
Porque nuestro mundo es nuestro Jardín de Edén propio.

XIII.
La próxima vez que despiertas en la brisa de la mañana,
Siéntate por un rato y observa las flores en el jardín.
Que en tiempos oscuros por la noche, habrá la luz todavía,
Y mil flores vivirán a través de los campos, sin embargo el problema.

XVI.
Una cosa que nosotros y las flores tenemos en común es amor,
Pero a veces, no sabemos utilizar el amor precisamente.
Para las flores, cuando hay amor, todo lo que dicen es belleza.
Para nosotros, sentiremos el amor si no está aquí.




LAS QUIMERAS DE CORTEZA

de
Jezreel Fame Fermill Mendoza
(alumno de la Universidad de Filipinas)


la luz rosada
está respirando
en el cubo hueco
negras sus paredes
de madera la mesa

me estoy sentando en ella
los pies en el suelo
de mármol oscuro frío
está el aire
la luz rosada
está respirando
clavo los ojos en ella
—en silencio espero yo
sintiendo los pulsos
en las puntas de la mano
calientes los ojos cierro
—en silencio espero yo
por la piel de las rodillas
unos labios fríos
míos no son
el hombre corcovado me apareció
de la nada, me sonríe
las dos marcas de beso
en sus carrillos veo
el corazón cayó a los pies
nada no le digo, me río
pestañeó y se transformó
un puntapié siento
en la canilla derecha
una nueva cara
arrugada por tiempo
me frunció las cejas
a mí me parece familiar
a la vez desconocida
las manos darle una cachetada
quieren las brazos abrazarla
quieren al mismo tiempo
quieta me quedo
parpadeé
el cubo se desmorona
lentamente alrededor mío
sonrío




CORONA

de
John Patrick Meneses Castillo

(alumno de la Universidad de Filipinas)


Lo recuerdo… 3 años en cuarentena.
Como un mal sueño… una pesadilla;
millones de cadáveres en fila
sin espacio para ver
ni cama, ni habitación para poner
solo los gritos de la angustia.

Los seres queridos se convierten en cenizas al final.
Con o sin, la muerte llega a todos por igual.
Pero la forma en que ocurre no es la misma:
nunca verás el cuerpo de familiares
ni habrá funerales memorables
y cada muerte solo cuenta los números de datos.
Las diferencias son tan dolorosas:
los muertos tratados como cosas.

Confinados y aislados entre sí,
hay otras enfermedades invisibles:
las ansiedades y depresiones
que pone en cuestión, ¿debemos quedar así?
Así como existe sin presencia,
y presencia sin paciencia.

La oscuridad ha empezado
a aclararse de nuevo.
Después de 3 años aislados,
empezamos a estar juntos;
con la lección de que la corona
yace dentro en nuestro corazón:
el ser de los humanos.
¿Lo recuerdas?





COMO UNA MARIPOSA

de
Michael Jessun G. Lacuesta
(alumno de la Universidad de Filipinas)


Vuela como una mariposa
Con tus alas tan hermosas
Sin saber nada en la tierra
Todavía puedes conseguir cualquier cosa
Pero espera
Ya que el mundo no es lo que tú quieres que sea
Por eso ten cuidado hermosa
Porque encontrarás, gente peligrosa
Pero, aun así
No te preocupes
Porque para ser verdaderamente feliz
Solo te necesitas y te confías
Mantén tu distancia
Mientras la gente te admira
Pero cuidado con esa persona
Si no lo haces, terminarás atrapada
En esta vida fugaz
Se que eres capaz
Que lo que te propongas en la vida
Algún día se realizará
"¡Maricón!", ellos dicen
Pero no saben quién eres
Mantén tu cabeza alta
Y volar como una mariposa




Cuento


ATE MARIBEL

de
Ryzen Andrew C. Garcia
(alumno de Statefields School)


¿Cuál es el verdadero concepto de la independencia? ¿De la ibertad? ¿Podemos encontrar sus significaciones por nosotros mismos? Esas son las preguntas que Antonio, un estudiante de periodismo en la Universidad de Manila, tiene que comprender para su reporte. Como periodista, tiene que visualizar la independencia y sus asechanzas en cada persona, pero se tiene un tiempo difícil también de buscar una inspiración para comenzar su trabajo. Según su profe, no es capaz de conseguir una inspiración completamente. Nadie sabe, tal vez porque de perder interés en muchas cosas. Y para añadir, el 50% de su grado se afecta por su reporte. Tiene un mes para finalizar su reporte. Es un problema para él, ¿no? Obviamente, así es.

A través de las calles de Quiapo, Antonio camina y busca algo que traerá luz a su mente. Chiquitines disfrutan sus jueguitos y vendedores venden sus productos al medio día, llamando la atención de la gente. Afectado del clima caluroso, él quiere descansar por un rato después de caminar dos calles, lado a lado. Exactamente, hay una carindería en la otra esquina para comer también. Se sienta y pide su almuerzo antes de continuar su búsqueda otra vez. Mientras comiendo, hay una chica, de 12 años y del
estado bajo, que entra la carindería. Ella observa el ambiente, como una espía en la escena con un motivo desconocido. Ella ve la bolsa de Antonio, y por la vez que el periodista pagará para su almuerzo, la niña roba su
bolsa y corre a través de las esquinitas. Antonio la llama y persigue para capturar a la ladrona. Por fin, en el estero de Binondo, captura al brazo de la niña. Por mucha fuerza, la niña pierde su balance y casi cae del estero, pero su brazo se sostiene todavía por Antonio. Ambos se sientan por un
rato.

“¿Por qué robaste mi bolsa?”; el periodista le pregunta.

“De razones personales.”
, le responde.

Y ¿cuales razones, exactamente? ¿Para tu familia?”
, le pregunta de nuevo.

La niña no responde nada más. Sus ojos no se enfocan a los ojos de Antonio, probablemente de humillación. El periodista, con una actitud misericordiosa, intenta confrontar a la niña de una manera gentil.

“Sí. Es para mi familia.” le responde por fin.

Antonio le da unas barillas y la niña corre otra vez. Pero no es el fin para él. Está curioso del estado de la niña y no cree que la razón no sea para su familia. Tiene sus dudas propias y quisiera saber la verdadera intención. Entonces, sigue la ruta de la niña de nuevo hasta un pueblo pobre fuera de las puertas de la ciudad. Él observa el ambiente sucio lleno de basura, casas hechas de hierro, y botellas de cerveza alrededor de las calles. Encontró dónde viven la niña y su familia, y él está allí, detrás de un árbol de coco para esconderse.

“¡Mamá! Estoy aquí.”, gritó la niña.

“¡Ate Maribel!”, dijo su hermanito.

“¡Por fin, Maribel! Dios mío, pensé que no volverás nada más! ¿Dónde has estado?”, gritó su madre.

“Maribel…”, repitió Antonio su nombre. En este momento, ha visto algo que necesitaba para su reporte, pero no se daba cuenta todavía. Tiene suerte que ha traído su bolsa con sus materiales para anotar los puntos importantes, y mientras él está aún observando a la familia, un grupo de
hormigas pican los pies del periodista, causando el grito de pena. La niña lo escuchó y lo vio detrás del árbol.

“¡Oye! ¿Quién eres? ¿Qué haces allí? ¡Ven paca!”, gritó la niña, con un palo.

Antonio, por sorpresa, empezó a correrse del árbol para evitar a Maribel cuando fue tumbado por una piedra en frente de su dirección, causando su pie para doler. En una distancia corta, Maribel lo capturó y sostiene su cuello.

“Espera, ¡eres tú! ¡Eres el mismo hombre que conocí hace una hora!”, se da cuenta Maribel.

“Pues claro, soy yo. ¡Para, porfa, y déjame ahora mismo!”, dijo Antonio en dolor.

“¡No dejaré de sostenerte hasta que me digas por qué estás aquí!”, responde Maribel.

“¡Bien, bien! Estuve curioso de tu fondo, de tu ambiente, y sobre dónde vives. ¡Déjame ahora mismo!”, responde Antonio, quién quiere ser liberado de las manos de la niña.

La niña quitó sus manos del cuello de Antonio, y descansaron por una pared. Después de algunos minutos, Maribel tiene una lista de preguntas a Antonio en su mente, tal vez por confusión o curiosidad también.

“¿Por qué me seguiste hasta aquí?”, preguntó la niña.

“Otra vez, estuve curioso sobre tu fondo.” dijo Antonio.
“Y soy un estudiante de periodismo, entonces…”, antes de terminar, Maribel lo interrumpe en el medio de su oración.

“¿Eres un periodista? ¡Qué guay!”, exclamó la niña emocionada. “Me gustaría ser periodista también algún día! Pero el problema es que, mírame bien, no tengo dinero para estudiar en una universidad. Qué mala suerte, ¡ni siquiera una barilla para estudiar primaria!”, agregó Maribel.

“Bueno. Estoy seguro que, algún día, podrás estudiar en una buena escuela y lograr tu sueño de ser periodista”, Antonio dijo. Su carrera preferida puso una sonrisa en la cara. Probablemente porque de su pasión de ser periodista; una voz para hablar la verdad. A veces, no pensamos el
lugar de periodistas en nuestra sociedad pero sabemos que hay muchos de ellos. Y por supuesto, hay dos lados de periodistas: el que habla lo que es verdadero, y el que habla mentiras o el contrario. En una instancia, Antonio miró a la niña otra vez.

“¿Eh, dónde está tu papá, por cierto?”, preguntó Antonio.

“No conozco.”, respondió la niña, con una cara triste. Sus ojos emocionados se convirtieron en desesperanza. Tal vez es una mala cuestión; una mala decisión de elegir unas palabras.

“Pero ¡no importa!”, Maribel dijo. “Mi madre, mi hermanito, y yo podemos afrontar todos los obstáculos de la vida. No conozco a mi padre desde nacimiento, y ¡eso no es un problema! Puedo mantener el buenísimo de mi familia como la fundación.” ella agregó, ahora con una
sonrisa de nuevo.

“Y ¿cómo se hizo? ¿Por robar bolsas y otras costumbres? ¡Jajaja!”, sonrió Antonio. “Bueno, puedes pedir por unas varillas y seguramente, otros pueden darte un número cierto o más.”, agregó.

Mientras están aún hablando, hay un grupo de hombres en uniformes caminando a la puerta del pueblo.

“¡Oye, monos!”, dijo el hombre con un megáfono. Su forma de hablar es tan mala que se duele las orejas. “¿Qué pasa ahora? ¡Queremos este lugar fuera de vuestras casas sucias y otros, porque este lugar no es para vosotros!”

“¡Eres el mono!”, un hombre en camiseta gritó. “¡Este es nuestro lugar porque nuestros antepasados nos lo dieron hace muchos años!”

“¿En serio?”, respondió el hombre en uniforme. “¿Dónde está tu prueba?”

La gente se convirtió en silencio. Los hombres en uniforme ríen, y uno de ellos golpea al hombre en camiseta.

“Bueno, ¡clamaremos este lugar la próxima vez que vendremos!

¡Adiós!” “¿Quienes son?”, preguntó Antonio por sorpresa.

“Ah, los guardias. Vendrían aquí una o dos veces cada semana para avisarnos sobre nuestro lugar, una vez con el dueño. Te ves, este lugar será una gran tienda, y no nos creen que nuestros antepasados nos dieron la tierra como herencia.” Maribel dijo.

“¿Tenéis los documentos y papeles como pruebas?”, preguntó Antonio.

“Sí, pero no conocemos dónde se metieron. Ay, caramba. Estamos realmente en opresión. No sé por qué pero este es nuestro destino. Espero que vayamos a afrontarlos con confianza. Me acuerdo una frase de mi abuela antes de fallecer: si quieres eliminar las cadenas de tu cuello,
pues tienes que creer en algo, como tu corazón, para tener la independencia en ti.”, ella respondió, con una hoja en su mano.

“El corazón…”, repitió Antonio. Él escribió unas palabras en su cuaderno, y de repente, gritó de ningún sitio. "¡Tengo una idea!”

¿Qué?:, Maribel dijo.

“Mi mejor amigo es un abogado. Lo he conocido por muchos años, desde la niñez. Estoy seguro que puede ayudarnos a defender vuestro lugar. Solo necesitáis preparar vuestros documentos como evidencias y ¡todo
estará bien!”, dijo Antonio, dialogando con su amigo en el teléfono.

“¡Qué genial!”, exclamó Maribel.”¡Mil gracias, señor…”

“Antonio. Encantado de conocerte.”

“Pues, a mí también. ¡Soy Maribel! ¿Prometes que nos
ayudarás?”

“¡Por supuesto!”, y dos extranjeros hicieron una amistad.

Por un momento, el teléfono de Antonio empezó a sonar. Es su mejor amigo Juancho, el abogado.

“¿Hola, Antonio?”, dijo Juancho.

“¡Amigo! Necesito tu ayuda.”, respondió Antonio.

“Ah sí, ¿cuál es?”, dijo Juancho en el teléfono.

“Hay un pueblito aquí, del norte de Binondo, que necesita ayuda legal. El lugar está en peligro de desaparecer, y tienen tres días para preparar todo. Encontrarán los documentos y lo que necesitan es un abogado.”, dijo Antonio

“Hm, bueno. Eres un amigo entonces no puedo negarte ¡jajaja!”, dijo Juancho con una risa.

“¡Aba, sí! ¡No te negué al pedir una solicitud! ¡Jajaja!”, respondió Antonio.

“Pues, fijaré mi horario para eso. ¡Chau, amigo!”, dijo Juancho, y terminó la llamada. Después de llamar, Maribel subió a la piedra y gritó un anuncio a la gente callada.

“¡Vecinos, escúchame! ¡Finalmente, seremos liberados de esta opresión! Mi nuevo amigo aquí conoce a un abogado que nos puede ayudar a defender nuestro lugar. Os digo, ¡hay esperanza!”

“Pero ¡eres una chiquita!”, dijo una mujer. “¿Qué sabes sobre ser liberado?”

“Y ¿qué sabes sobre pelear por tus derechos si solo estás vendiendo peinetas?, respondió Maribel con una sonrisa. Antonio ríe al chiste de la niña. De repente, su mamá la llamó después de encontrarla.

“¡Maribel! ¡Madre mía, pensé que no te veré de nuevo!
¿Qué estás haciendo?”, dijo su mamá.

“;¡Mamá!”, exclamó Maribel. “¡Este es mi nuevo amigo, Antonio! ¡Nos ayudará a defender nuestro pueblito de los hombres en uniforme!”, agregó la niña.

La mamá de Maribel miró a Antonio, y a su hija. “Discúlpanos, señor. Un momento.”, dijo la mamá. Maribel y su mamá comienzan a susurrar en privado sobre algo importante.

“Maribel, ¿estás loco o qué? ¡Solo eres una chiquita! ¡Estarás en peligro por lo que estás haciendo. Te digo ahora mismo, ¡para, porfa!”, dijo la mamá.

“Pero mamá, por si acaso no sabías, ¡estoy super afectada por lo que está pasando con nosotros!”, respondió la niña. “¡Y si no sabías esto tampoco, había noches que estuve llorando en silencio porque esto me afectaba mucho! ¡No puedo mantenerme nada más!”, agregó con una
lágrima en su ojo. Giró a Antonio otra vez y le ofreció un rosario.

“¡Un recuerdo de nuestra amistad!", Maribel dijo, y le dio a Antonio un abrazo fuerte. Antonio le dio una sonrisa, y dijo un adiós a Maribel.

Días han pasado. Maribel y el resto del pueblito están preparando sus documentos para defender su lugar. En el otro lado, Antonio, Juancho, y unos guardias van al pueblito para atender sus problemas; al norte de Binondo. El coche para a la entrada.

“Espera…”, dijo Juancho, al salir del coche. “Me conozco de este lugar.”

“¿En serio?”; preguntó Antonio. “¿Has estado en este lugar antes?”

“No estoy seguro, pero a ver.”, respondió Juancho.

Por la vez que Antonio y Juancho entraron en el pueblito, en vez de esperar lo mejor, la reacción de Maribel y los residentes fue la contraria.

“¡NO! ¡Eres tú!”, gritó un residente. “¡¿Qué haces aquí?!”

“¡Lo sabía!”, exclamó Juancho. “¿Qué tal, residentes? ¡Me regreso a tu pueblito!”

“¿Qué está pasando?”;, preocupó Antonio.

“Antonio, ¡tu amigo es el dueño de la tienda que estará construida aquí!”, dijo Maribel. “¡Es la fuente de todos nuestros problemas!”

Juancho giró a Antonio en confusión. “Amigo, no sabía que el problema de este pueblito es tu asunto.”

“Así es.”, respondió Antonio.

“Pues tenemos el mismo asunto. ¡Esta tierra será mía, y estos residentes bloquean mi plan de construir mi tienda!”, dijo Juancho, con una hechura extranjera.

Maribel viene a la escena, y muestra los documentos que necesitaban mostrar. “¡Aquí están!”, y dio los papeles a Juancho.

“Hm, impresionante. Sí.”, dijo Juancho al observar los documentos. Y en un momento, después de decir esas palabras, empezó a desgarrarlos en frente de Maribel. “Pero desafortunadamente, no me importa.”

“¡NO! ¡¿Por qué?!”, exclamó Maribel.

“Amigo, ¡¿por qué desgarraste los papeles?! ¿Estás loco o qué?”; exclamó Antonio también.

“Mira, si sabía que tu asunto es la seguridad de este pueblito, pues no lo atendería por primer lugar. Tengo mis
reputaciones no como un abogado solamente, ¡sino como un proponente de una gran marca en el mercado, y estos monos se afectan ahora!”, dijo Juancho.

“No me podría creer que mi mejor amigo desde la niñez se ha convertido en mi enemigo más malo.", Antonio dijo desesperadamente.

“¡No sabes mi historia a través de los años! Ahora, ¡quiero más dinero!”, exclamó Juancho.

“;¡Qué menso!”, interrumpió Maribel. “Tu pasado no debería ser tu estándar de proponer decisiones. ¡Esta es nuestra tierra, ahora y para siem…”, antes de terminar la oración de Maribel, Juancho consigue su pistola y apunta a Maribel. Dos hombres en uniforme vienen para asistir.

“¡Cállate, niña!, exclamó Juancho, apuntando la pistola a la cabeza de Maribel. “¡Una palabra más fuera de tu boca y te dispararé!”

“¡Pues, hazlo!”, dijo Maribel, sin miedo. “¡Te atrevo ahora mismo!”

Antonio ve que Juancho iba a disparar a Maribel, entonces corre a él e intenta quitar la pistola de su mano. Comienza un caos entre los residentes y los hombres en uniforme, que son los asistentes de Juancho. En la guerra entre los poderosos y los pobres, lágrimas se aparecen en los ojos
de cada persona, palos en las manos de la gente, e ira en sus caras.

“¡Dame la pistola, Juancho!", pidió Antonio.

“Te juro, ¡vas a matar a alguien!”

“;¡No! ¡Es mi poder, es la fuerza que necesitaba para cumplir todos mis deseos! ¡Puedo usarla para matar a alguien que no apruebe todos mis planes!”, dijo Juancho.

Maribel intenta ayudar a Antonio para quitar la pistola también. Pero, inmediatamente después, Antonio escuchó un sonido muy alto, y vió que Maribel fue disparado en el pecho.

“¡ATE MARIBEL!”, gritó el hermanito de Maribel.

Antonio gritó también. Un asistente de Juancho le golpeó por la cabeza, causando que el periodista se tumbara en el suelo sucio.

***

Días han pasado, y después de una semana sin consciencia, Antonio se despierta con un sentimiento doloroso. “¿Dónde estoy?”, preguntó él.

“Estás en el hospital, señor.”, dijo el médico. “Me alegro que despertaste. Debes desayunar primero.”, agregó.

“Bueno, supongo.”, respondió Antonio. “Y ¿qué tal Maribel?”, preguntó otra vez.

“Lamento decirte que Maribel falleció de complicaciones.”

Su esperanza se convirtió en lástima. Él no sabe lo que quiere expresar. Dentro de su bolsita está el rosario que Maribel le ofreció. “¡Mea máxima culpa!”, lloró de pena.

Por la vez que Antonio fue descargado del hospital, terminó su reporte, usando la inspiración que obtuve de su experiencia con Maribel.

“Fascinante.”, dijo su profe, chequeando su reporte. “¿Dónde conseguiste tu inspiración?”, le preguntó. “De una niña”, él respondió, con una sonrisa gloriosa.

Y cada día, antes de ir a casa, da una flor siempre a la lápida de Maribel.





EL ADIVINO

de
Arthur John C. Tabligan
(alumno de la Universidad de Filipinas)

El sol de abril ya está ardiendo. A la vez, provee luz intensa al entorno que puedo ver claramente cada detalle que mis ojos alcanzan. Los que me llaman más la atención son el mar con su color azul y el sonido de las olas rompiendo contra la playa. Parándome debajo de un árbol de coco, puedo ver que ya hay gente disfrutando de esta isla. Hay jóvenes que juegan al voleibol en la arena fina y blanca, unas parejas que se sientan cerca del agua, y niños y adultos nadando.
…..Mi jefe tenía razón. Necesito esta vacación y es mejor que haya venido solo. Creo que estoy demasiado enfocado a mi trabajo y a las personas a mi alrededor que olvido darme suficiente tiempo a mí mismo. Pero ahora, tengo siete días para relajarme, disfrutar, y no pensar en las cosas que normalmente me hacen estresado.
…..Mis pertenencias ya están organizadas en el cuarto de un hotel que he alquilado en esta isla. Solo llevándome puesto un short blanco y un polo rojo diseñado con hojas, empiezo a caminar hacia el agua. La sensación hecha cuando el sol alcanza mi cuerpo y la arena acepta mis pies es muy satisfactorio. No pienso nadar por ahora. Prefiero más caminar por la costa, ver el horizonte, y conectarme a la isla. Cuando el mar toca mis pies, me quedo donde me estoy parando y trato de enfocarme en el frescor del agua.
…..Estoy a punto de ir un poco más profundo, pero cuando volteo mi cabeza a la derecha, veo que, en la punta, hay una parte de la costa llena de altas rocas. Parece que ya es la punta de la costa que, por eso, se ve como no hay nadie que esté ahí. Algo me dice que vaya para allá así que, sin pensar, empiezo a caminar hacia esa dirección. Cuando estoy cerca de la zona, descubro que las rocas ocultan un espacio invisible desde donde estaba. Entrando esa parte, confirmo que estoy en una esquina de la isla rodeada de rocas y el mar. Es como puedo quedarme aquí todo el día sin que nadie me vea. Me siento en la arena mirando el mar y suponiendo que poseo este sitio. Después de unos minutos, siento que el agua me está invitando. Ya son las diez entonces me quito mi polo y empiezo a andar hacia el agua. Sin embargo, después de hacer dos pasos, oigo unos movimientos tras las rocas detrás de mí. Con curiosidad, volteo mi cabeza para ver qué era. En una roca un poco más baja que yo, noto que hay un chico que la trepa por detrás. Cuando baja, me ve y a la vez me da una sonrisa. Es un chico que parece que también es de mi edad y tiene la misma altura que yo. Es moreno y viendo que solo lleva puesto un short mojado como su cuerpo, creo que acaba de nadar en el mar.
…..—Hola! Encontraste mi secreto lugar —él me dice. Se me está acercando así que, aunque me siento tímido cuando hablo con una persona por la primera vez, le devuelvo la sonrisa y empiezo a hacer pequeños pasos hacia él. Ya estamos a unas pulgadas de distancia y puedo ver más claro su cara que es la definición de “buen día” por su dulce sonrisa y ojos expresivos.
…..—Hola, —le contesto–. Pensaba que era yo el que encontró este sitio primero, —trato de actuar como si estuviera decepcionado. —Creo que eres el segundo que ha estado aquí así que, como el dueño, comparto este contigo, —él me contesta y nos reímos un poco.
…..—Por cierto, soy Luka —él tiende su mano.
…..—Julio. Un placer —le contesto y hacemos un apretón de manos.
…..—¿Vas a nadar? —me pregunta.
…..—Sí. El agua se ve chido —echo una corta mirada al mar.
…..—Cuidado que hay unas partes que sorprendentemente son profundos —él me avisa.
…..Por eso, ahora tengo vacilación y creo que se me vuelve obvio en la cara.
…..—Sabes nadar, ¿no? —pregunta cuando notó el cambio de mi expresión.
…..—Pues, no —me siento un poquito avergonzado.
…..—Ven, voy a nadar contigo y te muestro los sitios que son seguros —me sugiere con una sonrisa. Por eso, sonrío involuntariamente y cuando empieza a caminar hacia el agua, le sigo. Mientras disfrutamos del agua, platicamos sobre nosotros. Tiene la misma edad que yo y trabaja en una empresa. Luka viene de otra ciudad y como yo, está tomando su vacación en esta isla solo. Acabamos de conocernos, pero ya me siento cómodo con él como si hubiéramos sido amigos durante mucho tiempo. No esperaba que fuera un tipo chistoso.
…..Cuando notamos que el sol está directamente arriba de nosotros, decidimos salir del agua.
…..—¿Quieres almorzar? —Luka me pregunta mientras agarramos nuestras cosas.
…..—Sí, vamos. ¿Qué recomendaciones tienes? —le contesto. Estamos regresando al sitio cerca de los restaurantes y donde hay mucha gente.
…..—Pues, hay un famoso restaurante aquí que sirve mariscos. Todavía no lo he probado, pero parece que la comida es rica —me dice mientras tocando su barriga como un chico que tiene hambre.
…..—Vale, vamos para allá —me río un poco cuando actúa un poquito emocionado.
…..Nuestro almuerzo ciertamente es perfecto. Hay varios tipos de pescado, calamar, camarón, y otros más. La increíble preparación de la comida es muy evidente en su sabor. No es sorprendente que, según Luka, este restaurante sea considerado como el mejor en toda la isla.
…..Cuando terminamos el almuerzo satisfactorio, decidimos caminar por la costa porque estamos lleno. Después, tratamos de visitar otras partes de la isla. Primero es la piscina cerca de los hoteles. Mientras disfrutando el agua fresca, hablamos sobre nuestros trabajos, familia, y básicamente cualquier cosa. Es soltero como yo y vive solo en un apartamento cerca de donde trabaja, pero el chistoso dice que ya vio la persona que le gusta.
…..Después de nadar, caminamos y llegamos a la zona detrás de los edificios. La tierra aquí es la más alta en toda la isla. Es como una colina que podemos subir. Usando las escaleras de cemento, alcanzamos la cima. Hay muchos arboles de coco que nos protegen del sol. Desde ahí, podemos ver todo: los edificios, la blanca arena, la gente nadando en el agua que brilla por los rayos del sol. Nos sentamos debajo de un árbol de coco.
…..—Qué bonito, ¿no? —Luka dice. Cuando le echo un vistazo, veo que está mirando el horizonte. Después, me mira a mí con una sonrisa en su cara.
…..—Sí, sí. Es como un arte —le respondo y miro otra vez al mar.
…..—Ojalá que sea siempre así —dice en una voz baja.
…..Dejamos que la naturaleza haga ruido y sin hablar, miramos cómo el viento haga que los árboles de coco bailen y las olas peinan el agua. Nunca he sentido así de calmo y cómodo con un hombre que acabo de conocer en un lugar en que es mi primera vez estar.
…..El atardecer está a punto de empezar. Miramos cómo el cielo sangra rojo y el entorno se vuelve más oscuro. Miramos cómo el sol lentamente se esconde en el horizonte y la combinación de los colores naranja, rojo y morada llena nuestros ojos. Cuando volteo mi cabeza a ver a Luka, me doy cuenta de que también me estaba mirando. Me da una sonrisa y le doy una también. No necesitamos palabras porque ambos sabemos que lo que ven nuestros ojos es la definición de perfección.
…..Cuando la oscuridad domina una gran parte de la isla, empezamos a bajar y decidimos cenar en el mismo restaurante que hemos probado. Después, por cansancio, regresamos a nuestras habitaciones.
…..—¿Mañana otra vez? —Luka me pregunta. Estamos en frente de la puerta de mi cuarto y todo está quieto.
…..—Claro. ¿En el lugar secreto? —le respondo con una sonrisa. Me da una también y me responde.
…..—Sí, en el lugar secreto.
…..—Hasta mañana, Luka.
…..—Te veo mañana, Julio.
…..Luka empieza a caminar mientras entro a mi habitación. Fue hace unos segundos la ultima vez que lo veo, pero ya me siento emocionado por mañana.
…..A las ocho de la mañana, desayuno aquí en el hotel y como no hay cobertura en esta isla, solo como sin checar mis redes sociales. A las nueve, me preparo para salir del hotel. Me pongo una camiseta gris y shorts de color negro y también me llevo mi billetera.
…..Cuando llego al lugar secreto, no veo a Luka. Solo veo una camiseta azul y una pequeña bolsa negra en la arena.
…..—¡Aquí! —escucho a alguien llamándome desde el mar. Es Luka y ya está nadando en el agua. Entonces, me quito mi camiseta y voy corriendo y nadando hacia él.
…..—¡Llegaste primero! —le digo.
…..—Más temprano, mejor —me contesta con una sonrisa.
…..Seguimos nadando por una hora y media. Cuando sentimos que el calor ya es fuerte, decidimos salir del agua y sentarnos en la arena debajo de la sombra de un árbol de coco.
…..—Que ningún coco se nos vaya a caer —digo como una broma. Luka se ríe y después me contesta.
…..—No te preocupes, no pasará —me dice como si estuviera seguro.
…..—Ah, ¿sí?
…..—Claro! Si todavía no sabes, puedo ver el futuro —me dice mientras me mira con una cara seria. Sé que es una de sus bromas, pero elijo seguirle la corriente.
…..—¡Guau! Entonces puedes evitar las cosas malas —contesto con un tono asombrado. Luka mira al mar y noto el cambio de su expresión. No sé si siga bromeando.
…..—Pues, sí. Pero cuando lo hago, se convierte en algo peor… —dice con un tono serio—…y daña a los que amo.
…..Veo que Luka mira hacia abajo por un momento. Me quedo en silencio porque no sé qué decir. Después, voltea su cabeza para mirarme, pero ahora tiene una gran sonrisa como si estuviera tratando de no reírse.
…..—Pero no pasa nada. Ya vi el futuro y era muy bonito… —dice, pero ahora con un tono alegre. Ya sabía que era una de sus bromas—…porque ahí, te vi conmigo —por lo que dijo, me quedo sorprendido. Solamente por haberlo decir, el corazón ya me está latiendo rápidamente. Ahora, reconozco que estoy teniendo sentimientos por él y es raro porque lo conocí solo ayer. Cuando una parte de mi mente me recuerda que estaba bromeando, empiezo a juntar fuerza para contestar.
…..—Estás loco. A ver si con su talento de poder ver el futuro, has previsto esto —con mi mano derecha, agarro una bola de arena y se la echo a su pecho, pero no tan fuerte. …..Empiezo a correr, alejándome de él porque sé que me va a tirar una también.
…..—¡A ver si puedes evitar esto! —grita e intenta lanzar una bola de arena hacia mí. Entro el agua y como me persigue, estamos en el mar otra vez tratando de pegar el otro con agua. Nuestro día es como ayer. Comemos en el mismo restaurante. Después, caminamos hasta llegar a un lugar que no conocemos. Vemos el atardecer otra vez desde la cima de la colina. Cada día que pasa, me siento más cerca de él.
…..Ahora es el cuarto día y significa que hicimos las mismas cosas por cuatro días ya. Pero en este momento que estamos en la cima de la colina, Luka me dice algo.
…..—Mañana por la mañana, me tengo que regresar a mí ciudad —sus palabras cuando el sol ya está escondido. —Mi jefe me llamó esta mañana y dijo que había una emergencia en la empresa.
…..—No pasa nada. Parece muy importante —le contesto, pero no puedo evitar decirlo en un tono triste.
…..—Ay, no seas así. Tampoco quiero irme tan temprano.
…..Por eso, me río un poco.
…..—Pero no significa que no podamos disfrutar el tiempo que queda antes de irme —me dice y aunque está oscuro, noto su sonrisa.
…..Compramos comida en el mismo restaurante y después, caminamos hasta el lugar secreto. Nuestra luz es solo de la luna llena y las estrellas. Es suficiente para ver el entorno. Decidimos comer primero y después, nos sentamos por la costa, mirando el mar y escuchando las olas.
…..–Ojalá que sea siempre así —digo en una voz baja. Es la misma cosa que Luka dijo en la cima de la colina. No responde, pero me hace acercarme con su brazo derecho cuando nota que estoy temblando un poco por el frío. Abrazo su cuerpo con mis dos brazos y reposo mi cabeza en su hombro.
…..—Te voy a extrañar —ya no puedo controlar mis sentimientos que ya se vuelve más fuerte ahora.
…..—Siempre recuerda lo que te dije, ¿vale? —él dice y reposa su cabeza en la mía. No sé exactamente a qué se refiere, pero creo que ya sé lo que dice.
…..—Parece que este lugar secreto me va a pertenecer solo a mí —bromeo y nos reímos un poco.
…..—Julio, hay cosas inexplicables en este universo —me dice en un tono serio.
…..—Espero que creas que, en el futuro, estaremos juntos otra vez —continua.
…..—¡Claro! Te voy a agregar en mis redes cuando tenga cobertura —contesto, tratando de no sonar triste.
…..—¿Pero sabes qué cosa inexplicable estoy experimentando ahora? —me pregunta y nos miramos el uno al otro.
…..—Es que creo que ya te quiero desde el primer momento que te vi —cuando suelta esas palabras, el corazón me late rápidamente otra vez—. Quiero que nuestro último recuerdo en esta isla sea la mejor —dice mientras me mira a los ojos. Automáticamente como un metal e imán, nuestros labios se encuentran. Compartimos la noche y expresamos lo que sentimos con las estrellas, la luna, y el mar como los únicos testigos.
…..Me despierto solo llevándome puesto mis shorts. La camiseta de Luka está cubriendo mi pecho y la mía cubre mi barriga como mantas. Luka ya no está a mi lado. Creo que ya se fue entonces agarro las cosas y regreso a mi habitación.
…..Sigo con mi vacación, haciendo las cosas que hicimos Luka y yo. No puedo contactar con él porque todavía no hay cómo tener señal. Cuando regreso a mi ciudad, ya tengo cobertura entonces después de salir del avión, empiezo a buscar a Luka Fernández en mis redes. Vi sus cuentas y al ver sus fotos, lo reconozco.
…..Pero lo que me sorprende es la noticia con su nombre hace dos días. Es sobre un accidente aéreo donde nadie sobrevivió. Uno de los pasajeros fue Luka y en este momento, estoy esperando que esto sea solo una pesadilla y que después me despierte.
…..Pero estoy en la realidad. Mis lágrimas salen de mis ojos y mis recuerdos con él empiezan a dominar mi mente. Ahora, recuerdo lo que me dijo Luka. Esperaré ese día en que estaremos juntos otra vez; en el futuro, en otro mundo, con Luka en un paraíso más bonito que la isla donde nos conocimos.