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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2022, volumen 9, n
úmero 1

Artículos
PDF: José Petronio Katigbak

PALADÍN DE LA NACIÓN FILIPINA:
JOSÉ PETRONIO KATIGBAK.
SU VIDA Y SUS OBRAS LITERARIAS

RENZ MARION D. KATIGBAK
Stacks Image 367

Retrato de José Petronio Katigbak
en Harvard Class Album 1904
(Harvard University Archives)

El concepto del linaje familiar es muy importante para los filipinos. Tenemos un gran vínculo sentimental con nuestros apellidos. Siempre deseamos afecto, pertenencia y conexión. Las relaciones que establecemos pueden ser muy duraderas, no sólo con las personas de nuestro presente, sino también con las de nuestro pasado y nuestro futuro. Cuanto más descubrimos sobre nuestro pasado, mayor es la conexión que tenemos con nuestros antepasados.
….Cuando me encargué de investigar sobre nuestra historia familiar, descubrí a una persona muy excepcional, mi tío-bisabuelo que se llamó en vida, José Petronio Katigbak. Me enorgullece estar emparentado con él por su vida ejemplar y sus valiosas contribuciones a la nación filipina. José Petronio, batangueño, era uno de los jóvenes filipinos más distinguidos de su época, dotado de un intelecto poderoso y altamente desarrollado, además de bien informado de los asuntos que concernían el bienestar general del país. Valiente y concienzudo a la hora de trabajar por lo que creía justo, poseía la inteligencia para concebir los mejores planes y la habilidad de ejecutarlos. Su labor en pro de la consolidación nacional de Filipinas impresionó a muchos, pero aún más su carácter intachable. Vivió una vida ejemplar digna de ser emulada, incluso por los jóvenes filipinos de hoy.
….José Petronio vio la luz el 4 de octubre de 1879 en Lipa, Batangas. Era hijo de don Mariano Katigbak y Solís y doña Isabel Macarandang y Ramírez. Los Katigbak eran una de las familias enriquecidas por el cultivo del café, que había convertido a Lipa en el pueblo más rico y avanzado de Luzón durante fines del siglo XIX. Su padre, don Mariano, era amigo de confianza del héroe filipino, Dr. José Rizal, y firme partidario del movimiento de la Propaganda. Fue capitán municipal de Lipa durante el apogeo de la Revolución Filipina en 1896, un periodo crítico de la administración española en dicho pueblo, por ser entonces el cuartel general de la brigada española en el sur de Luzón durante la campaña para reprimir las revueltas de las provincias de Cavite y Batangas. Don Mariano, demostrando gran tacto y poder de persuasión, logró proteger a los lipeños y su ciudad de los atropellos, tanto de las fuerzas españolas como de los revolucionarios filipinos. Por su parte, la madre de José Petronio, doña Isabel, ex alumna de La Concordia, era conocida por su agudeza para los negocios.
….Pepe, como lo llamaban cariñosamente en el seno de su familia, era el mayor de los cinco hijos de don Mariano y doña Isabel. Tuvo cuatro hermanos: Benigno (fue jefe de policía de Lipa, muerto en el cumplimiento de su deber), Josefa (fue la piadosa esposa del estadista y ex-periodista Fidel A. Reyes, autor del mordaz editorial del periódico El Renacimiento, “Aves de Rapiña”), Isabelo (fue médico, uno de los primeros licenciados —promoción del año 1909— de la Facultad de Medicina de la Universidad de Filipinas) y Felino, destacado agricultor y empresario. Del segundo matrimonio de don Mariano con doña Rosario Luz, Pepe tuvo cinco medias hermanas menores que él: Natividad, Asunción, Pilar y las gemelas Soledad y Concepción.
….Cursó la educación primera y básica en su pueblo natal y la enseñanza media en el Ateneo Municipal de Intramuros, Manila, donde se apasionó por las artes, especialmente la escritura y la pintura. Fueron los años de estudio en el Ateneo uno de los periodos más brillantes de la vida de Katigbak: fue un alumno destacado, obteniendo 30 medallas además de diplomas de honor. El 16 de marzo de 1897, obtuvo el título de Bachiller en Artes con grado de sobresaliente.
….Pepe Katigbak era de carácter serio desde muy joven. Rendía culto ferviente al arte pictórico y la literatura, aficiones como demostró su pueblo, terminados sus estudios, en plena época de la lucha por la libertad, cuando fue profesor de Literatura y Dibujo en el Instituto Rizal de Lipa, y al mismo tiempo como redactor de las Columnas Volantes de la Federación Malaya en 1899. En este periódico revolucionario, manifestó sus dotes literarias en castellano con sus poemas y artículos escritos con el seudónimo de Hamlet.
….Las enormes casas solariegas de las familias acomodadas por las que era conocida Lipa fueron arrasadas durante la Segunda Guerra Mundial y con ellas se perdieron muchos de los recuerdos familiares. Gracias al trabajo documental del periodista hispano-filipino Máximo Bernardo Solís o más conocido en el mundo literario como Max Bernard, sobre la historia del periódico Columnas Volantes y datos biográficos de sus redactores, hemos podido recuperar algunas obras literarias de José Petronio Katigbak o Hamlet.
….Entre los poemas de Katigbak más elogiados lleva el título “La Cruz Roja”, compuesto al estilo del sentimentalismo de su poeta favorito Christian Heine. Esta obra fue dedicada a las bellas Damas de Caridad de la Cruz Roja de Lipa. Otra poesía dedicada a las virtudes de la mujer lipeña era titulada “Triunfo”. Esta obra, según Max Bernard Solís, “fue más original, más espontáneo y mejor escrito” que La Cruz Roja.
….Los demás poemas titulados “He sufrido…ámame”, “A Unos Ojos” y “Flores Marchitas (Elegía)” llevan la estampa del romanticismo con versos melancólicos y apasionados.
….“La Libertad de Lipa” es una poesía de tema patriótica. Katigbak lo escribió en conmemoración de la toma de Lipa por los libertadores revolucionarios el 18 de junio 1898.
….Don Teodoro Kalaw conceptuaba a Petronio Katigbak como el único filipino que se acercaba a la grandeza de Rizal en términos de sus dones y su genio multifacéticos. “Petronio no era sólo un ingeniero; era, además, poeta y escritor, pintor, y filósofo.” Kalaw consideraba que las obras literarias de Petronio Katigbak figuraban entre las mejores del mundo. Escribía poco pues era un hombre ocupado, pero los artículos que produjo eran muy bien considerados. Su obra pictórica fue reconocida por la crítica como de mérito superior a la media; sus enseñanzas filosóficas perduraron en sus alumnos.
….Katigbak fue obligado a partir hacia Europa durante el estallido de hostilidades entre filipinos y norteamericanos en 1899. Intentó varias veces unirse al ejército combatiente revolucionario; su padre, para alejarlo del peligro, lo embarcó con rumbo a Inglaterra. En la segunda quincena del mes de febrero de 1900 se marchó para Londres pasando por París y dejando en la más inconsolable amargura a muchos seres queridos.
….A pesar de pertenecer a una familia acomodada, no quiso Katigbak malgastar el dinero de sus padres y su tiempo en el extranjero, y procuró terminar una carrera positiva que pudiera ser beneficiosa para sí y para su Patria. Aprendió el inglés en seis meses y de nuevo dio los exámenes de bachillerato para ser admitido como alumno de pregrado del King’s College el 4 de octubre de 1900. En ese colegio—que se decía era el más grande de Londres—estudió con constancia y aprovechamiento la carrera de Ingeniería, ganando una y otra vez la admiración de sus condiscípulos alumnos y profesores. Obtuvo doce diplomas de honor ganados en honrosa batalla intelectual con sus pares. En la primera quincena del mes de junio de 1903 recibió el título de ingeniero civil, siendo el único a quien se le tributó los aplausos la concurrencia. Una vez graduado, King's College le confirió un diploma de honor nombrándolo socio del colegio, honor que se dio únicamente a los alumnos inteligentes y aprovechados. Katigbak—como ya se mencionó—poseía varios idiomas. En las primeras vacaciones de curso partió a Boulogne para aprender el francés. Por eso, leía novelas de Balzac y poesías de François Coppée y Victor Hugo. Las vacaciones de 1902 las pasó en Berlín y allí estudió con ahínco el idioma alemán. Tal fue su determinación que a su regreso a Londres hasta se hospedaba en las casas de familias francesas y alemanas para perfeccionar sus idiomas. Había visitado también otros países como Suiza, Italia (Florencia, Roma, Venecia), Austria (Viena), y en Alemania, Hamburgo además de Berlín. Cuando viajaba en estos dichos lugares, escribía él notas de viaje de todo lo que había visto en el ramo de las ciencias, de las artes, y de todas las manifestaciones del progreso intelectual europeo. Uno de estos apuntes fue publicado en el periódico filipino, El Renacimiento, en los números del 11, 12, 13, y 14 de enero de 1905.
….Dejó Londres en 1903 y se marchó a Estados Unidos para continuar sus estudios de ingeniería. Se matriculó en la Lawrence Scientific School de la Universidad de Harvard. Ya en posesión del título de Asociado y de un Certificado de Distinción del King's College, y tras largas y fructíferas entrevistas con los profesores de la escuela, fue admitido de inmediato al cuarto curso. Obtuvo entonces su Bachiller en Ingeniería Civil y Topográfica el 29 de junio de 1904. Fue el primer estudiante filipino de esa prestigiosa universidad estadounidense. Tras su graduación, siguió un curso especial sobre topografía plana, ferroviaria y geodésica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y más tarde trabajó como delineante, topógrafo y diseñador en S.D. Warren and Company, en Westbrook.
….José Petronio no era sólo un estudiante en el extranjero, sino que encarnaba a un auténtico patriota que defendía la identidad filipina contra las ideas erróneas de los estadounidenses. En un artículo del periódico de Boston, titulado "A Filipino Student Replied" (Un estudiante filipino respondió), publicado en febrero de 1904, se decía que asistió al discurso de Fred W. Atkinson sobre la educación filipina en Harvard y que, cuando se abrió el turno de preguntas, sin miedo "se levantó y habló durante media hora para corregir las inexactitudes del documento del Sr. Atkinson". Katigbak fue uno de los que elevaron la dignidad filipina al mundo, desmintiendo las ideas erróneas sobre los filipinos de que eran salvajes y analfabetos. "Se opuso específicamente a aplicar los términos "tribus" a los filipinos e insistió en su nacionalidad esencial… Cree fervientemente en sus compatriotas y está deseoso de corregir lo que considera ideas erróneas predominantes sobre ellos".  Katigbak también proclamó sus sentimientos nacionalistas en un discurso sobre la influencia de la guerra ruso-japonesa en Filipinas, que pronunció ante los miembros del Club del Siglo XX de Boston en abril de 1904.  En ese discurso denunció valientemente la ocupación estadounidense de Filipinas al afirmar que "no hay independencia en Filipinas; al contrario, reina el terror, y debo expresar mi opinión cuando digo que la libertad no siempre sigue a su bandera".
….La influencia y los esfuerzos de Katigbak propiciaron la creación de la primera escuela de Ingeniería de Filipinas. También animó a la juventud filipina, en nombre de la independencia, a seguir la carrera de ingeniería para encargarse de los proyectos de desarrollo de la patria con su artículo titulado "Filipino Youth and the Engineering Profession" (La juventud filipina y la profesión de ingeniero),", publicado en la revista Filipino Students' Magazine (editada en Berkeley, California) en 1905.  





“Alguien, sin embargo, puede comentar que todas estas obras podrían ser llevadas a cabo exclusivamente por ingenieros americanos de los que hay una abundante oferta. Espero que esta observación no provenga de un filipino. En el momento en que desempeñemos en nuestro país el papel de un cuerpo inerte y hayamos imbuido en nuestro seno la idea de que todo debe ser dirigido exclusivamente por los americanos, ese momento será mejor que abandonemos toda esperanza de independencia futura.” 

A través del mismo artículo, también abogó por la autonomía de los filipinos en términos de mejora de las condiciones no sólo políticas sino también materiales del país.  




“Las naciones, al igual que los individuos, no demuestran su hombría de bien a menos que muestren autosuficiencia e ingenio; por lo tanto, si los filipinos deseamos algún día construir un país fuerte, tenemos que trabajar y demostrar que nuestro país puede confiar en nosotros”.

….A su regreso a Filipinas en 1905, José Petronio entró al servicio del gobierno en la Dirección de Obras Públicas como transitman o inspector de tránsito.  Como parte de sus funciones pasó algún tiempo en la Provincia de la Montaña de la Cordillera (en inglés, Mountain Province) diseñando y ejecutando el plan de urbanización del renombrado arquitecto estadounidense Daniel Burnham para el pueblo de Baguio. El 5 de febrero de 1906, Katigbak fue trasladado al Departamento de Ingeniería y Obras Públicas de la ciudad de Manila, donde fue un destacado ingeniero, "encargado por las autoridades de los proyectos más importantes de obras de calles y puentes y la mejora de una extensa zona de tierras bajas en el congestionado distrito de Tondo". Los mejores puestos oficiales de Filipinas estaban entonces monopolizados por estadounidenses. Era cierto que José Petronio podía vivir sin trabajar, ya que era vástago de una familia adinerada; no obstante, se sometió a los desafíos del ambiente sociopolítico de la época, quizá para demostrar la capacidad de los filipinos. Logró su acometido, pues despejó hasta cierto punto los prejuicios imperantes y abrió puestos gubernamentales a candidatos filipinos. Por sus méritos ascendió de rango, como consta en su hoja de servicios: 5 de febrero de 1906, agrimensor (temporal); 1 de julio de 1906, transitman (a prueba); 1 de abril de 1907, ingeniero municipal auxiliar; 1 de mayo de 1908, agrimensor jefe; 1 de junio de 1910, segundo ingeniero auxiliar; 1 de octubre de 1911, superintendente de calles y puentes; y el 4 de marzo de 1914, primer ingeniero auxiliar de Manila. En muchas ocasiones, en ausencia del ingeniero municipal William Robinson, Katigbak fue el ingeniero municipal interino y, como tal, miembro interino de la Junta Municipal.
….En plena actividad profesional, el ingeniero Katigbak dedicó parte de su tiempo al mundo académico como director y profesor de la recién creada Escuela de Ingeniería y Arquitectura del Liceo de Manila, fundado principalmente gracias a su esfuerzo e influencia. Supuso una gran ayuda para los estudiantes filipinos con muchas ganas de estudiar ingeniería, pero que eran impedidos por la falta de recursos para sufragar el coste de estudiar la carrera en el extranjero. En 1910, Katigbak fue nombrado profesor asociado de dibujo técnico de la recién inaugurada Facultad de Ingeniería de la Universidad de Filipinas.
….Durante su ejercicio como ingeniero municipal interino, Katigbak planeó y construyó de forma económica y eficaz el puente provisional sobre los tramos restantes del Puente de España, que fue dañado por las inundaciones de 1914. Por su desempeño recibió el reconocimiento público del gobernador general estadounidense y pro-filipino Francis Burton Harrison. Katigbak llevaría a cabo muchos de los proyectos más importantes de la ciudad, sobre todo de la vialidad. Uno de sus últimos proyectos importantes fue el de la mejora de una extensa zona de tierras bajas en Tondo mediante el control de los esteros y el terraplenamiento. Más tarde Katigbak sería recordado por su carácter reservado y modesto en relación con sus méritos, y por como acostumbraba a pedir a los periodistas que acudían a su despacho en busca de información sobre los proyectos de interés, que dejasen constar en sus artículos que el trabajo fue realizado por la oficina de obras públicas, de la que él era un funcionario más.
….Ya en pleno apogeo profesional, lleno de logros meritorios realizados con el mejor espíritu, su extenuante carga de trabajo y actividades resintió la salud de José Petronio. Regresó a su casa de Lipa en plan de recuperarse, pero contrajo la fiebre tifoidea. La familia requirió la mejor asistencia médica desde Manila, en vano: las fuerzas ya muy deterioradas, José Petronio sucumbió a la enfermedad, falleciendo el 16 de mayo de 1916, a la temprana edad de 36 años. Su repentina muerte, profundamente deplorada por muchos, significó para Filipinas la pérdida de un hijo valiosísimo, en quien estaban cifradas las mayores esperanzas. Escribió J.M. Groves desde la Young Men's Christian Association (YMCA):





“De baja estatura, incansable y de espíritu optimista, era un ciudadano inestimable y un excelente personaje cristiano. Con él, el pueblo filipino perdió a su ingeniero más hábil, sin duda uno de los mejores ejemplos de la juventud filipina con aspiraciones.”

José Abad Santos, amigo de Katigbak y colega suyo en el servicio público, también lamentó tan significativa pérdida en un panegírico:





“La suya fue una vida de esperanza y de promesa, de inspiración y de servicio. En este período crítico de nuestra vida nacional, cuando las necesidades supremas del país reclaman los servicios de sus hijos leales, la muerte de José Petronio Katigbak se siente con mayor intensidad. Porque fue un servidor público fiel y eficiente. Su corazón era patriótico y noble. Su carrera pública es una brillante ilustración de la verdad de que el camino del deber es también el camino del honor.”

….Tal era la admiración que se profesaba hacia Katigbak que en el momento de su muerte y durante su velatorio, el Ayuntamiento y todos los edificios públicos de Manila pusieron las banderas a media asta y se calculó que 20.000 personas asistieron al cortejo fúnebre. Entre los portadores honorarios del féretro estuvo el alcalde de Manila, los integrantes de la junta municipal, los jefes de las oficinas municipales, magistrados del Tribunal Supremo y otros destacados ciudadanos filipinos.
….Con ritos solemnes y sencillos, los restos de Katigbak fueron inhumados en una parcela del Cementerio del Norte de Manila reservada para el entierro de hijos ilustres y heroicos. A petición de su viuda, doña Trinidad Buenaventura, se erigió un monumento sobre la tumba.
….En reconocimiento de las diversas labores realizadas por don José Petronio Katigbak en su calidad de funcionario de la ciudad y con el fin de perpetuar su legado, el 28 de agosto de 1916 la Junta Municipal de Manila resolvió que la carretera frente al Manila Hotel que se extendía desde la calle A. Bonifacio hasta la nueva Luneta y que fue construida bajo la dirección del ingeniero, recibiera el nombre oficial de "Katigbak Drive".
….José Petronio Katigbak fue una auténtica figura influyente de su época. Dedicó su vida enteramente al trabajo en servicio a su país, servicio fundamentado en sobresalientes logros académicos tanto en Filipinas como en el extranjero, servicio permanente y sostenido durante todo el ejercicio de su carrera. Don José Petronio fue y es merecedor verdadero del reconocimiento de nuestra nación, como ejemplo a seguir para la juventud filipina y los profesionales y funcionarios públicos que hoy por hoy sirven al país. Sus extraordinarios talentos, su celo, abnegación, patriotismo, sus virtudes cívicas y lealtad inquebrantable al deber han de ser rescatados del olvido, como una fuente de inspiración para el presente, tal como lo fue para su época.

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Retrato de José Petronio Katigbak
y Trinidad Buenaventura

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REFERENCIAS

• “A Filipino Student Replied, Cortland Evening Standard, February 12, 1904.
• “Alegación presentada al Hon. Gobernador General y al Hon. Speaker de la Asamblea Filipina por la Academia de Ingenieria, Arquitectura y agrimensura de Filipinas: el 18 de agosto de 1908”.
Manual de instrucciones para agrimensores particulares redactado por la Oficina de Terrenos Públicos (Manila: n.p.,1908).
• “El Capitán Mariano de Lipa, ha muerto, amigo de Rizal, fue un hombre muy popular antes y después de la revolución.”
La Vanguardia: diario filipino independiente: Año XXV Número 235, Noviembre 3, 1934, p. 4
• “EL PROYECTO DEL INGENIERO KATIGBAK: Escuela de Ingeniería en Filipinas”
El renacimiento, el 8 de enero 1906.
• Gideon A. “Memoirs of José Petronio Katigbak” in
Transactions of the American Society of Civil Engineers. Vol. LXXXI (New York: American Society of Civil Engineers, 1917), 1803.
• “Grant Request for Katigbac Monument.”
The Cablenews-American, July 1, 1916.
• Groves, James. “He Hustled the East”,
Association Men, August 1916.
• Kalaw-Katigbak, Maria.
Few There Were (like My Father). Manila: Teodoro M. Kalaw Society, 1974.
• Katigbak, Robert K. Don Mariano Solis Katigbak Family Registry (Manila: n.p, 1998).
Manchuria and the Philippines: Bitter Analogy drawn by Mr. Katigbak”, Boston Sunday Post, April 10, 1904.
• “NAME DRIVE FOR KATIGBAC.”
The Cablenews-American, August 30, 1916
• Santos, José A. “JOSÉ PETRONIO KATIGBAK (Eulogy).”,
Philippine Review, May 20, 1916.
• Solís, Max Bernard. “Hamlet” en
Columnas Volantes De La Federacion Malaya. Contribución a La Historia Del Periodismo Filipino. (Manila: Imprenta "Dia Filipino, 1928).
• “Una Gloria Filipina: El Joven Katigbak.”
El Renacimiento, el 26 de agosto 1903.