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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2020, volumen 7, n
úmero 1

ENSAYOS
ACADÉMICOS DE LA LENGUA

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EFRomero


MI ‘HISPANOFILIPINIDAD’

EDMUNDO FAROLÁN ROMERO
ACADEMIA FILIPINA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Mi niñez? El primer contacto fue claramente con mi madre y mis tías. Hablábamos español en casa, tagalo en la calle y con los amigos, e inglés en la escuela.
….En los años 50 del siglo pasado casi todos hablaban el español en Filipinas. Hubo periódicos en español, las leyes fueron escritas en español. Me acuerdo de mi tía Luisa a la que acompañaba a ver a su abogado, el gordo Gonzáles, cuando tenía 10 años, y ellos hablaban en español. Mi tía Adeling también iba con amigas a sitios donde hablaban español, y me acuerdo de su novio, Alfonso Félix, un juez de la corte suprema de Filipinas. Mi padre era piloto y el Senador Claro M. Recto, siempre le escogía para llevarle en el avión. Me acuerdo de niño que le visitamos varias veces en su casa en Nueva Manila; me acuerdo también de su hijo, Clarito, y su mujer, que vivían unos meses con nosotros en Lipa. Mi padre entrenaba a los nuevos pilotos, y Clarito fue uno de ellos. Clarito después tuvo un accidente de motocicleta en Baguio, y Don Claro pidió que mi padre le llevara ahí en avión. Era de noche y fue un viaje arriesgado porque volar entre montañas en la oscuridad era peligrosísimo, pero por la urgencia, mi padre lo hizo, y gracias a muchos residentes de Baguio quienes fueron al aeropuerto con sus coches para iluminar la pista, Recto y mi padre llegaron sanos y salvos.
….Tengo muchos más recuerdos de Manila como ciudad muy hispana, pero pasaré ahora a la siguiente etapa de mi vida, mi juventud…
….Durante los 60 empezó el crecimiento del movimiento y del sentimiento nacionalista con el presidente García. Fue un nacionalismo erróneo porque ese tipo de nacionalismo conducía al amor del tagalo contra el español que era algo ridículo porque el español fue la raíz del nacionalismo filipino, y también de la lengua tagala moderna. Recto fue candidato a presidente y perdió porque los filipinos lo consideraron y le vieron como el defensor de la herencia española, y entonces anti-nacionalista, lo cual era falso: el lavado de cerebro que los filipinos sufrieron por los estadounidenses -los que Guillermo Gómez Rivera llama “los waspsusenses”- hizo ver a los españoles más enemigos que amigos, y se usó el tagalo como instrumento contra lo español; recuerdo como en los 60, estudiando yo en el Ateneo, se transmitía la idea de que el español era algo anti-nacionalista.
….En 1967 la enseñanza del español fue reducida en las universidades a cuatro asignaturas de las ocho originarias, y más tarde, en los 80, el español se convirtió en una asignatura optativa. Entre 1978 y 1981 yo fui jefe del departamento de español en la Universidad de la Ciudad de Manila (PLM) y como jefe trataba de dar vida al uso del español, diría que aquella experiencia fue un renacimiento del español por medio de muchas actividades: recuerdo haber invitado a Guillermo Gómez y a Francisco Zaragoza para el Día Español y los estudiantes mostraron gran interés; en la PLM se representó también mi pieza teatral, ¿Diálogo?, que fue recibida con mucho entusiasmo, y que está incluída en mi Hexalogía Teatral1, tercer número de la Colección Oriente que publica a nosotros los autores filipinos que escribimos en español.
….La excusa que adujo el gobierno filipino en los años 80 para quitar el español de los centros educativos fue la escasez de profesores ya que, a pesar de las becas que el gobierno español daba en los 60 y 70, no había un número suficiente de profesores competentes para llenar los puestos de español. Está claro que este fue un pretexto, lo normal hubiera sido formar bien un número adecuado de profesores.
….En los 90 empecé una publicación en la red, Revista Filipina, para tratar de rescatar el amor a la lengua y literatura hispanofilipina a través de la publicación de las obras de los literatos hispanofilipinos como Rizal, Paterno, Balmori, Bernabé, etc.; la revista sigue después de más de 20 años con mucho éxito. Por medio de la revista, conocí a Andreas Herbig que organizó el Círculo Hispanofilipino junto con José Perdigón. Herbig fue responsable de las conferencias hispanofilipinas que di en la Universidad de Dresde en 2003, y uno de los proyectos que desarrollaron los estudiantes fue la traducción al alemán y la publicación de mi obra teatral Rizal.
….Siempre gracias a la Revista Filipina conocí a Agustín Pascual, el kaibigan kastila que organizó una conferencia sobre el chabacano en el Ateneo de Gijón y otra en Barcelona, a Ramón Terrazas que empezó el movimiento para la restauración del español en Filipinas y que participó en la Conferencia Hispanofilipina en México; conocí también al profesor italiano Vasco Caini, quien tradujo mi obra teatral Rizal al italiano; a Manuel Montoya, quien me invitó a dar una conferencia en la Universidad de Bretaña; al poeta Edwin Lozada, que desde 2017 es el nuevo director de la Revista Filipina; y a dos críticos muy importantes, el español Isaac Donoso y el italiano Andrea Gallo, que siguen hoy día con su trabajo de publicar y dar a conocer a los escritores hispanofilipinos contemporáneos.
….Va aumentando el interés hacia la cultura hispana de Filipinas: ha habido recientemente conferencias sobre la literatura hispanofilipina en México, en Bruselas y habrá una importante en España en la Universidad de Alicante. Hay mucha atención hacia el español de Filipinas por parte del Instituto Cervantes de Manila con publicaciones y eventos: allí en 2006 presenté mi libro Itinerancias, lo cual fue para mí motivo de inspiración para seguir escribiendo y publicando más obras en español. A este propósito, he publicado recientemente (2017-2019) siete tomos de antología de cuentos y teatro, un libro de versos, Soledades, una anti-novela, Metamorfosis, dos obras teatrales Purgatorio y Los artistas, una obra crítica, Antonio Martínez Ballesteros y el Teatro de Protesta en España; también he retomado mi libro de cuentos Palali y otros cuentos y he hecho una segunda edición en forma digital de mis antiguos poemarios Lluvias Filipinas y Tercera Primavera; por último he escrito dos obras teatrales en tagalo: Ang Nunal y Ang Anarkista. No obstante, tengo muchos más proyectos y sigo escribiendo y publicando2.
….En 1981 por mi poemario Tercera Primavera me concedieron el Premio Zóbel y, casi cuarenta años después, en 2017 me otorgaron el Premio José Rizal de las Letras Filipinas por mi novela El Diario de Frankie Aguinaldo (San Francisco, 2016), pero también creo que me lo atribuyeron por toda mi trayectoria literaria que comenzó con la publicación de Lluvias Filipinas, mi primer libro de versos aparecido en Madrid en 1967.
….En fin, continúo con mi trabajo literario, siguiendo los pasos de mis antepasados literatos hispanofilipinos, porque, como decía Recto, la hispanidad es "sangre de nuestra sangre."
….¿El futuro? ¿Cómo lo veo? ¿Cómo veo el futuro del español en Filipinas? Pues, espero que mi labor, la Revista Filipina y las más de 30 obras que ya he publicado, puedan servir como inspiración a los jóvenes filipinos, para que sigan como yo escribiendo y publicando artículos, ensayos, poesías, cuentos, novelas, teatro en español. Pues, creo que con una correcta y completa educación los jóvenes filipinos se darían cuenta de la importancia del español como parte de nuestra herencia y cuanto más conscientes sean de ello, mayor será el cambio cultural en el futuro.

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1   Hexalogía Teatral, Barcelona: Editorial Hispano Árabe, 2016, 2ª ed.
2   Estoy preparando en estos días las siguientes obras que espero publicar en 2020: Amor/Guerra/Muerte, una obra teatral en tres actos; 14 poemas eróticos y otros poemas, una colección de poesía; Agos ng Karanasan un anti-poema en cuatro episodios escrito en tagalo; Calubcob y otros cuentos, un libro de cuentos; una adaptación en español de la obra tagala May katwiran ang katwiran del dramaturgo filipino Rolando Tinio bajo el título de Tiene razón la razón; dos libros de ensayos: De la Costa y Rómulo, un estudio crítico de las obras de estos intelectuales filipinos sobre la hispanofilipinidad y Manuel García Morente y Ramiro de Maeztu: búsqueda de la identidad filipina, un estudio crítico.