Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2021, volumen 8, número 1
ARTÍCULOS Y NOTAS
PDF: Oceanía en la enseñanza española…
OCEANÍA EN LA ENSEÑANZA ESPAÑOLA:
¿SUJETO PROPIO O REALIDAD DEPENDIENTE?
DAVID MANZANO COSANO
Universidad Pablo de Olavide
Resumen
Este artículo pretende calibrar qué mirada caracteriza a la actual investigación científica española, y su correspondiente transferencia de conocimiento a los ámbitos de educación superior y secundaria, a la hora de estudiar los fenómenos del continente oceánico: si la de esa mirada tradicional que observa el Pacífico como la extensión y transición del continente americano al asiático, o bien se ha asumido una perspectiva global con metodologías específicas que estudia este espacio geográfico como un ente con capacidad para tener autonomía analítica.
Palabras clave: Oceanía, historiografía, investigación científica, estudios del Pacífico.
….El Foro de las Islas del Pacífico (PIF) se ha convertido en una de las organizaciones internacionales regionales más importante de la Oceanía. Australia y Nueva Zelanda lideran esta institución que engloba a los heterogéneos “Pacific Island Countries” –PICs1 (Papúa Nueva Guinea, Islas Cook, Estados Federados de Micronesia, Fiyi, Kiribati, Marshall, Nauru, Niue, Palaos, Samoa, Salomón, Tokelau, Tonga, Tuvalu y Vanuatu; más los territorios galos de Polinesia y Nueva Caledonia). Estos dieciocho miembros han aunado sus fuerzas para aumentar el peso de Oceanía en el sistema internacional, aprovechando la revalorización del Pacífico en la geopolítica mundial como consecuencia de tres factores claves: 1) el incremento de la presencia de China en la región; 2) el deseo de los Estados Unidos de conservar su papel predominante en el continente (como indica la extensión de su territorio en Hawái, Samoa, Guam o Marianas del Norte); 3) la emergencia de nuevas rutas comerciales al incrementarse el interés de la economía global en el área de Asia-Pacífico2.
….Esta focalización del poder del sistema internacional en el Pacífico ha llevado a España a esforzarse por incrementar su presencia en el área oceánica. Así lo advierte diferentes actos como la apertura de una nueva embajada física en Nueva Zelanda en 2009 —para aliviar la carga de las otras dos embajadas que gestionan los asuntos oceánicos: Canberra (Australia) y Manila (Filipinas, encargada de los asuntos de los Estados de la Micronesia)—, o su ingreso como socio de diálogo del Foro de la Islas del Pacífico en 2014 —siendo uno de los dieciocho Estado no oceánicos que ocupan una posición preferente en esta organización internacional regional3—.
….España en este esfuerzo por fortalecerse en el área está tendiendo a emplear sus vínculos históricos como arma de atracción. De este modo, el uso del pasado se está convirtiendo en una de las principales señas de identidad de la acción exterior de España con los pequeños Estados de la Oceanía, en especial en la zona de sus antiguas colonias en Micronesia (Guam, Marianas del Norte, Palaos y Estados Federados de Micronesia). La rememoración de los viajes de “descubrimiento”, el tráfico del Galeón de Manila y la colonización de las Marianas y Carolinas se ha convertido en el pilar de la acción exterior de España en esta región como muestran los actos programados para conmemorar el V centenario del viaje de Magallanes-Elcano (2019-2021).
….Por consiguiente, España procura fortalecer sus redes en Oceanía con el recuerdo de ese viejo imperio ultramarino que interpretó el Pacífico como una extensión del continente americano4. Bajo este marco se contextualiza este artículo, que pretende calibrar qué mirada caracteriza a la actual ciencia española a la hora de estudiar los fenómenos del continente de la Oceanía. Si la de esa mirada añeja que observa la Oceanía como la extensión del continente americano. O si por el contrario ha asumido la perspectiva global, cuyas universidades acogen las metodologías de los Pacific Studies que analiza este espacio como un ente con capacidad para tener autonomía analítica.
1. La vieja mirada al Pacífico del Imperio ultramarino español
….El mapa cognitivo del Imperio hispánico se revolucionó con el descubrimiento de la Mar del Sur por parte de la expedición de Núñez de Balboa en 1513 y el primer viaje de circunnavegación de la tierra de Magallanes-Elcano (1519-1521). La monarquía de los Austrias se obsesionó con crear una ruta que embarcara a sus dominios las mercancías del fructífero comercio asiático. El triunfo de la empresa conquistadora de Miguel López de Legazpi en Filipinas y el éxito del llamado tornaviaje de Urdaneta-Arellanos permitieron a mitad del siglo XVI la inauguración de esta ruta, la del Galeón de Manila o Nao de China5.
….El extenso Pacífico se convirtió para el sistema internacional moderno en un mero “lago” que conectaba Asia con América. Dada la extensión y riqueza de este último continente, los peninsulares españoles asociaron su Imperio ultramarino como sinónimo de América. Este pensamiento se alteró por completo a comienzos del siglo XIX con el triunfo del proceso emancipador americano que condujo a la desaparición del Galeón de Manila y al replanteamiento del esquema colonial hispánico6. En él América continuó siendo la gran protagonista por el papel de Cuba y Puerto Rico, pero Filipinas comenzó a pensarse como una pieza separada del continente que halló Colón.
….Así, Filipinas se “re-descubre” a mediados del siglo XIX y con ella la Oceanía, dado el interés de los estados europeos de emplearla como un arma imperial. España no escapó a esta tendencia y buscó en sus islas fronterizas de la Micronesia el lugar propicio para desarrollar su colonización. La adopción de esta política se visualizó en su ciudadanía que popularizó el término “Oceanía hispana” para referirse a las posesiones de su Imperio en el Pacífico (Filipinas, Marianas y Carolinas) en un afán de proteger estos dominios del avance de las potencias por la Micronesia. El término proclama un punto de inflexión en la conceptualización del poder del Pacífico porque da la bienvenida a la era contemporánea, pues se asume este concepto (Oceanía) por la influencia y deseo de las potencias de desdeñar la carga conceptual de la vieja Mar del Sur, entendida como ese gran lago hispánico7. Este cambio cognitivo se advierte en el documento cartográfico más importante que la metrópoli española creó sobre la región: “Posesiones de Oceanía. Islas Marianas, Palaos y Carolinas” de Francisco Coello (1852). Los errores que presenta muestran el gran desconocimiento de la administración hispana de sus posesiones ultramarinas más lejanas. Mas también evidencia el deseo de emplearlas como un arma para arengar el nacionalismo de la metrópoli. En este contexto se produjo el llamado conflicto de las Carolinas de 1885, suscitado por la lucha de los ejecutivos hispano-germanos por colonizar una serie de islas que hoy forman parte de los Estados Federados de Micronesia8.
….Este episodio activó en los intelectuales decimonónicos el deseo de conocer la realidad de los dominios de la Oceanía hispana, dando lugar a la populosa celebración de la Exposición Universal de Filipinas en 18879. Fruto de esta moda se multiplicaron las obras dedicadas a la región a finales de la centuria. Su análisis muestra la existencia de dos visiones a la hora de caracterizar las colonias oceánicas. Aquellos autores que, al calor de la defensa del colonialismo, alaban la riqueza de estas tierras para exaltar la fuerza del imperialismo español al dominar las mejores regiones del planeta; y quienes desde un punto más realista matizan el beneficio que España podría obtener por dichas islas. El dibujo utópico que exaltaba la riqueza de la Oceanía hispana dominó el pensamiento metropolitano, de ahí que perviviese hasta el final de la presencia española esa idea estereotipada de riqueza en las tierras limítrofes del Imperio ultramarino. Y bajo esta idea estereotipada los españoles asimilaron la Oceanía como aquel territorio que les pertenecía por las gestas de los grandes expedicionarios que forjaron ese gran imperio donde nunca se ponía el sol. De ahí que, incluso hasta el final del Imperio ultramarino, los territorios oceánicos no supieron pensarse como una pieza separada de América. Pues España empleó como principal proclama para defender su soberanía los derechos de conquista adquiridos por ese imperio de época moderna que se construyó bajo el eclipse de América.
2. Tendencias actuales de la ciencia española a la hora de pensar el Pacífico.
We need to remember that the field’s self-defined area of study—the ‘Pacific’— is a constructed artifact of the discipline. Why, for example, should Pacific historians study large Pacific islands such as New Zealand and New Guinea but ignore the Philippines and Indonesia?” (Why is Australia in some an accounts but not in others?). For those living in Hawai´i, the ‘Pacific’ refers to the islands lying within ‘Melanesia,’ ’Polynesia,’ and ‘Micronesia’ (constructed categories themselves). For others on the West Coast of the United States, the ‘Pacific’ usually includes the Pacific rim —China, Japan, and Korea”10.
….Esta cita de Borofsky muestra como la influencia del entorno que habitamos es crucial para definir nuestro concepto del Pacífico. Los factores políticos son determinantes en esta construcción cognitiva, de ahí que la revalorización actual de este espacio por parte del sistema internacional haya penetrado en la ciencia española para re-pensar la forma de entender esta área geográfica. La evolución del siglo XXI está mermando la añeja consideración de entender la vieja Mar del Sur como la extensión del continente americano. Mas esa transición cognitiva está siendo lenta, al pervivir la vieja concepción de considerar al Pacifico como aquel “lago español” con epicentro en México, como muestra la tendencia de las universidades españolas de incorporar la historia colonial de Filipinas en los departamentos de Historia de América.
….Sin embargo, esta conceptualización del Pacífico (entendido como una extensión de América), ha comenzado a transformarse en los últimos tiempos debido al interés que está suscitando la fachada asiática por la emergencia de estados como China. Asia ha comenzado a abandonar la situación marginal que a finales del siglo XX ocupaba dentro de los estudios de Relaciones Internacionales11. Los escasos especialistas que existían en el área (Florentino Rodao, Pedro San Ginés, Elena Barlés, Pilar Cabañas, etc.), se han multiplicado con el comienzo del nuevo siglo (Miguel Luque Talaván, Ander Permanyer, Guillermo Martínez Taberner, Georgina Higueras, Álex Calvo, Mario Esteban, etc.). Este interés se plasma en las universidades españolas donde en los últimos años han aparecido grados en Asia oriental y se ha incrementado la oferta de estudios de postgrados especializados sobre la región, tendencia que se ha plasmado en la acción exterior del estado español con la fundación de Casa de Asia en 2001, la cual advierte el deseo de España de fortalecer sus redes en otros espacios que se alejan de su tradicional política exterior focalizada en el Mediterráneo y América. Todo ello ha suscitado una transformación de la visión del Pacífico por parte de determinados investigadores españoles, sobre todo los más jóvenes. Estos han abandonado la exaltación de América a la hora de conceptualizar el gran océano mundial para comprenderlo como una región con una realidad heterogénea donde confluye la realidad de sus dos fachadas: Asia y América.
….El incremento del protagonismo de Asia en los estudios académicos españoles ha afectado a Oceanía, al aumentar su interés. Sin embargo, aún se sigue observando como un territorio dependiente al no aflorar y ser prácticamente invisibles aquellas investigaciones que analizan de forma autónoma los fenómenos que acaecen en su seno. La tendencia es hacerlo desde sus dos fachadas, explicando lo que ocurre en la Oceanía como una consecuencia de los fenómenos que aparecen en América y/o Asia. Esta dependencia es una constante de la percepción española desde la fundación del Imperio ultramarino. Sin embargo, en los últimos años apreciamos una transformación de su conector regional como consecuencia del auge de Asia, como indica la proliferación del popular epígrafe “Asia y Pacífico”.
….América eclipsó la percepción del Pacífico en el pretérito y ahora Asia eclipsa a Oceanía. Esta tendencia se palpa en la propia página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España donde se dedica una sección de su Política Exterior y Cooperación a “Asia y Pacífico”. En ella se produce un absoluto protagonismo del primer continente frente a la Oceanía y en la escasa información relativa a Oceanía (que aparece bajo el término Pacífico) existen erratas al esgrimir que las Marshall “formaron parte de la Corona española”12, cuando jamás hubo una ocupación efectiva continúa13. Además, la definición del sistema político de las Palaos por parte de la diplomacia española se hace en los siguientes términos: “El presidente y el vicepresidente son elegidos en tickets separados”14, estructura gramatical ininteligible para el hispanohablante.
….Las incorrecciones de los fenómenos históricos que afectan a la Oceanía hispana por desgracia son frecuentes en las publicaciones españolas. Afirmar que el Imperio ultramarino concluyó en 1898 (cuando se finiquitó a los años siguientes con la venta de las Marianas y Carolinas en 1899 y las islas más meridionales de Filipinas en 190015); iniciar la ocupación efectiva de España en las Carolinas en 1887 (cuando se produjo en 188616); usar la circunscripción de las Marianas como sinónimo de las Carolinas en la catalogación de los archivos históricos; o defender inexistentes derechos soberanos españoles en una serie de islas de la Oceanía aún en pleno siglo XXI17; por desgracia aparecen reiterados en los círculos más eruditos de la sociedad española. Precisamente estos fallos enmascaran la marginalidad de la Oceanía en la ciencia española, dando lugar a que sus mitos se conviertan en realidad.
….Por todas estas razones podemos afirmar que el estudio de ese viejo “lago español” acuñado por Schurz para referirse al Pacífico moderno18, continúa observándose bajo unos esquemas obsoletos que invisibilizan las realidades oceánicas a la hora de comprender sus fenómenos, por el peso de América y Asia. De ahí que la producción española no analice el objeto de estudio como sujeto propio y se halle aislada en los foros internacionales dedicados a los “Estudios del Pacífico”, como prueba su ausencia en la European Society for Oceanist (ESFO).
….La línea de investigación de los Estudios del Pacífico fue iniciada modernamente por Douglas L. Oliver a mitad del siglo XX con la publicación de Las islas del Pacífico, como consecuencia de la influencia del Mediterráneo de Braudel19. Con esta obra se inauguraba una nueva corriente que fue reforzada en los años cincuenta y sesenta del siglo XX con los trabajos de J. W. Davidson y A. Moorehead, y consolidada en los años setenta gracias a las investigaciones de Deryck Scarr, Ernest Dodge, Glen Barclay u Oskar Spate. Actualmente, la producción de las universidades estadounidenses (donde destaca Hawái y Guam), de Fiyi, de Australia y de Nueva Zelanda convierte al mundo anglosajón en líder de este tipo de estudios, con investigadores como K. Matsuda, Max Quanchi, David A. Chappell, Rainer Buschmann, Alison Bashford, Matt Chris Ballat. La fuerza del interés para analizar aquellas áreas con fuertes nexos en el entorno donde se ubican los centros de investigación ha provocado que la región de la Polinesia y Melanesia cope el protagonismo de estos estudios del Pacífico, ayudados por la producción gala, que ha creado un centro de investigación y documentación para la Oceanía (CREDO) para comprender más nítidamente los fenómenos que conciernen a los territorios franceses de este continente. Por consiguiente, la Micronesia (el área de las antiguas colonias hispanas) es la zona que tiene menos protagonismo en estos estudios del Pacífico.
….En referencia a sus estudios históricos, muchas de las investigaciones sobre Micronesia provienen de la única universidad que existe en la zona, la Universidad de Guam, cuya isla copa el protagonismo por su función de epicentro de poder, con investigadores como Rogers, Underwood, Brunal-Perry, Driver, Carano, Cunningham, Farell, etc.20. También encontramos algunas investigaciones procedentes de las universidades de Alemania y Japón que hacen referencia a su dominio colonial (destacando respectivamente la obra de Spennemann y Peattie)21. Finalmente España, como consecuencia del peso del estudio de su Imperio ultramarino en el Pacífico, también posee una tradición de estudios en esta región. Los especialistas hispánicos que han abordado de forma autónoma el pasado de las islas de Micronesia podrían clasificarse en tres grupos: 1) aquellos que ubican su epicentro analítico en los centros coloniales del Imperio ultramarino español; 2) los que se acercan de forma esporádica a la Oceanía; 3) y los especializados en los fenómenos propios de este continente (generalmente centrados en Micronesia).
….El primer grupo sería el más numeroso y en él encajarían aquellos investigadores que han focalizado sus estudios en las redes que España mantenía con Asia y América durante su imperio colonial. Estos investigadores asumen el Pacífico como una extensión del territorio americano y/o asiático, como denota que su autoconcepción de americanista y/o filipinistas (Salvador Bernabéu, Carlos Martínez Shaw, Agustín Rodríguez, Luis Alonso Álvarez, Cristina Barrón, Francisco Mellén, Alicia Castellanos, Emilio Luque, Antonio García Abasolo, Marta Manchado, Miguel Luque Talaván, Juan Gil, Consuelo Varela, Javier Galván, Xavier Baró, Amancio Landín Carrasco, etc.).
….El segundo grupo estaría conformado por académicos que aparcan la temática de la especialización de sus estudios en otras regiones para dedicarse de forma esporádica a algún fenómeno propio de la Oceanía (Florentino Rodao, Emilio Sáenz-Francés, Javier Báez, Luis Serrano y Juan Carlos Llorente, Sandra Montón, etc.)22.
….Los últimos sí se caracterizan por tener un perfil académico en temas de Oceanía, (M.ª Doleres Elizalde; Belén Pozuelo, Paloma Albalá, Rafael Rodríguez-Ponga, Beatriz Moral, Alexandre Coello, David Atienza, Carlos Madrid, David Manzano, etc.)23. Son los menos numerosos. Su tendencia es no centrarse en la investigación de los fenómenos de la Oceanía tras elaborar su tesis doctoral, ya sea por cambio de temática (caso de la representante más destacada, M.ª Dolores Elizalde, quien actualmente focaliza su investigación en Filipinas), o bien por centrarse en otros menesteres (por ejemplo Rafael Rodríguez-Ponga, quien ha destacado por su actividad política); o simplemente porque han sido “expulsados” del ámbito académico universitario de España al no hallar financiación para continuar con sus investigaciones, o la carrera en el cuerpo de profesores de educación superior se ha demostrado impracticable.
….Todo ello ha provocado que haya prácticamente una ausencia de especialistas en relaciones internacionales sobre Oceanía en las universidades españolas. El porvenir no es muy halagüeño, pues no se alientan a los futuros expertos durante su formación a conocer a esta parte del mundo. En su educación obligatoria el estudio del sistema internacional en Oceanía sólo aparece de forma somera a la hora de explicar el fin del Imperio ultramarino español y colateralmente al abordar el fenómeno de la colonización (centrado en los continentes bañados por el Índico, es decir, África y Asia). En este aspecto las erratas sobre los fenómenos propios que acontecen en la Oceanía suelen ser frecuentes. Por ejemplo, en todos los libros de texto que el autor de este artículo ha manejado como docente de secundaria en los niveles de 4.º de ESO y 1.º de Bachillerato (donde el fenómeno del imperialismo decimonónico es parte del contenido curricular) no hay ninguna sola editorial que dibuje de forma óptima un mapa del reparto colonial en Oceanía.
….En la formación universitaria los manuales de referencia a los que acuden los estudiantes del grado en Relaciones Internacionales (Juan Carlos Pereira, Esther Barbé, Paloma García, Celestino del Arenal y José Antonio Sanahuja, etc.)24 plasman esa invisibilidad del papel de la Oceanía en la enseñanza española. Tendencia que continúa en los estudios de postgrado, como evidencia el Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales de la Escuela Diplomática de España, el más prestigioso del panorama nacional. En él se abordaba la geopolítica internacional de todos los continentes poblados de forma detalladas, excepto Oceanía.
….Esa forma de percibir el Pacífico por parte de los estudiosos españoles se aprecia en el trabajo colectivo más importante recientemente publicado en este campo (Neila, 2018)25. En él se atisba la preocupación emergente por Asia, pero ni una sola página dedicada a Oceanía. Por ello no es sorprendente que pasen desapercibidos hechos históricos que han sido determinantes en la evolución del sistema internacional de la época contemporánea, como el protagonismo del continente en los enfrentamientos coloniales de finales del siglo XIX (anexión de las islas Fiyi por el Reino Unido en 1874, el conato bélico en Samoa en 1889, el expansionismo nipón en la Micronesia, etc.); la emergencia a comienzos del siglo XX de nuevos estados como Australia y Nueva Zelanda ante la creación de la Commonwealth británica; el proceso de descolonización de los PICs que condujo a los Estados Unidos a incrementar su poder internacional durante la Guerra Fría en la zona del Pacífico norte; la alianza de Taiwán con las república emergentes en su particular lucha de ser reconocido como el legítimo gobierno soberano de China; el auge de China en el Pacífico (como indica el cambio del huso horario de Samoa a finales de 2011), etc.
3. Conclusiones y Recomendaciones
….Las influencias políticas son claves para dotar de contenido a los conceptos geográficos. De ahí que la revalorización que ha protagonizado el Pacífico en el sistema internacional del siglo XXI haya servido para mermar el viejo esquema colonial hispánico de considerar este espacio como una extensión de América. Esta alteración conceptual está provocada por el auge de los estados asiáticos que han despertado el interés de los investigadores españoles por estudiar Asia como un área con capacidad analítica autónoma. Característica que la ciencia española no extiende al espacio oceánico, el cual está exento de ser entendido como una realidad propia por el peso de sus fachadas a la hora de categorizar el concepto de “Pacífico”. El arraigo de esta perspectiva en la población española impide la integración de su ciencia en las redes de los “Estudios del Pacífico”, Pacific Studies, es decir, la rama científica que estudia el Pacífico como un sujeto propio. El futuro no es muy halagüeño atiendo al contenido curricular que presenta los diferentes estadios de educación en España.
….El estado español debería de “re-pensarse” esta mirada porque está perdiendo una oportunidad clave para fortalecerse internacionalmente en esta zona. Es cierto que el área oceánica es una de las más débiles desde la consideración realista de las relaciones internacionales. Sin embargo, su posición geoestratégica y sus recursos naturales están incrementando la preocupación de los líderes mundiales en esta área, creando nuevos focos de poder en Oceanía. Para vigorizar su posición España debería de aliarse con los instrumentos del poder blanco, usando sus medios culturales (que son cruciales en esta sociedad global por su capacidad para atraer a los habitantes de terceros Estados hacia la órbita de influencia de un estado).
….De ahí que España presente una posición ventajosa en el área de la Micronesia como consecuencia de su largo pasado colonial. Sin embargo, no la rentabiliza porque la interacción que se produce con estos estados se caracteriza por el recuerdo del pasado, dado que España no se preocupa por indagar en su realidad actual. Así lo manifiesta la información que aparece en la página del Ministerio de Asuntos Exteriores que está llena de erratas y existe una carencia de información sobre la realidad de las instituciones políticas de la Micronesia. Probablemente, por interés mutuo, se debería de modificar esta mirada para conseguir mayor rédito en la construcción de relaciones sanas, modernas y provechosas entre el Reino de España, y los países soberanos de Palaos y los Estados Federados de Micronesia, el estado libre asociado de las Marianas del Norte, y el territorio estadounidense de Guam. Para ello, debería aprovechar las estrategias que han emprendido con tan buenos resultados en el espacio iberoamericano, donde la vieja mirada colonial ha sido superada como consecuencia de la exaltación del principio de igualdad.
….Los limitados recursos con los que cuenta la diplomacia española y su tendencia a emplearlos en áreas con mayor protagonismo dentro de sus redes (Mediterráneo, América y Asia) dejarían en papel mojado las recomendaciones de este artículo. Sin embargo, apostamos por aprovechar las estructuras con los que ya cuenta el estado español y usarlas con fines, sin duda y en primer lugar, culturales, pues fortalecer el conocimiento de España es al mismo tiempo fortalecer el “re-conocimiento” de Micronesia. Es más, se podría plantear, al igual que ya ocurre con Filipinas en determinados foros, invitar a estas entidades políticas como parte del territorio cultural compartido, en general iberoamericano. Así podría participar en los programas de formación que España ha emprendido desde los años 90 en América y que tan buenos resultados le han dado. Por ejemplo: extendiendo las becas Carolinas a los estados de Palaos, Marshall, Estados Federados de Micronesia, Marianas del Norte y Guam; incorporando a sus líderes nativos al exitoso programa de la universidad Carlos III; invitando a sus futuros líderes políticos a cursar el Máster ofertado por la escuela diplomática de España, etc.). Corresponde a los poderes públicos del estado llevar adelante actuaciones que los investigadores sólo podemos dibujar de forma teórica.
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1 Andreas Holtz, Matthias Kowasch y Oliver Hasenkamp, “Introduction” en A Region in Transition. Politics and Power in the Pacific Islands Countries, Saarland University Press, 2016, p. 3.
2 , Benjamin Reilly, “Islands of Neglect” en Arc of instability?: Melanesia in the early 2000s, Christchurch, Macmillan Brown Centre for Pacific Studies, 2003, pp..
3 MAEC, Pacífico, 21 de septiembre de 2018,
http://www.exteriores.gob.es/Portal/es/PoliticaExteriorCooperacion/AsiaPacifico/Paginas/Pac%C3%ADfico.aspx. Ingresó el mismo año que Turquía, pues ambos buscaron el voto de los pequeños estados de la Oceanía para conseguir su objetivo de ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lográndolo finalmente España; Vicente Jiménez, “España estará en el Consejo de Seguridad por quinta vez en la historia” en El País, 16/10/2014:
https://elpais.com/politica/2014/10/16/actualidad/1413473495_102653.html
4 David Manzano Cosano, “La España del siglo XXI y su relación con la Micronesia: ¿Una relación que va más allá del viejo recuerdo colonial del Imperio donde nunca se ponía el Sol” en Cuadernos de la Escuela Diplomática, 2017, núm. 59, pp. 175-260
5 Ricardo Padrón, “Sea of Denial: The Early Modern Spanish Invention of the Pacific Rim” en Hispanic Review, 2009, vol. LXXVII, pp. 1-27.
6 Manuel Pérez Lecha, Los últimos años del Galeón de Manila. El ocaso de un mundo colonial hispano en el Pacífico, 1785-1821, Castellón, Universidad Jaume I, 2014 (tesis doctoral).
7 David Manzano Cosano y Rainer Buschmann, “La conceptualización española del Pacífico contemporáneo”, en Revista Americana, 2019, núm. 78, pp. 135-153.
8 M.ª Dolores Elizalde Pérez-Grueso, España en el Pacífico: la colonia de las islas Carolinas, 1885-1889, Madrid, CSIC-Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1992.
9 L. A. Sánchez Gómez, Un imperio en la vitrina: el colonialismo español en el Pacífico y la Exposición de Filipinas de 1887, Madrid, CSIC, 2003.
10 Robert Borofsky, Remembrance of Pacific Pasts: An Invitation to Remake History. Honolulú, University of Hawai'i Press, 2000, p. 25.
11 M.ª Dolores Elizalde Pérez-Grueso, “La investigación sobre Asia y el Pacífico en España, en las áreas de ciencias humanas y sociales” en Anuario de Asia y el Pacífico, 2006, núm. 1, pp. 495- 506.
12 MAEC, Pacífico, 21/09/ 2018,
http://www.exteriores.gob.es/Portal/es/PoliticaExteriorCooperacion/AsiaPacifico/Paginas/Pac%C3%ADfico.aspx.
13 David Manzano Cosano, Las Carolinas: las islas fronterizas que alientan el imperialismo español, Sevilla, Ayuntamiento de Carmona, 2017, p. 127.
14 MAEC (2019), Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, “Ficha del País”, Palaos, septiembre de 2019,
http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/PALAOS_FICHA%20PAIS.pdf,
15 Gaceta de Madrid, núm. 359, de 25/12/1900, p. 1123
http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1900/359/A01123-01123.pdf; Gaceta de Madrid, núm. 29, de 29/01/1901, p. 383, http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1901/029/A00383-00383.pdf.
16 AHN, Ultramar, 5353, 3-5; Archivo Nacional de Filipina: Varias Provincias, Marianas, SDS 4363, 1860-1897, s 199-197, acto de izado de la Bandera de España en Yap, 29/04/1886.
17 Álvaro Van de Brule, “Las islas que España sigue teniendo en Oceanía y otros territorios curiosos del país” en El Confidencial, 11/7/2020, https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-07-11/las-islas-que-espana-sigue-teniendo-en-oceania-otros-territorios_2675440/; Javier Noguera, “Cuatro paradisiacas (y desconocidas) islas de España en el Pacífico donde pasar tus vacaciones este verano” en Público, 29/05/2017, https://blogs.publico.es/strambotic/2017/05/islas-pacifico-espanol/
18 William Lytle Schurz, “The Spanish Lake” en The Hispanic American Historical Review, 1922, vol. 5, núm. 2, pp. 181-194.
19 L. Oliver Douglas, Las islas del Pacífico. Barcelona, Melusina, 2003 (3º Edición, 1º edición 1951); Fernand Braudel, La Méditerranée et le Monde Méditerranéen a l'époque de Philippe II, París, Armad Colin, 1949.
20 Robert F. Rogers, Destiny's Landfall: A History of Guam, Honolulu, University of Hawai`i Press, 1995; Robert A. Underwood, “The Changing of the colonial guard: what do the guarded have to say?” en Notas de la Conferencia pronunciada por el Congresista Robert Underwood, 18 de junio 1998, Guam, MARC, 1998; Marjorie Driver y Omaira Brunal-Perry, Carolinians in the Marianas in the 1800s, Guam, MARC Educational, 1996; Paul Carano y Pedro C. Sanchez, A complete History of Guam. Tokio, Charles E. Tuttle, 1964; Lawrence J. Cunningham y Janice J. Beaty, A history of Guam. Honolulu, The Bess Press, 2001; Don A. Farrell, Tinian. A brief History, Hawaii, Pacific History Parks, 2012.
21 Dirk Spennemann, Edge of Empire. The German Colonial period in the Northern Mariana Islands. 1899-1914, Australia, Retro Spect, 2007; Mark R. Peattie, Nan'yō: The Rise and Fall of the Japanese in Micronesia, 1885-1945, Honolulu, University of HawaiiPress, 1988.
22 Florentino Rodao García, “Oceanía: entre el auge de los países grandes y los apuros de los microestados” en Anuario Asía-Pacífico (1), 2004, pp. 71-80; Emilio Sáenz-Francés, ¿Micronesia Española? Historia de la reclamación española de soberanía en las islas del Pacífico, Madrid, Universidad de Comillas, 2015; Luis Serrano y Juan Carlos Llorente, Las carolinas orientales: 1890. La última victoria española en el Pacífico antes del eclipse, Madrid, LSV & JCLL editores, 2005.
23 M.ª Dolores Elizalde Pérez-Grueso, España en el Pacífico: la colonia de las islas Carolinas, 1885-1889. Madrid, CSIC-Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1992; Belén Pozuelo Mascaraque, Presencia y acción españolas en las Islas Marianas (1828-1899), Madrid. Universidad Complutense de Madrid, 1997 (Tesis doctoral); Rafael Rodríguez-Ponga, El elemento español en la lengua chamorra (islas Marianas), Madrid, UCM, 2003; Paloma Albalá Martínez, “Notas históricas sobre el uso de la lengua española en las islas Marianas” en Cuadernos hispanoamericanos, (631), 2003, pp. 59-70; Beatriz Moral Ledesma, Conceptualización de la mujer, del cuerpo y la sexualidad en Chuuk (Micronesia), Universidad del País Vasco, 1997 (tesis doctoral); David Atienza y Alexandre Coello, “Sobre amnesias y olvidos: continuidades y discontinuidades en la (re)construcción de la memoria colectiva de Guam (islas Marianas)” en Historia social, 2006, núm. 86, pp. 25-46; Carlos Madrid Álvarez-Piñer, Beyond Distances: Governance, Politics and Deportation in the Mariana Islands from 1870 to 1877, Saipán, Northern Mariana Islands Council for Humanities, 2006; David Manzano Cosano, El Imperio español en Oceanía, Córdoba, Almuzara, 2020.
24 Juan Carlos Pereira (ed.), Historia de las Relaciones Internacionales Contemporáneas, Barcelona, Ariel, 2009 (2.º edición); Esther Barbé, Relaciones Internacionales. Madrid, Tecnos, (3.º Edición), 2007; Paloma García Picaso, Teoría breve de las Relaciones Internacionales, Madrid, Tecnos, 2017; Celestino del Arenal y José Antonio Sanahuja, Teoría de las Relaciones Internacionales, Madrid, Tecnos, 2015.
25 José Luis Neila Hernández, Antonio Moreno Juste, Adela M. Alija Garabito, José Manuel Sáenz Rotkos, Carlos Sanz Díaz, Historia de las Relaciones Internacionales. Madrid, Alianza, 2018.