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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Invierno 2020, volumen 7, n
úmero 2

BIBLIOTECA Y ACTUALIDAD
PDF: La educación y el español en Filipinas

LA EDUCACIÓN Y EL ESPAÑOL
EN FILIPINAS


PÍO ANDRADE, JR.
Traducción de Esther Zarzo

1. La leyenda negra sobre el estado de la educación en la Filipinas española
….A los filipinos del siglo XX se les enseñó, o se les dijo, tanto en la escuela como en la prensa, que España promovió el analfabetismo de sus antepasados, pues con su ignorancia garantizaba su sumisión. La responsabilidad fue, en concreto, de los frailes, “quienes, por interés particular, desincentivaron el estudio del español entre los nativos, para así mantener sus cargos e influencia como intermediaros entre el pueblo y las autoridades civiles”. La prueba fehaciente de aquella supuesta insuficiencia educativa y consecuente ignorancia reinante en la Filipinas hispana es el hecho incuestionable de que, a día de hoy, Filipinas es la única excolonia española no hispanohablante. Pero ¿fue realmente así?
….La revolución de 1896, la primera revolución asiática llevada a cabo por un pueblo colonizado para independizarse de su colonizador, niega la acusación de que España no educó a los filipinos, pues las revoluciones no se llevan a cabo por ignorantes, sino por pueblos formados. En realidad, la mayoría de los protagonistas y líderes de la Revolución de 1896 eran ilustrados, es decir, personas cultivadas. La literatura de la Propaganda, así como las comunicaciones de los revolucionarios estaban escritas principalmente en español; y la Constitución de Malolos se debatió y redactó en español. De hecho, la revolución fue posible gracias al conocimiento generalizado del español. En definitiva: el español fue el idioma de la Revolución de 1896 y de la Nación filipina.
….Esta revolución de 1896 es una de las muchas pruebas contra la repetida afirmación de que España dejó de educar, deliberadamente, a los filipinos, en especial, en cuanto a la lengua española se refiere. Dicha afirmación es una gran falacia. La gran mentira que constituye una leyenda negra, la propaganda negra, inventada por fanáticos anticlericales e hispanófobos, por nacionalistas xenófobos, por ideólogos de dudosa ideología, por el sistema público de educación controlado por Estados Unidos y las sociedades misioneras de los primeros gobiernos coloniales estadounidenses. Esta leyenda y propaganda negras, que han causado graves consecuencias negativas en muchas facetas de la vida filipina, deben ser desenmascaradas como lo que son: una tergiversación histórica profundamente destructiva. Tal es el propósito de este texto.
….Según las Leyes de Indias del rey Felipe II, las autoridades españolas en Filipinas debían enseñar a los nativos a leer, escribir y también enseñarles español. Sin embargo, este último objetivo fue casi imposible dadas las circunstancias. Primero, había muy pocos españoles en el archipiélago como para enseñar español en aquel momento. En segundo término, Filipinas, cuando llegó España, estaba habitada por distintas tribus con diversidad de idiomas, costumbres y religiones. En tercer lugar, las barreras geográficas, mares, cadenas montañosas, la exuberante selva virgen y la ausencia de carreteras dificultaron los viajes y la comunicación durante aquellos años. Así pues, los frailes, la avanzadilla de la evangelización y la educación, optaron por aprender las lenguas nativas primero para usarlas como medio de evangelización y enseñanza de los nativos en las escuelas misioneras. Sin embargo, el español se enseñó también a todos aquellos que lo deseaban, entre los cuales destacaban la principalía nativa y los comerciantes chinos, que empezaron a llegar en gran número después del asentamiento español en las islas. España introdujo la primera imprenta móvil del país y con ella Tomás Pinpin, el príncipe de los impresores filipinos, publicó un libro sobre cómo aprender español. En los archivos de la Universidad de Santo Tomás hay tres diccionarios español-chino publicados durante la era española.
….Otra prueba de que la educación lingüística española se llevaba a cabo en el país, ya en los primeros años de la hispanización, es el comercio del Galeón. Ésta era la ruta marítima comercial más larga y peligrosa de la historia que benefició a Filipinas, China y México más de lo que jamás benefició a la España peninsular. El comercio del Galeón habría sido imposible sin una lengua común entre filipinos, españoles, novohispanos y chinos: el español.
….En 1863, con la aprobación de la Ley de Reforma Educativa por las Cortes Españolas, nació el sistema de escuelas públicas filipinas. Se establecieron escuelas segregadas por sexo en cada pueblo para la educación obligatoria de la infancia. La ley también estableció la Escuela Normal para formar maestros y maestras. Todo ello diez años antes de que Japón tuviera un sistema educativo obligatorio y cuarenta años antes de que el gobierno estadounidense iniciara el llamado sistema de educación pública en el país.
….Es importante traer a colación aquí dos estudios académicos sobre el estado de la educación en Asia, incluida Filipinas, elaborados por dos escritores no españoles y no católicos durante el siglo xix. El primero de ellos, del eminente sociólogo sueco Gunnar Myrdal, quien, en su monumental libro de tres volúmenes sobre el drama asiático, escribió también sobre la educación filipina bajo el dominio español, en los siguientes términos:





Los primeros invasores coloniales de Europa en el sur de Asia fueron las dos potencias imperialistas católicas: España y Portugal, las cuales, a diferencia de Países Bajos o Gran Bretaña que llegaron más tarde, tenían una política educativa planificada desde el principio. Pues una de las misiones de dichas potencias católicas, además de la explotación económica, era convertir a los paganos a la fe cristiana. Este deber requería la educación de la gente para que ésta supiera leer y escribir; tal política educativa difícilmente se explicaría si el único fin hubiera sido la explotación comercial y fiscal.
….Esto tuvo su mayor efecto en Filipinas, bajo dominio español de forma continuada durante más de tres siglos y medio. Durante la primera parte del siglo xvii, se sentaron las bases para un sistema educativo de segundo y tercer grado no dirigido exclusivamente hacia la enseñanza religiosa. El sacerdote y los monjes que trabajaban estrechamente con las autoridades civiles empezaron a fundar una red de escuelas primarias donde se impartían materias tanto religiosas como seculares. En 1863, el gobierno colonial español había implementado un programa de educación primaria obligatoria que sería gratuito para todos los niños de entre siete y trece años. Cuando el español desapareció, una generación más tarde, este ambicioso programa estaba lejos de cumplirse. Sin embargo, Filipinas estaba ya por delante de gran parte de las colonias del sur de Asia en cuanto a educación popular se refiere1.

….Otro estudio relevante sobre la educación en Filipinas bajo el gobierno español es del autor británico H. A. Wyndham, quien, en su libro de 1898 Native education in Ceylon, Java, Formosa, The Philippines, French Indo-China and British Malaya, concluye que, de entre todos los pueblos colonizados estudiados, los filipinos eran los mejor formados2.
….Una de las voces más beligerantes que afirman que España no educó a los filipinos fue el historiador, emérito de la Universidad de Filipinas, Teodoro Agoncillo, quien escribió en The revolt of the masses que “cuando los estadounidenses se apoderaron de Filipinas, sólo el 2,5% de los filipinos hablaba y escribía español3. Este porcentaje se tomó del libro de 1880 de Cavada Méndez de Vigo. Más tarde, en su libro de texto de Historia, History of the Filipino People, Agoncillo también afirmó que “es posible afirmar que la tasa de alfabetización de la población nativa se encontraba entre el 5% y el 8%4. Ambas afirmaciones de Agoncillo sobre la alfabetización filipina son incorrectas pues ninguna de ellas puede sustentarse en pruebas fácticas.
….Agoncillo no tuvo en cuenta que desde 1811, con la publicación de Del Superior Gobierno, Filipinas contaba con una prensa regular que difundía la lengua española en el país. Filipinas fue el primer país de Asia en tener prensa regular, y además en español. Tras la intervención norteamericana se multiplicaron los periódicos y libros publicados en español. La mayoría de los periódicos en idiomas nativos tenían secciones en español. La propia Manila, que entonces contaba con casi medio millón de habitantes, tenía tres diarios matutinos en español, y otros tres periódicos, también en español, por la tarde; diarios que no tenían equivalente en otros países orientales.
….Desde 1863, con la aprobación de la Ley de Reforma Educativa en las Cortes españolas, España otorgó a Filipinas un sistema de escuelas públicas con el español como única lengua vehicular. Un gran estímulo para el aprendizaje y uso del español por parte de los filipinos.
….Otro agente promotor de la alfabetización en español fue la población china, pues la comunidad china obligaba a los cabecillas chinos o a los capitanes de barangay a enseñar un español elemental a los nuevos inmigrantes chinos. Tras un mes en estas escuelas chinas los inmigrantes chinos hablaban kastilang tindahan, o caló chino-español, una especie de chabacano español, que fue adquiriendo fluidez, aunque con acento español. Cuando estos inmigrantes chinos se casaron entre sí, dieron a luz mestizos de habla hispana. La población de 100.000 chinos a principios de siglo hablaba español, aunque con diferente competencia, desde el kastilang tindahan de los nuevos inmigrantes chinos hasta el español fluido de los antiguos chinos.
….El crecimiento de la prensa popular, el sistema de escuelas públicas y la población china aumentaron la alfabetización en español en Filipinas en el momento de la llegada de Dewey. Joseph Earl Stevens, un estadounidense que residió en Manila entre 1893 y 1894, dijo lo siguiente sobre el español en el país en su libro Yesterdays in the Philippines:




El español es obviamente el idioma comercial y de la corte y, excepto entre los nativos sin educación que tienen una jerga propia o entre los pocos miembros de la colonia anglosajona, tiene el monopolio en todas partes. Nadie puede vivir sin él, e incluso los chinos vienen con su peculiar variedad de pidgin5.

2. La lengua española en la Filipinas finisecular
….Carlos Palanca, el chino más destacado en las dos últimas décadas del dominio español, nos aporta un testimonio aún más esclarecedor sobre esta cuestión. Palanca presentó un memorando a la Comisión Schurman sobre los productos e idiomas principales de las diferentes provincias, donde enumeró 18 provincias hispanohablantes, 5 parcialmente hispanohablantes, y el resto, hablantes del idioma regional. Las provincias de habla hispana, las más prosperas, estaban profundamente influenciadas por los frailes y tenían una concentración bastante significativa de habla hispana, china y mestiza. Sin embargo, según Stephen Bonsal, corresponsal de guerra estadounidense que viajó ampliamente por Filipinas, los caciques de las provincias no clasificadas como hispanohablantes, o que hablaban muy poco español, sí que lo utilizaban con fluidez.
….Otra fuente reveladora sobre el uso generalizado del español en el momento de la invasión estadounidense fue el hecho de que los soldados estadounidenses tenían que hablar un español vulgar, el llamado “español de bambú”, para hacerse entender por los filipinos nativos.
….Importante referencia también sobre la alfabetización generalizada y, por deducción, del uso generalizado del español en el país, es el censo filipino de 1903. Este censo, pese a no estar dirigido a los habitantes hispanohablantes del país en aquel momento —sesgo al parecer deliberado—, indicó una tasa de alfabetización en Filipinas del 20,2%, incluyendo aquellos que podían leer y escribir en cualquier idioma filipino; y un 44,5 % si se considera los que sabían leer, pero no escribir. Es evidente que esta tasa de alfabetización tiene muy poco que ver con los estadounidenses que llegaron a Filipinas en 1898, cuyo sistema de escuelas públicas dio inicio en 1901.
….Quedan así desacreditadas las declaraciones de Agoncillo sobre el mínimo alcance de la educación y uso del español durante el final de la era española, y desmentidas no sólo por los relatos históricos contemporáneos sino también por el censo filipino de 1903.
….Los libros de texto de historia de Filipinas dan la impresión de que en el sistema de escuelas públicas la transición de lengua vehicular del español al inglés se produjo sin problemas. De hecho, durante la primera década, los burócratas estadounidenses en Filipinas comunicaban a las autoridades estadounidenses en EE.UU. que los filipinos ya hablaban inglés. Pero la realidad es que el español se expandió incluso más en el periodo comprendido entre 1900 y 1920. Una prueba del uso del español en el país en ese momento es el informe privado de 1913 que el profesor Henry Jones Ford de la Universidad de Princeton realizó durante un viaje de seis meses a instancias del presidente Woodrow Wilson, donde refleja lo siguiente:





Sin embargo, hay un aspecto del asunto que debemos considerar. Se me reveló a la fuerza mientras viajaba por las islas, utilizando los medios de transporte cotidianos e integrándome con personas de todo tipo y condición. Pese a que las estadísticas escolares sostienen que el idioma más utilizado por los filipinos es el inglés, nadie lo creería si atiende a sus propios oídos. En todas partes el idioma de los negocios y de las relaciones sociales es el español. Para ser atendido de forma rápida y eficaz, el español es más útil que el inglés, y fuera de Manila es prácticamente indispensable. Los estadounidenses que viajan por las islas lo usan de forma habitual. Es más, desaconsejan usar el inglés. Esta conclusión me ha sorprendido. De hecho, pregunté a un estadounidense que conocí en un barco de vapor entre islas por qué motivo hablaba en español con los mayordomos y camareros, que si era por falta de comprensión del inglés. Me respondió que probablemente muchos de ellos podrían responderle en inglés, pero que recibiría un trato menos amable usando el inglés que el español; pues los filipinos parecen perder sus modales al usar el inglés, volviéndose groseros, vulgares e insolentes6.

….El profesor Ford también destacó el uso generalizado del español escrito en el país al informar sobre la prensa existente:





Hay un valor inequívoco en el hecho de que no existe, en tantas islas como hay, ni un solo periódico publicado en inglés. Todos los periódicos nativos se publican en español y en dialecto. La Vanguardia, el periódico de Manila de mayor tirada, tiene una sección en español y otra en dialecto, y la mayoría de los periódicos nativos de las Islas siguen esta práctica. El Free Press filipino, el periódico de mayor tirada bajo control estadounidense, se publica en inglés y español, y todos los periódicos estadounidenses usan el español hasta cierto punto junto al inglés. El único periódico puramente filipino que utiliza el inglés es el Revolutionary Organ, The Philippine Republic, publicado en Hong Kong, en español e inglés, con el objetivo manifiesto de llegar a los lectores estadounidenses interesados en la independencia de Filipinas7.

….Es relevante mencionar aquí que en una fecha tan tardía como 1930, los diarios españoles tenían una tirada mucho mayor que los diarios tagalos o ingleses. También es importante destacar el hecho que en esa década existían algunas publicaciones periódicas chinas tanto en chino como en español.
….Otra gran prueba de la prevalencia del español sobre el inglés en la Filipinas de 1913 referenciada por el profesor Ford es el incumplimiento de la Ley número 190 promulgada por la Comisión de Filipinas por la cual se imponía el inglés como único idioma oficial en los tribunales y registros a partir del 1 de enero del 1906. Dicha ley fue enmendada varias veces a fin de establecer el español como idioma cooficial junto al inglés en los tribunales hasta el 1 de enero de 1920; y los filipinos y delegados constitucionales hicieron del español todavía idioma oficial en la Mancomunidad.
….El español también fue muy utilizado por los empresarios estadounidenses y chinos. La Pacific Commercial Company, la corporación comercial estadounidense más grande del país, tenía al mejor profesor de español en nómina para enseñar español a los nuevos empleados estadounidenses desde el principio hasta el momento en que llegaron los japoneses. Mientras tanto, las actas de la Cámara de Comercio filipino-china estuvieron en español desde su creación en 1904 hasta 1924, a partir de entonces se utilizó el dialecto chino hokkien.
….En realidad, el español ya estaba muy extendido en el momento de la llegada de los estadounidenses. Si se hubiera utilizado, junto al inglés, en el sistema escolar público filipino controlado por los estadounidenses, los filipinos serían como los puertorriqueños de hoy, hablarían tanto inglés como español.
….En un número de 1925 de la revista rizaliana Isagani, I. de Panay criticó con vehemencia la imposición del inglés a los filipinos como sigue:





Es lo otro, oh Isagani, la pérdida del alma y del idioma nacionales, lo que parte el corazón de una estatua, cuánto más el de tu raza espiritual y ardentísima… Y como el final de la tragedia pone los pelos de punta, alivia ahora tu inmenso dolor, mi buen amigo, y ya te avisará el radio-escucha cuando yo esté en ánimo de referirte el truculento “idiomaticidio” perpetrado en Filipinas8.

….La crítica de I. de Panay a la enseñanza del inglés con exclusión del español en Filipinas es naturalmente catastrofista, pero la opinión es la misma de Edgar Bellairs, corresponsal de Associated Press, quien cubrió la guerra entre Filipinas y Estados Unidos y viajó intensamente por Filipinas. Bellairs, en su libro As it is in the Philippines, criticó la enseñanza del inglés en contra del español en las escuelas públicas filipinas de la siguiente manera:





Lo planteo como una propuesta: si se comienza hoy a enseñar español a miles de niños, en dos años se habrá beneficiado más a esta gente y al país que si continuaran cinco años más bajo el sistema educativo de idioma inglés, porque las masas habrán adquirido un conocimiento más profundo de la historia de su mundo y serán capaces de evaluar a este gobierno9.

….Fue un error excluir la enseñanza del español y su uso como lengua vehicular en el sistema de escuelas públicas de Filipinas bajo los estadounidenses. La exclusión llevó al desconocimiento del español por parte de los filipinos, especialmente de historiadores y periodistas, que podían y debían arrojar luz sobre el distorsionado pasado filipino.
….El actual desconocimiento del español por parte de historiadores y escritores filipinos perpetúa la ignorancia de los filipinos de muchos aspectos positivos y beneficiosos del dominio español en la formación de la nación filipina. Esta ignorancia está detrás del desapego de nuestra herencia española y la pérdida de ese precioso capital de la experiencia humana. Es tarea de historiadores y escritores —una tarea desempeñada de manera admirable y eficaz por el fallecido Nick Joaquín— difundir la necesidad de aprender el idioma español para corregir la historia profundamente tergiversada de nuestro pasado hispano y destruir la leyenda negra que afirma falazmente que el dominio español en Filipinas fue en esencia perjudicial, cuando fue justamente lo contrario.

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1   Gunnar Myrdal, Asian Drama: An Inquiry into the Poverty of Nations, Londres, Penguin Press, 1968: Nuestra traducción: “The earliest colonial intruders in Europe in South Asia were the two Catholic imperialist powers, unlike Spain and Portugal, the Netherlands and Britain, who arrived later, they had a planned educational policy from the beginning. One of their missions, in addition to economic exploitation, was to convert the pagans to the Christian faith. What is important is that this duty was interpreted as requiring the education of the people to read and write – a policy that would hardly have appeared warranted had political power of commercial and fiscal exploitation been the chief and only purpose. This had the most far-reaching effect in the Philippines, which was under Spanish rule continuously for more than three and a half centuries. By the early part of the seventeenth century, the ground had been laid for a system of even a secondary and tertiary education that was not directed merely toward religious teaching. And the priest and monks, who worked closely with the civil authorities, began creating a network of elementary schools, in which both religious and secular subjects were taught. By 1863 the Spanish colonial government had adopted a program of compulsory elementary education that was to be free to all children between the ages of seven and thirteen. When Spanish left a generation later, this ambitious program was far from being fulfilled. Nevertheless, the Philippines was already ahead of most other South Asian colonies in popular education”.
2   Hugh Archibald Wyndham, Native education in Ceylon, Java, Formosa, The Philippines, French Indo-China and British Malaya, Londres, Oxford University Press, 1933.
3   Teodoro A. Agoncillo, The revolt of the masses, Ciudad Quezon, Universidad de Filipinas, 1956: “When the Americans took over the Philippines, only 2.5% of the Filipinos spoke and wrote in Spanish”.
4   Idem, History of the Filipino People, Ciudad Quezon, Malaya Books, 1971: “It is safe to say that the literacy rate of the native population was somewhere between 5% and 8%”.
5   Joseph Earl Stevens, Yesterdays in the Philippines, Londres, Sampson Low & Co, 1898: Spanish, of course, is the court and commercial language and, except among uneducated natives who have a lingo of their own or among the few members of the Anglo-Saxon colony, it has a monopoly everywhere. No one can really get on without it, and even the Chinese come in with their peculiar pidgin variety”.
6   Henry Jones Ford, Report of the Philippine Islands to US President Woodrow Wilson, 1916: “There is however, another aspect of the case that should be considered. I had this forcibly presented to me as I traveled through the Islands, using the ordinary conveyances and mixing with all sorts and conditions of people. Although on the basis of School statistics the statement is made that more Filipinos now speak English than any other language, no one would think of the testimony of one’s own ears. Everywhere Spanish is the speech of business and social intercourse. For one to receive prompt attention, Spanish is always more useful than English and outside of Manila, is almost indispensable. Americans travelling about the Islands, use it habitually. What is more, they discourage the use of English. This was a development that took me by surprise. I asked an American I met on an inter-island steamboat why he always spoke Spanish to the stewards and waiters, and whether they could not understand him in English. He said that probably many of them could but one would not be treated with as much respect using English and not Spanish; that Filipinos seem to loose their manners using English, becoming rude, familiar and insolent”.
7   Ibid.: “There is unmistakable significance in the fact that there is not in all the Islands one Filipino newspaper published in English. All of the many native newspaper are published in Spanish and in the dialect. The Vanguardia, the Manila newspaper of largest circulation, has a Spanish section and a dialect section, and most of the native papers throughout the Islands follow this practice. The Philippine “Free Press”, the periodical of largest circulation under American control, is published in English and Spanish, and all the American newspapers use Spanish to some extent in conjunction with English. The only purely Filipino paper that uses English at all is the Revolutionary Organ, “The Philippine Republic”, published at Hong Kong. It is in Spanish and English. The avowed purpose being to reach American readers in the interest of Philippine Independence”.
8   I. de Panay, “Idiomaticidio”, Isagani, 1925, septiembre, núm. 9, p.24.
9   Edgar G. Bellairs, As it is in the Philippines, Nueva York, Lewis, Scribner & Co, 1902:I lay it down as a proposition that if you start today and teach thousands of children in the Spanish language, in a period of two years, at the expiration of that time, you will have done more good for these people and this country and the masses of them will have a wider knowledge of their worlds’ history and be more capable of assessing this government than they will ever be at the expiration of 5 years under the present English language system”.