Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2020, volumen 7, número 1
ENSAYOS
ESCRITORES Y ARTISTAS
PDF: Paulina Constancia
UN CASO DE ‘PERDIDO Y ENCONTRADO’
PAULINA CONSTANCIA
ARTISTA Y ESCRITORA
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2020, volumen 7, número 1
ENSAYOS
ESCRITORES Y ARTISTAS
PDF: Paulina Constancia
UN CASO DE ‘PERDIDO Y ENCONTRADO’
PAULINA CONSTANCIA
ARTISTA Y ESCRITORA
Era el año escolar de 1987-88 cuando comencé mis estudios superiores en Cebú. Las clases de español ya no eran un requisito para graduarse con una licenciatura. En aquel entonces, me alegraba no tener que cursar español, lo que muchos de nosotros pensábamos que era una pérdida total de tiempo y dinero. ¡Imagínese si tuviéramos que recibir 4-5 clases de español además de las 7 clases de teología que se requerían en la universidad de mujeres católicas! ¡Hubiera parecido que nos estaban entrenando para ser monjas de habla hispana!
….Años después de completar mi licenciatura en comunicación de masas, mi hermana mayor Edna y yo (ambas estudiábamos en los Estados Unidos en ese momento) emprendimos un viaje de un mes por Perú. Me preguntaba cómo me las arreglaría con un puñado de palabras de préstamo de español a cebuano que conozco como: kutsara, tinidor, kutsilyo, banyo, lababo, mais, misa... ¿Estaba segura de que podríamos hacer este viaje por nosotras mismas? Edna me aseguró que conversar con los peruanos no sería un problema ya que ella había recibido algunas clases de español en su universidad en Cebú.
….Cuando llegamos a Perú, me sorprendió, de una manera muy graciosa, que mi hermana se comunicase con los taxistas con la conjugación completa: "Voy, vas, va, vamos, vais, van ... you choose”. Esto demostraba claramente el método de enseñanza del español en muchas de las aulas de Filipinas. Estaba lejos de ser conversacional. A los estudiantes se les hacía pronunciar la conjugación de los verbos. No es de extrañar que muchos de nosotros pensáramos que su estudio era inútil.
….Mientras recibía clases de escultura en San Francisco de California, conocí a toda una gama de hispanohablantes de Argentina, Uruguay, México, Guatemala y, por supuesto, de España. Para comunicarme con estos hispanohablantes, solía emplear algunas de las palabras de préstamo español en cebuano que ya mencioné anteriormente... Ya saben: kutsara, tinidor, etc.; sin embargo, conocer esos sustantivos en español no era suficiente para comunicarse realmente. Se me hizo evidente que era hora de aprender los sustantivos en relación con los verbos y todo lo demás, en fin, era hora de aprender la lengua.
….Antes de regresar a Filipinas, fui a México para aprender más sobre cerámica. Mientras estuve allí, ¡finalmente recibí clases de español! Esto me abrió nuevas puertas: empecé a hablar y comunicarme con los lugareños, a escribir poesía en español, a tratar el lenguaje como un medio artístico y tuve muchas aventuras divertidas con él.
….Esto dio inicio a un nuevo capítulo en mi vida, haciendo obras de arte que se experimentarían junto con la poesía escrita sobre él. Este es el significado del español en mi vida: proporcionó una ventana a mi corazón, a mi alma, me inspiró a expresar mis sentimientos más profundos sin inhibición, me dio la oportunidad de conectarme con latinoamericanos que bailan cuando comienza la música, que hablan de amor, vida y muerte de forma natural.
….Siento como mías las siguientes palabras de Luna Lovegood, el personaje de Harry Potter y la Orden del Fénix: “Lo que perdemos acaba volviendo a nosotros… Aunque no del modo que esperamos”, esto es lo que me pasó a mí con el español. Perdí la oportunidad de aprenderlo en Filipinas debido a que fue eliminado de nuestro plan de estudios en 1987, pero se abrió camino hacia mí (o encontré mi camino hacia él) a través de mi aventura artística en México. A diferencia de los filipinos de antes, quienes se vieron obligados a encontrarse con el español en el aula, el Pinoy actual se encontrará con el español por él mismo y en sus propios términos. Tal vez como seguidor de telenovela mexicana, quizás como mochilero que se encuentra con lugareños de camino a Machu Picchu, a lo mejor mientras trabaja como agente de centro de llamada y proveedor de servicios de salud que sirven a los latinos en los EE.UU. o como cantante de crucero mientras interpreta serenatas a pasajeros de Chile; o quizás como estudiante de posgrado en Madrid que investiga la evolución y la importancia del idioma español en las antiguas colonias.
….De una forma u otra, tarde o temprano, los filipinos, en todos los rincones del mundo y en todos los ámbitos de la vida, se volverán a conectar con el español y sus influencias en nuestra identidad.
….Cuando llegue este momento, el encuentro será voluntario, aumentará la conciencia de los lazos hispanos en nuestro ADN cultural y creará un parentesco más fuerte con la gran familia hispana global de la que formamos parte.
….Años después de completar mi licenciatura en comunicación de masas, mi hermana mayor Edna y yo (ambas estudiábamos en los Estados Unidos en ese momento) emprendimos un viaje de un mes por Perú. Me preguntaba cómo me las arreglaría con un puñado de palabras de préstamo de español a cebuano que conozco como: kutsara, tinidor, kutsilyo, banyo, lababo, mais, misa... ¿Estaba segura de que podríamos hacer este viaje por nosotras mismas? Edna me aseguró que conversar con los peruanos no sería un problema ya que ella había recibido algunas clases de español en su universidad en Cebú.
….Cuando llegamos a Perú, me sorprendió, de una manera muy graciosa, que mi hermana se comunicase con los taxistas con la conjugación completa: "Voy, vas, va, vamos, vais, van ... you choose”. Esto demostraba claramente el método de enseñanza del español en muchas de las aulas de Filipinas. Estaba lejos de ser conversacional. A los estudiantes se les hacía pronunciar la conjugación de los verbos. No es de extrañar que muchos de nosotros pensáramos que su estudio era inútil.
….Mientras recibía clases de escultura en San Francisco de California, conocí a toda una gama de hispanohablantes de Argentina, Uruguay, México, Guatemala y, por supuesto, de España. Para comunicarme con estos hispanohablantes, solía emplear algunas de las palabras de préstamo español en cebuano que ya mencioné anteriormente... Ya saben: kutsara, tinidor, etc.; sin embargo, conocer esos sustantivos en español no era suficiente para comunicarse realmente. Se me hizo evidente que era hora de aprender los sustantivos en relación con los verbos y todo lo demás, en fin, era hora de aprender la lengua.
….Antes de regresar a Filipinas, fui a México para aprender más sobre cerámica. Mientras estuve allí, ¡finalmente recibí clases de español! Esto me abrió nuevas puertas: empecé a hablar y comunicarme con los lugareños, a escribir poesía en español, a tratar el lenguaje como un medio artístico y tuve muchas aventuras divertidas con él.
….Esto dio inicio a un nuevo capítulo en mi vida, haciendo obras de arte que se experimentarían junto con la poesía escrita sobre él. Este es el significado del español en mi vida: proporcionó una ventana a mi corazón, a mi alma, me inspiró a expresar mis sentimientos más profundos sin inhibición, me dio la oportunidad de conectarme con latinoamericanos que bailan cuando comienza la música, que hablan de amor, vida y muerte de forma natural.
….Siento como mías las siguientes palabras de Luna Lovegood, el personaje de Harry Potter y la Orden del Fénix: “Lo que perdemos acaba volviendo a nosotros… Aunque no del modo que esperamos”, esto es lo que me pasó a mí con el español. Perdí la oportunidad de aprenderlo en Filipinas debido a que fue eliminado de nuestro plan de estudios en 1987, pero se abrió camino hacia mí (o encontré mi camino hacia él) a través de mi aventura artística en México. A diferencia de los filipinos de antes, quienes se vieron obligados a encontrarse con el español en el aula, el Pinoy actual se encontrará con el español por él mismo y en sus propios términos. Tal vez como seguidor de telenovela mexicana, quizás como mochilero que se encuentra con lugareños de camino a Machu Picchu, a lo mejor mientras trabaja como agente de centro de llamada y proveedor de servicios de salud que sirven a los latinos en los EE.UU. o como cantante de crucero mientras interpreta serenatas a pasajeros de Chile; o quizás como estudiante de posgrado en Madrid que investiga la evolución y la importancia del idioma español en las antiguas colonias.
….De una forma u otra, tarde o temprano, los filipinos, en todos los rincones del mundo y en todos los ámbitos de la vida, se volverán a conectar con el español y sus influencias en nuestra identidad.
….Cuando llegue este momento, el encuentro será voluntario, aumentará la conciencia de los lazos hispanos en nuestro ADN cultural y creará un parentesco más fuerte con la gran familia hispana global de la que formamos parte.