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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2020, volumen 7, n
úmero 1

ENSAYOS
PROMOTORES CULTURALES

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Enrique Manzano


‘ES FÁCIL HABLAR’

ENRIQUE MANZANO
REVISTA FILIPINA
“La lengua es un instrumento poderoso para forjar y fortalecer la identidad de una sociedad. Al igual que los países latinoamericanos, Filipinas también se sometió a este proceso de hibridación a lo largo de los siglos, el cual fue usado para remodelar las colonias según la imagen del imperio como un reflejo de sí mismo.
….Desde la época colonial hasta la independencia, la lengua española mantuvo un papel imprescindible en la educación de los nativos, aunque, dada la situación geográfica del país, la lengua castellana no arraigó extensivamente por todo el archipiélago filipino. Sin embargo, los trescientos años bajo la Corona Española fueron un momento decisivo que desencadenó la formación de la identidad filipina que se conoce hoy en día. La famosa cita “300 años en un convento y 50 años en Hollywood” de una periodista manileña, Carmen Guerrero-Nakpil, tiende a explicar exactamente las repercusiones que tuvo para el archipiélago del sudeste asiático estar durante siglos bajo la influencia del mundo occidental. En 2021, se conmemorarán 500 años de la llegada de Fernando Magallanes, uno de los primeros europeos en las Islas Filipinas. Y por esta razón, sería un momento oportuno para mirar hacia el pasado lejano, preguntándose qué más queda de la hispanidad en Filipinas y cuáles son los efectos del proceso de la americanización en el esfuerzo para mantener esa identidad hispana que se hace cada vez más extranjera.
….Yo soy parte de esa generación en la que el español perdió su cooficialidad en el país y fue reemplazado completamente por el inglés. A pesar de que había (y todavía hay) esfuerzos por mantenerlo, el idioma se fue (o se va) perdiendo con el paso del tiempo hasta el punto del olvido. ¿Será porque los filipinos consideramos a los españoles como opresores y su lengua como algo elitista aun tras 122 años de independencia, mientras que los estadounidenses fueron los que nos salvaron del colonialismo español? Por mucho que me duela admitirlo, ésta es una de las razones por las que existe un gran desconocimiento, entre los que pertenecen a mi generación, de no querer reconocer esa parte de nuestra historia, pese a que tales huellas aun perduren en las lenguas nativas. Inconscientemente, usamos esas palabras y expresiones incluso sin saber de dónde provienen.
….Mi relación personal con el español ha sido muy apasionante y a la vez controvertida. Tenía 8 años cuando se despertó mi interés por este capítulo de la historia y descubrí un libro que mi madre usaba en el colegio. Fue como si fuera un arqueólogo que se quedó asombrado con su hallazgo. Recuerdo perfectamente bien que era un libro marrón con las páginas manchadas que se titulaba Es fácil hablar, publicado en los años sesenta. Pese a que reconocía algunas palabras, no podía descifrar qué idioma era, y, además, me di cuenta de que mi abuela también hablaba de esa manera, soltando palabras que no entendía. Si no hubiera sido por este ‘accidente’, no lo habría estudiado por mi cuenta. No todos los niños de mi edad en aquel tiempo se dedicarían a aprender una lengua ‘extranjera’, aunque extranjera en relación al español no sería necesariamente correcto sabiendo que este idioma jugó un papel muy importante en el pasado común entre España y Filipinas. Sin embargo, con poco conocimiento del idioma, éste se convierte en algo desconocido y olvidado. Por eso, dediqué mi tiempo al aprendizaje de esta lengua ‘recién descubierta’ para satisfacer mi curiosidad, lo que me llevaría a seguir con los estudios en filología románica muchos años después.
….No obstante, no fue fácil encontrar personas con ideas afines que intentasen recuperar este idioma, especialmente entre la gente de mi círculo. Simplemente no entendían esa idea de bucear en este episodio de la historia que ya no tiene nada que ver con el presente; o más bien se puede decir que preferirían aprender el chino que es más cercano que el español, que se encuentra al otro lado del mundo. Admito que hay una falta de estudios académicos sobre la época colonial en Filipinas en comparación con la de América Latina, y esto es lo que nos impide ganar más conocimiento sobre el tema.
….Después de más de cien años desde la independencia y cinco siglos desde la llegada de los europeos, nos hallamos otra vez en busca de una verdadera identidad filipina y nos confrontamos con la pregunta de si el español mantiene todavía alguna relevancia en la vida cotidiana. Yo diría simplemente que sí. Me parece inimaginable librarnos de estos elementos ya profundamente arraigados en nuestra conciencia colectiva. Es decir, muchas palabras y expresiones que se usan día a día son de origen español. Por muy arcaico y absurdo que parezca, hay que aceptar el hecho de que el español está bien integrado en la mente y en las lenguas filipinas. En la época de la globalización, cuando el inglés gana cada vez más terreno, mirar hacia el pasado nos ayudará a comprender quienes somos y adónde nos llevará el futuro. No deberíamos negar al español la misma oportunidad que hemos dado a la propagación del inglés. Al fin y al cabo, nos beneficiaremos de estos dos idiomas que nos harán descubrir nuevos mundos y así podremos volver a vincularnos al mundo hispanohablante en vez de alejarnos. Personalmente, tengo mucha esperanza en que el español vuelva a las Filipinas, no como una lengua extranjera, sino como una lengua que se hablaba en los tiempos de nuestros antepasados. Suena prometedora la idea, pero la pregunta que nos queda quizás sea la siguiente: ¿estaríamos dispuestos a aprenderlo de nuevo?