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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2020, volumen 7, n
úmero 1

ENSAYOS
ACADÉMICOS DE LA LENGUA

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GGR


EL IDIOMA ESPAÑOL Y YO

GUILLERMO GÓMEZ RIVERA
ACADEMIA FILIPINA DE LA LENGUA ESPAÑOLA


Dedicado a todos aquellos filipinos
a quienes nos robaron nuestra lengua

Estoy en los umbrales del año 2020 y sigo con el mismo y ferviente deseo de denunciar el crimen político perpetrado en contra del estatus oficial del idioma español en Filipinas, burdamente cometido en 1987. Ya pasaron treinta y tres años desde que se consumó este enorme desmán político ejecutado despiadadamente.
….En un estado de pánico incomprensible, de forma presurosa se suspendió la constitución filipina vigente y se declaró un gobierno revolucionario, efectivamente, a través de un innecesario golpe de Estado en contra de todos, en contra de un presidente, Marcos, ya moribundo, y con la inestimable —y accidental como siempre, desinteresada y altruista— intervención de Estados Unidos.
….En fin, como nos han demostrado Vietnam, Afganistán, Iraq y Kosovo, entre otros muchos escenarios de intervención, todo fue teatro de títeres políticos, que ciertamente indigna, indigna hasta la repugnancia.
….Las consecuencias fueron funestas, desde el neocapitalismo descontrolado a la supresión de los principales elementos culturales del país hacia la consecución de analfabetos y mentes sometidas como mano de obra barata. Pero, por encima de todo aquel increíble sainete de mal gusto (adecentado alegóricamente con la pasión de Cristo, tan del gusto filipino, sobre todo de las revoluciones populares filipinas —como bien demostró Rey Ileto—), las cancillerías extranjeras sancionaron el golpe de Estado (como en nuestros días vemos que sucede en Egipto, por ejemplo).
….Y sí, lo recuerdo muy bien, cuando el escenario político estaba cambiando, mandé un mensaje al embajador español don Pedro Ortiz de Armengol pidiendo que España no reconociera al nuevo gobierno. No tardaron en demostrarse las funestas consecuencias y ruina económica y moral de tres generaciones de incautos y despistados filipinos. Y vino luego una comisión constituyente donde, sin delicadezas, se suprimió la oficialidad de la lengua española. Y entonces, el buen embajador de España, amigo nuestro, después de todo, nos dio la razón.
….Los que valoramos el idioma español en estas islas nos sentimos muy mal, desde luego. Después de todo, aquella supresión era un innecesario atropello, porque ir en contra del desamparado idioma español en Filipinas, por aquellos tiempos, no era de urgencia para la mayoría del vilipendiado pueblo filipino. Y yo, desde mi humilde hogar, no quiero morir hasta que la dignidad se cumpla plenamente y que el retorno de la popularidad del idioma español se verifique como, en efecto, hoy se está verificando en buena parte.
….Por eso, y a pesar de los años, seguimos clamando justicia por los fueros del idioma español en Filipinas, y nuestros clamores van siendo escuchados por las nuevas generaciones fatigadas de tantas insensateces políticas que las condenan, cada vez más, al trabajo de esclavos domésticos y a los inferiores puestos de mano de obra barata que, para colmo, se dan en el extranjero. Todo este círculo vicioso para acabar volviendo al país con familias destruidas y seguir siendo pobres y castigados por la agobiante penuria.
….Así que la experiencia personal que experimenté es de pena, a la vez que de un sentimiento constante de enojo que debe satisfacerse tarde o temprano. Como dijo el gran poeta filipino, Fernando Ma. Guerrero, “Y de pena y rabia la maldije en español”. 
….Por lo tanto, mi propia vida de empleado, maestro de escuela y de baile y escritor, amén de ordinario ciudadano filipino en relación con el idioma español, es la de un cruzado, es la de un soldado, un centinela de este idioma que no descansa. Y trabajo de día en día para protegerlo, hablando y escribiendo algo en él en los modernos medios sociales, para dar testimonio de su pertinencia al desarrollo actual de Filipinas y su cultura. Y con este idioma, también propago el baile filipino mediante la compañía de baile nacional, Bayanihan, que ha sido muy eficaz.
….El idioma español, para mí, es una meta vital, ha sido mi vida, y queda la posibilidad de que mi quehacer personal por él, por más limitado, siga rindiendo frutos y resultados. Tengo otros planes, otras estrategias por realizar y mis otros planes se enderezan para seguir adelante con esta cruzada, porque tienen ahora más trazas, más posibilidades, de traducirse a la realidad porque, sencillamente, sigo trabajando, de día en día, y no he de parar, pesen más años encima, hasta ver coronada la lengua española en el lugar que merece en este archipiélago magallánico.
….Y lo que ahora mucho me alegra, lo voy a reiterar, es que ahora cuento con la asistencia y colaboración de los que antes eran mis alumnos de lengua y bailes españoles.Y aunque peque de inmodesto al decirlo, también soy Presidente de la Academia Filipina correspondiente de la RAE, y la esperanza de trabajar más acertadamente por este querido idioma no puede ignorarse ni descontarse.
….Al final, estos esfuerzos individuales, unidos a los esfuerzos de tantos otros que también trabajan, asegurarán el triunfo del español, como no puede ser de otro modo, para el futuro de Filipinas en el siglo XXI.