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Revista Filipina, Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Primavera 2015, Vol. 2, N
úm. 2

B
IBLIOTECA
PDF: Boxer Codex (III)
PDF: Revista Filipina–Primavera 2015


BOXER CODEX (III)

Edición moderna de
ISAAC DONOSO




[DESDE LA PÁGINA 89R A LA 116R]

Las costumbres, modo, manera de vivir y secta de la gente del Maluco

[89r] Son hombres membrudos y dejan crecer la barba y bigote, de buena presencia y en su lengua muy cortesanos y de presunción, y se tratan bien sus personas. Vístense al modo de los indios de la isla de Luzón, excepto que se visten de seda y almaizales y otros lienzos finos de la India.
      Traen por armas espadas y paveses, pechos, celadas, capacetes, escopetas, cotas, versos, dardos de hierro y de palo, y otra manera de armas que llaman turanas que son enastadas, y el hierro con sólo un filo, que son arrojadizas, de media vara de largo. Y tienen otras armas a manera de fisgas y arpones. Y al tiempo de pelear salen con los mejores vestidos que tienen y con plumas y turbantes y con mucha bizarría.
      El traje de las mujeres es vestido corto hasta media pierna con sus juboncillos con mangas muy largas que en el brazo hacen muchas arrugas. Y las mujeres principales traen unos juboncillos de terciopelo con media manga, y en las muñecas y brazos muchas manillas de oro, plata y perlas, y en la frente una cintilla o apretador con mucha pedrería y perlas de precio. Son mujeres de buena estatura, gordas, frescas, hermosas y muchas de ellas blancas.
      Los reyes moros tienen cuatro mujeres principales, que los hijos de éstas heredan el reino. Aunque fuera de estas mujeres tienen otras muchas, hijas de principales, y no reparan [89r] en que sean sus sobrinas y primas, porque no respetan sino a madre y hermana.
      La ley que tienen es la de Mahoma. Tienen sus mezquitas, guardan por fiesta el viernes y tienen por costumbre de que vayan pocas mujeres y, las que acuden, van después por las casas de los principales a predicar la secta a las mujeres y niños. Y las oraciones que hacen y fiestas que guardan en el discurso de cada día no se encuentra con una ley sino en el tocar del avemaría al anochecer, porque ellos rezan una vez antes que amanezca y otra después de mediodía.
      Tienen su cuaresma cada año por el mes de agosto desde que sale la luna nueva hasta que salga otra. Su ayuno es no comer en todo el día desde que entran las estrellas hasta que salgan, ni lavar la boca ni escupir sino fuere el enfermo o el que trabajare.
      Tiene esta gente una fiesta después de la cuaresma, que se junta toda la gente más comarcana del lugar donde el rey vive y le trae en escuadrón a la mezquita, repicando muchas campanas y disparando artillería, y haciendo otros géneros de holguras con atambores a su usanza. Sacan en esta fiesta un cabrón grande y barbado y lo suben a la mezquita, donde lo tienen mientras se les predica la secta.
      Ocho días después, tienen otra fiesta donde se juntan todos los principales y deudos del rey, y todos ellos le hacen un banquete con mucho género de [90r] instrumentos, y con comidas y majares de todas suertes, llevándolo en hombros y andas y con arcos triunfales.
      No se entierran en las mezquitas sino en las pertenencias de sus casas y huertas.


La más verdadera relación que se ha podido tomar de los javos
y su modo de pelear y armas es de esta manera

[93r] Los javos son de la color de estos moros, algo más fornidos. Andan mutilados, quítanse la barba, y el que tiene bigote lo deja crecer, lo demás todo lo quitan.
      El vestido que traen es una ropa cerrada, escotado el cuello con mangas largas hasta la muñeca, y cerrada larga hasta la rodilla poco menos que un jeme, y al cuerpo ceñida una manta que le de tres o cuatro vueltas larga hasta la espinilla y más baja. Y la ropa y manta de la color que a cada uno le da gusto. Y en la cabeza una toca larga, que le da vueltas a la cabeza. Este hábito traen en paz y guerra, salvo que en la guerra, como la manta es larga, la recogen por entre las piernas, recogiéndola a la cintura. No traen zapatos ni otra cosa.
      Las armas que tienen para pelear es pica y rodela; la rodela embrazada y la pica con ambas manos asida; las rodelas de ellas redondas grandes, y de ellas como pavés largo. Traen una daga larga de dos palmos que se llama kris; es el hierro de ella culebreado. Por la mayor parte traen yerba en el hierro de ella, y la herida que con ella dan si, trae yerba el kris, es de muerte. El hierro de la pica es ni más ni menos culebreado como el kris. Y al cabo que su contrario le da picazo, si le pasa el cuerpo vase metiendo, ya dando por el asta hasta llegar a herir a su enemigo si puede. Asimismo algunos de ellos traen alfanjes largos como cuchillos, de monte corvado, y tráenlos con una anta que cuelga del hombro como tiracuello.
      Suélense hacerse amucos, y el hacerse amuco es para ir a morir, y es de esta manera. Sángranse, y esta sangre échanla en agua, vino, y beben de ella y toman cierta yerba que se llama antion, que es de grandísimo vigor y fuerza [93v] que los saca de sentido y alborota, y pone furor. Y de esta manera acometen a sus enemigos diciendo amuco amuco. De esta manera han de vencer o morir.
      Traen versería en sus navíos. Arcabuz no le usan sino es que entre ellos hay otra nación que lo use, y se junten de concierto para contra otros. No tienen armas defensivas ni se sabe que las traigan y, si algunos las traen, que son mandadores, traen unos como coseletes hechos de cuero de carabao.


Derrotero y relación que don Juan Ribero Gayo, obispo de Malaca,
hizo de las cosas del Achen para el Rey nuestro señor

Capítulo 1

[101r] Primeramente el Achen tiene una punta de la parte del poniente que se llama por los mareantes oest, la cual los naturales llaman panchor. Y de esta punta a la barra de Achen habrá cinco leguas poco más o menos, aunque en la carta haya mayor distancia. Y desde la dicha punta para el oriente está la costa del Achen hasta la barra que por los mareantes se llama lest. Y esta punta está en cinco grados poco más o menos de la parte del norte, y adelante de la dicha punta la isla de Sumatra, de esta banda para el sureste. Tiene otra punta que se llama la punta de Sumatra, que es la punta de la contracosta. Y de la una punta a la otra habrá distancia de diez leguas, y entre ellas hay poblaciones y riachos de que en el capítulo siguiente se trata.


Capítulo 2
De las poblaciones y riachos que hay entre la punta del Achen
y la de Sumatra, a la parte del occidente

      De la punta del Achen hacia el occidente, distancia de una legua y media, hay una bahía pequeña que se llama Matalacuña, donde van los pescadores del Achen a pescar. Habrá en ella diez brazas y no se puede surgir allí por la mucha piedra que tiene. Y desde la dicha bahía hacia el occidente hay una punta Aertauar donde hay huertas y palmares y hasta cincuenta casas [101v] y una centinela para los que caminan. Y tiene fuentes donde se puede hacer aguada de marea llena. De esta punta de Aertauar para el occidente está un riacho pequeño que se llama Daya, donde no puede entrar embarcación ninguna por las muchas piedras que tiene en la barra. Y tiene una población de seiscientos vecinos y muchas huertas. Y desde la dicha punta de Aertauar hasta Daya hay distancia de tres leguas. Y en toda esta costa se puede surgir a la mar de Daya. Hacia el occidente, cuatro leguas, está la punta de Sumatra, donde también hay algunos riachuelos y huertas y casas de todas las poblaciones declaras en este capítulo. Se navega para la población del Achen, y desde la dicha punta de Sumatra por la otra parte, comienza la contracosta donde hay muchas poblaciones, ríos e islas, como es Barros priamao y otras, semejantes de donde navegan para el Achen.


Capítulo 3

      En lo alto de la dicha punta del Achen, distancia de un tiro de arcabuz de la mar, hay una estancia a manera de baluarte, donde están algunas cámaras y centinela con cuarenta hombres que, según las embarcaciones que vienen, así hacen señal a la población del Achen por esta orden, si es nao de paz. Por las señales que ven disparan dos tiros y la fortaleza de la barra responde [102r] con otros dos. Y si es de guerra y desconocida por suya de ellos, tiran cuatro tiros a la fortaleza de la barra. Responde con otros cuatro, y luego la gente de la población se pone en arma y acuden a la barra, y solamente en la punta donde están las dichas cámaras, hay casas donde se recoge la gente de la centinela. Y desde la mar para la dicha punta no se puede desembarcar ni ir gente, y de la parte de tierra. Toda la dicha punta es alta y servida hasta que va a dar abajo en lo llano, y de ella hay caminos por tierra para la población del Achen.
      Desde esta punta del Achen a la mar, está una isla pequeña que se llama Pulochichen, que tendrá media legua de box. Y de la dicha punta a la dicha isla habrá un cuarto de legua, y entre ellas pasan embarcaciones pequeñas que vienen de la barra Manancauo, Barros, Daya y otros lugares de la contracosta, y de algunas islas que están a la mar hacia el poniente, donde dicen que está una isla que el señor de ella tendrá diez naves de oro. Y de marea llena o de menguante corre el agua con tanta fuerza entre la dicha punta y la isla, que contra ella no puede pasar embarcación alguna. Y si alguna pasa por donde la corriente va, pasa, llegada a la dicha isla, porque de la parte de la punta de la tierra hace el agua en aquella ensenada un remolino tan grande que peligran las embarcaciones que dan en él. Y desde la dicha isla de Pulochichen a la mar está otra isla que se llama [102v] Pulonousa, de que abajo trataremos. Y entre estas dos islas habrá distancia de casi media legua, donde se hace un boquerón por donde entran naos grandes, principalmente las de Meca, Camboya y Daabul, cuando desgarran para aquella banda con los vientos y corrientes, y no entran las dichas naos sino de día y con marea llena, por causa de unas piedras que están de medio boquerón, para le tomar a ir bien por él a la barra del Achen con la proa al leste sureste, y se han de llegar a causa de las dichas piedras más junto de la dicha isla de Pulochichen.


Capítulo 4

      De la dicha punta del Achen para el oriente está una isla pequeña que se llama Pulanuesa, distancia de media legua. Y desde la dicha isla a tierra habrá un tiro de camelete, en la cual están dos casas y un poco de agua que mana. Y de noche velan en esta isla las personas que de día velan en la dicha punta del Achen, como queda dicho en el capítulo tercero.


Capítulo 5

      Desde la punta del Achen, que es de la parte del poniente, hay otra isla pequeña, que está hacia la barra, y se llama por los acheneses Puloancasa. Habrá una legua. Y desde esta isla a la de Pulonuesa, media legua, en la cual isla de Puloancasa [103r] está una casa de romería de los moros, y la guardan continuamente cinco o seis hombres acheneses. Asimismo hay en la dicha isla un poco de agua que nace de que beben y hay palmeras de esta isla de Puloancasa. Hasta la tierra es playa, y habrá casi un tiro de camelete, y pueden entre esta isla y la tierra surgir galeras y fustas porque hay más de cuatro brazas de agua, y de marea vacía y llena. De esta playa hasta la barra del Achen es arena, por lo cual se puede siempre desembarcar por toda la playa y, cuando desembarcaren, será en embarcaciones pequeñas, porque salga la gente a pie enjuto, porque quien ha de pelear y caminar conviene que salte en tierra con su persona y pólvora enjuta. Y haciendo olas grandes de necesidad, se han de ir a desembarcar entre la dicha isla de Puloancasa y la tierra.


Capítulo 6

      Yten de la dicha punta del Achen hasta la dicha isla de Puloancasa como arriba queda dicho hay una legua y, de la dicha punta del Achen hasta la dicha isla, puede surgir la armada ajustada, así de la punta del Achen y de la tierra de la punta, como de la isla de Pulonuesa, más de media legua hacia el oriente, escorándose en los ponientes, porque habiendo levantes, dará la armada en la costa y se guardarán de sufrir junto de la [103v] dicha punta del Achen más de la dicha media legua, porque cuando corre el agua para dentro o para fuera, hace grande remolino hacia la parte donde el agua corre, y estando ahí algún navío peligrara. Y asimismo se guardaran de surgir en la punta y en toda su ensenada cerca de tierra, y de la dicha isla de Pulonuesa, porque hay mucha piedra. Y entre esta isla de Puloancasa y la punta del Achen habrá más de cuatro brazas de agua hacia la mar, más hasta quince y veinte, y hay alguna piedra debajo del agua, por lo cual conviene tener cuanta con las marras, porque no se corten. Y adviértese que no solamente de la dicha punta del Achen a la isla de Puloancasa a la mar hay de quince brazas para arriba, mas de la dicha punta hasta enfrente de la barra del Achen hay de las dichas quince brazas para arriba. A la mar y a la tierra hay tres y cuatro brazas de buen fondo para surgir, y de allá la mar multiplica hasta quince y más todo de buen surgidero. Y débense de amarrar bien por las corrientes grandes y los noroestes y vientos que vienen de aquella banda.
      La dicha isla de Puloancasa de la banda de la mar hace un arco y, por la parte de la tierra, es casi derecha, y es de mediana altura, que abriga las embarcaciones que surgen junto a ella, excepto de los vientos levantes, que son muy peligrosos [104r] en aquella costa, y toda puede amparar los navíos que estuvieren entre ella y la tierra que serán galeones, galeras y fustas. A la mar de esta isla está otra que se llama Pulonousa, de que en el capítulo 3º se hizo mención, donde se va a cortar madera para casas y piedra para las sepulturas de los difuntos moros. La cual isla de Pulonousa está, con la de Puloancasa, norte sur tres leguas grandes. Y junto a la de Pulonousa no hay surgidero alguno salvo cuando han de mandar el boquerón de que en el capítulo 3º se trató, porque de frente del dicho boquerón hay surgideros de una parte y otra, donde surgen las naos que esperan por las mareas para entrar, o decaen por el dicho boquerón, como en el dicho capítulo queda dicho.
      Será esta dicha isla de Pulonousa de tres leguas en circuito, y de ella hacia el levante está otra isla que se llama Pulooe, que es la isla de los desterrados, como media legua, y está casi norte sur con la barra del Achen, de manera que por esta isla no se puede errar la barra del Achen. Y de esta isla a la de Puloancasa serán tres leguas y media, y están la una con la otra casi nordeste sudoeste.
      Esta isla de Pulooe tendrá de box casi tanto como la de Pulonousa, y hay en ella población de los desterrados, y hay palmas, areca, betel, plátanos, agua y ñames. Y van a ella desde el Achen [104v] algunos paros a comprar y vender, y no hay surgidero cierto junto a la dicha isla, más bien lo puede haber de la banda del sur, pero surgiendo las naos con los vientos noroestes que vienen por encima de la isla (enfermara de calenturas toda la gente), y de la parte del poniente, que es desde la barra hasta la dicha punta del Achen no hay más islas que las dichas.
      Hay asimismo una laja negra a que los de allí llaman Puloburo, que de madera llena y vacía, parece maza con el agua, donde siempre la mar está quebrando. La cual laja, cuando se va a tomar la barra del Achen que da a la parte del Achen la isla de los desterrados y, estando surtos en la barra, demora la dicha piedra al norte. Yten apartado de las dichas islas hay surgideros como se declarará adelante en el capítulo 9. Y no hay otras islas desde la dicha punta hasta la dicha barra excepto las de Gómez Pola, que se demoran a la mar de la dicha barra para la parte del norte cinco y seis y siete leguas de tierra, sonde arboledas y sin gente.


Capítulo 7

      De la dicha isla de Puloancasa a la mar se podrá surgir, mas será con mucho trabajo, por causa de las grandes corrientes y vientos nortes y otros que vienen de la banda de los noroestes [105r] y no hay abrigo alguno.


Capítulo 8

      Por entre estas islas, aunque las vean apartadas las unas de las otras, no entrara navío alguno de alto bordo, porque corre mucho riesgo de se perder por causa de las muchas piedras que tienen, excepto por el boquerón que está declarado entre Pulonousa y la isla de Pulochichen, que están de frente de la punta del Achen.


Capítulo 9

      Declárase más, que desde la punta del Achen hasta la dicha isla de Puloancasa y, de esta isla hasta la barra del Achen, y desde la barra dos leguas al oriente, todo es surgidero y, cuanto más llegado a la tierra, tanto mejor y, con los vientos noroestes, dan las naos a la costa, sino están bien amarradas. Y éstos son los que cursan más en esta costa, y asimismo los nortes nordestes lestes y oestes, perjudican alguna cosa, más no tanto como los noroestes. Y cuanto más a la mar surgen las naos, tanto mayores son las corrientes y las mareas, y así se declara que entre la dicha isla de Puloancasa y la tierra pueden surgir galeones, galeras y fragatas amparados de los noroestes y oestes, y que de la dicha isla de Puloancasa a la mar también se puede surgir de la manera que arriba es declarado. Y así también entre la isla de los desterrados y la de Pulonousa se podrá surgir apartado de ella [105v] así de la parte de la mar junto de la tierra.


Capítulo 10

      Yten declárase más, que hay algunos truenos y aguaceros en esta costa, no tan frecuentados ni tan peligrosos como es fama entre nos, y la mayor parte de ellos vienen por encima de la tierra. Y la luna de mayo es muy peligrosa por ser entrada del invierno. Y en el mes de junio son tantas las aguas que bajan de las sierras de la mucha lluvia, que sale el río de madre, y anega toda la población, creciendo dos y tres palmos sobre la tierra, y dura dos y tres días. Y en el mes de septiembre vienen otras aguas semejantes a éstas por ser invierno en los dichos tiempos.


Capítulo 11

      Declárase también que desde la dicha punta del Achen hasta la isla de Puloancasa es todo playa de arena de buen camino, y hacia dentro hay huertas y palmares, campos y sementeras de arroz, y algunas cosas más. No hay río ninguno que impida el camino, y hay caminos para la ciudad, principalmente uno que comienza de la playa de Puloancasa, derecho de la isla hacia tierra, el cual es muy frecuentado y sabido de los moros que vienen en romería a la casa que está en la dicha isla, que es medio día de camino a la dicha población, y podrán ser tres leguas a la dicha población del Achen. Por el cual camino hay casas y huertas [106r] y está la aldea que se llama Muaesa, que estará a medio camino para la población del Achen. Y en todo este camino no hay río ninguno, salvo dos riachuelos, el uno el de Indergit, que adonde se viene a pasar por este camino tendrá un palmo de agua. Y pasada la dicha aldea de Muaesa está otro que se dice de Coalasaban, el cual será de altura en este lugar de dos palmos y medio poco más o menos. Y toda la gente que va a la dicha romería pasa el dicho río a pie, de marea vacía, como también se pasa el de Indergit, y podrá haber del uno al otro una legua, y desembarcándose la gente de la armada en la playa de frente de la dicha isla de Puloancasa, ha de venir por el dicho camino a parar a la dicha aldea Muaesa, y ha de pasar forzosamente por en medio de ella, y de ahí ha de ir para la población como se declara adelante en el capítulo 17. Y nota que, desembarcándose la gente desde la dicha isla de Puloancasa hasta el dicho río de Coalasaban, siempre por todos los caminos ha de ir a buscar la dicha aldea Muaesa y, de ahí ha de ir para la población del Achen. Y en toda la playa es buen desembarcadero, y tiene caminos para la dicha aldea de Muaesa, mas no haciendo olas ni vientos. El mejor desembarcadero es entre el riacho de Indergit y Coalasaban, y haciendo vientos y olas, forzosamente se ha de desembarcar entre la dicha isla de Puloancasa y la tierra.


Capítulo 12

      Yten desde la dicha isla de Puloancasa por la playa de la mar hasta un riacho que está en la playa del Achen, que se llama Indergit, será una legua. Y este riacho tendrá de anchura menos de un tiro de piedra. Y cerca de él por la tierra adentro, distancia de un tiro de ballesta está una trinchera de tierra ya vieja, que sirvió de tener artillería, y ahora está yerma. Y asimismo hay huertas y casas, tierras y sementeras de arroz. Y junto de este mismo río por toda la playa hay caminos que van a dar al camino de Muaesa, de que queda hecha mención, que es de la dicha isla de Puloancasa para la población del Achen. Y desde la dicha isla por entre las dichas huertas y sementeras hay caminos, y por entre las mismas huertas pueden ir a dar en el dicho camino y entrada que va de la dicha isla de Puloancasa para la población del Achen, de manera que en toda esta playa es desembarcadero, como arriba está dicho, y por cualquier parte de ella se puede ir a buscar el dicho camino para la dicha aldea de Muaesa y población del Achen.
      Y declárase ser todo desembarcadero cuando no ventaren los vientos de la mar, que es de la banda del norte, porque los dichos vientos hacen grandes mares y forzosamente se ha de ir a desembarcar en la playa, entre la isla de Puloancasa y la tierra, como atrás queda declarado.


Capítulo 13

      Yten de este riacho de Indergit hasta [107r] otro riacho mayor que se llama Coalasaban, que está hacia la banda del Achen, menos una legua y media, el cual será de anchura un buen tiro de piedra y de aguas vivas, podrán entrar fuste e ir por él arriba hasta la aldea de Muaesa. Este riacho de Coalasaban no se puede pasar a pie junto a la mar, aunque sea de marea vacía, pero como ya arriba queda dicho, este riacho de Coalasaban se puede pasar a pie de marea vacía, en otros lugares, distancia de una legua de la mar. Y entre estos dos riachos junto a la playa y por la tierra adentro hay palmares y sementeras de arroz, y por cualquier parte de la dicha playa junto al dicho río, de una parte y de otra hay caminos para la dicha aldea de Muaesa, así y de la manera que está declarado del río y playa de Indergit. Y desde la playa de este riacho de Coalasaban hasta la dicha aldea de Muaesa habrá más de dos leguas y media. Y adviértese que después de la gente desembarcada, se pueden llevar por este río mantenimientos y artillería y otras cosas en fustas hasta la aldea de Muaesa, con marea llena de aguas vivas. Y asimismo que no habiendo vientos que hagan mares entre estos dos riachos, es el mejor embarcadero de todos.


Capítulo 14

      Yten este riacho de Coalasaban a la barra del Achen habrá más de legua y media, que también es de buena playa, y por la tierra adentro [107v] es de palmares y huertas y sementeras de arroz, y tiene caminos aunque lodosos, para la población del Achen. Y de toda esta playa de Coalasaban para la playa cuanto más se llega la barra, tanto más lejos poca distancia queda a la dicha aldea de Muaesa, que a las otras playas atrás declaradas. Y en la entrada de este riacho de Coalasaban hacia la barra del Achen por el río adentro, distancia de un tiro de arcabuz, está una trinchera de piedra muy vieja y derribada que no tiene fortificación ninguna. En esta playa también se puede desembarcar como en las otras, excepto haciendo vientos de la mar que es de la banda del norte, como en las otras playas se declaró. Y desembarcándose de este riacho de Coalasaban para la barra no es tan buen desembarcadero como los que atrás quedan declarados por causa del lodo, y ser los caminos más embarazados.


Capítulo 15

      Por lo cual declara Diego Gil por haber estado muchos años cautivo en el Achen en poder del rey, y continuamente espiar, velar y pensar en este desembarcadero para dar a nos, don Juan Ribero Gayo, mejor relación de las cosas del Achen, que todos los otros con quien hasta el presente las comunicamos y con más verdad, el mejor desembarcadero de todos ser desde la playa que está de frente de la isla de Puloancasa hasta el dicho riacho [108r] de Coalasaban, por ser toda playa limpia, salvo haciendo vientos que levantes mares, porque entonces forzosamente se ha de desembarcar entre la dicha isla de Puloancasa y la tierra, como atrás queda dicho, porque de cualquier parte de la dicha playa para la dicha aldea de Muaesa, todos son muy buenos caminos y, cuanto más junto al río de Coalasaban se desembarcare, tanto más cerca queda de la dicha aldea de Muaesa y de la población del Achen. Y el mejor camino de todos es desembarcar junto del dicho riacho de Coalasaban, de la banda de Indergit, y caminar siempre derecho a Muaesa y a la población del Achen.


Capítulo 16
De las cosas que están en la barra del Achen de la parte del poniente

      En la barra del Achen está un baluarte de tapia de tierra cuadrado, y tiene alguna artillería, el cual estará apartado del río un tiro de arcabuz, y de la mar medio tiro de camelete. Será el dicho baluarte de dos brazas y juega a la playa, barra y parte del río y alrededor, lo que alcanza la dicha artillería, y estará de la población del Achen tres leguas. Entrando fustas por la barra junto a la playa, las ofenderá poco la artillería, por estar lejos junto a este baluarte un tiro de piedra de la banda del sur. Entra del propio río junto a la barra en estero que va por la tierra adentro poca distancia y se vuelve a meter otra vez en el río casi una legua [108v] de la población del Achen. Y en la isla que hace este estrecho hay algunas casas de pescadores, y algunos plátanos y árboles salados; hay más por la orilla del río del dicho estrecho para la población, un estero angosto que atraviesa del río de un lugar que se llama Canpunpegu, y se va a meter entre las huertas y casi llega al río de Coalasaban. Y se pasa cerca del dicho lugar de Canpunpegu por una tabla de casi tres brazas de largo. Y de esta parte de la punta del Achen hasta la barra no hay otra aldea alguna sino la que está declarada que es Muaesa.
      Y cerca del río algunos lodazales salados trabajosos de caminar, por lo cual junto al río no es buen desembarcadero, como está dicho. Y el camino del dicho baluarte para la población del Achen, o es por el mismo río en paraos, o por la otra banda del río de la parte de oriente, que es el camino bueno, y pasan el río desde el dicho baluarte en paraos, como abajo se declarará.


Capítulo 17

      Llegando a la aldea de Muaesa por cualquiera de los desembarcaderos que quedan declarados, porque por cualquiera de ellos que se desembarcare de necesidad se ha de ir a buscar por divisa y señal la dicha aldea de Muaesa, para desde allí ir a la población del Achen, el mejor desembarcadero, como ya también queda declarado es la playa que está junto de Coalasaban [109r] de la parte de Indergit. Y tamto que llegaren a la dicha aldea de Muaesa caminarán desde ella para la dicha población del Achen por esta orden. La dicha aldea está en medio de un campo, antes de pasar el vado del riacho de Coalasaban, pues caminarán por en medio de ella y, yendo por el dicho campo al oriente, pasarán el dicho vado de Coalasaban, desde el cual hay tres caminos. Uno de ellos cae a la mano izquierda, y va a dar a Canpundagao, y por éste no se ha de ir aunque es buen camino. Otro cae a la mano derecha, y va por entre las huertas a dar en la cerca del rey por la banda del poniente, y no es bueno por ser de mucho lodo. Hay otrora uno por medio, y éste se ha de tomar e ir tan por él hacia el oriente, a demandar una punta de huertas que sale para el dicho campo un tiro de ballesta, más que las otras que quedan a la mano izquierda. Y dejándola a la mano derecha más de un tiro de arcabuz, y puestos con ella norte sur irán a demandar donde la dicha punta comienza de salir hacia el campo, y de allí derecho las huertas donde hallarán un camino que yendo por él entrarán en el camino que va por entre las huertas a la población del Achen. Y puesto que vean otras puntas de huertas no las sigan, sino solamente la dicha punta que demora al leste oeste, que es de la banda del oriente hacia mano derecha. Y es la postrera que está más para la banda de la dicha aldea de Muaesa. Y si vieren otras puntas que demoran [109v] al lest nordeste, que es sobre la mano izquierda, no las tomen, aunque estén al oriente, y solamente la dicha punta tomarán. Y en llegando al camino ancho irán por él al oriente por entre las huertas. Y luego de ahí, un tiro de arcabuz, irán a dar a la casa de la fundición, y de ahí irán a mano derecha al sur, y pasarán por una población que se llama Betannajal, y pasan Saridria, donde moran los pacenes, la cual será de setecientos vecinos, y tiene dos calles de casas pajizas, una que va para la mezquita, y otra para la casa del rey, que son las principales, y por ellas se va con el rostro al sur. La una de ellas pasa por medio de la población derecha a la mezquita grande y, llegando a un patio grande de la dicha mezquita, se tomará el camino a mano izquierda para el sureste, e irán a dar a la puerta de la cerca donde vive el rey. E yendo por la otra calle junto al río para el sur, también van derecho a la puerta de la cerca donde el rey mora, y caminando desde la casa de la fundición por el camino y orden que atrás queda dicho, quedamos a las espaldas de la aduana. Y de la dicha aduana hacia el norte está un hangar que es casa de su romería. Y luego adelante al norte está Canpundagao, que es una población grande de seiscientos vecinos, donde viven todos los extranjeros. Y luego desde esta Canpundagao [110r] para el norte está otra población que se llama Canpunpegu, que tendrá cien vecinos, donde se aposentan los pegus. Detrás de estas poblaciones de Canpundagao y Canpunpegu está otra población pequeña que se llama Canpunbengala, que tendrá otros cien vecinos. Y toda la demás tierra detrás de estas poblaciones es de huertas de palmares, platanares y árboles grandes, y tienen cercas donde estás sepulturas de los moros. Y por las dichas huertas hay casas y vive gente en ellas, y las dichas huertas son cercadas de vallados y espinas.


Capítulo 18
De la cerca donde está el aposento del rey

      El aposento del rey está situado en una tierra llana adelante de las dichas poblaciones, para la parte del sur y, desde la postrera de las dichas poblaciones, a la puerta de la cerca de la vivienda del rey, será un tiro de arcabuz, y está un patio grande o plaza, en el cual a la mano derecha, yendo para la casa del rey, está una casa grande de muchos pilares, que se llama bungasa tanquei, que es “la casa del estado del rey”, donde se recibe las embajadas. Y desde la dicha casa a la puerta del rey, que es la cerca, será más de un tiro de piedra, la cual casa es de madera y pajiza. No vive en ella persona alguna, y será de setenta palmos de largo y de cuarenta de ancho, y es de soberado, y no tiene artillería ninguna ni hato ninguno, y solamente [110v] sirve de estado, que por debajo es toda abierta. Y desde la dicha casa hacia la casa del rey, también a la mano derecha está un baleo o casa, de cuarenta palmos de largo y veinticinco de ancho, que sirve de auditorio a los oficiales de la justicia, que es a mano derecha, está un árbol en que está atado un elefante y, adelante del dicho árbol, hay una entrada para la puerta de la cerca del rey, donde están cuatro baleos pequeños. Y a la mano izquierda de estos cuatro baleos o jacales, hay otros tres del mismo tamaño que los cuatro donde duerme el capitán mayor e hidalgos del rey, que podrán ser entre ellos y su gente, doscientas personas cada noche. Luego delante de los dichos baleos, está la entrada de la puerta, que será de veinticinco palmos entre los dichos baleos y la puerta. Está en este medio una puente de madera, en el peso del suelo, que pasa el agua por debajo de la cava de la cerca dos palmos de la puente hasta el agua, y en la fosa será de tres o cuatro palmos de alto. El agua está cerca del aposento del rey. Será de media legua en rueda, la cual es toda de vallado, de la tierra que se sacó de la fosa que hicieron alrededor de la dicha cerca, la cual cerca y vallado será de altura de doce palmos de la parte de fuera y, de la de dentro, es de menos altura. Y tendrá quince palmos de grueso, y sobre este [111r] vallado y cerca de tierra, así echada y pisada con pilones, sembraron por ambas bandas y plantaron muchas cañas por su orden, y tan juntas que, en creciendo, hicieron una tela y fortificación, así de rama como de raíces por abajo, que pelotas de arcabuces no pueden pasar por entre ella. Estos cañaverales no son de espinas, mas serán de palmo y medio de grueso, y de poco vacío por de dentro, y con las raíces tienen fortificado el dicho vallado, mas con una buena hoz rosa de la de dos golpes cortarán cada uno de los más gruesos, aunque esto no se podrá hacer tan fácilmente, por causa de estar muy tejidos y juntos. Pero la artillería lo deshará todo.
      La dicha cerca tiene todo alrededor una cava que desde la dicha su puerta, que está al norte y no tiene otra para el poniente hasta el sur, y del sur al sureste será de largo de doscientos palmos, digo de anchura, y de altura de tres o cuatro palmos, de agua como atrás queda dicho, y el atolladero y lama de la dicha fosa podrá ser de dos palmos, y siempre en ella hay agua, y andan muchas ánades y aves de agua. Asimismo plantaron en ella varas delgadas de unos árboles que luego prenden y, en siendo de un dedo de grueso poco más, las cortan y queda una punta en ellas como púas, y de éstas hay muchas. La dicha fosa desde el fuerte al oriente, y de ahí hasta la puerta principal, será de anchura la mitad menos que la otra [111v] y de la misma altura, y tiene las mismas varas y púas. Y del fuerte hasta el oriente y al septentrión, donde está la dicha puerta de la cerca, será la dicha fosa de anchura de cien palmos o menos, y tiene la propia altura de agua y plantas hechas, pues. Y entrando por la dicha puerta de la cerca de la parte de dentro, está hecho un vallado de la misma manera del que está declarado, el cual está hecho a modo de un corredor de catorce pasos de largo y ocho de ancho. El cual corredor no tiene puerta, excepto una que da de la banda del occidente, al revés de la dicha puerta de a cerca. Entrando por la puerta están puestas en el suelo tres piezas de artillería a la parte del occidente, y luego, por aquella parte hacia el norte, están los almacenes de mantenimientos y clavazón, jarcias y brea, y otras cosas para las armadas. Y desde los dichos almacenes para la banda del occidente, está un monte cerrado de árboles silvestres y, a la orilla del dicho monte, para la parte del sur, está la casa o baleo Muaesa, donde se recogen de noche los oficiales y criados de la casa del rey, los cuales todos son sus criados. Serán hasta ciento. Y desde la dicha puerta de la cerca y su puerta falsa, distancia de ciento y cincuenta palmos, está un vallado como el que arriba está declarado, que toma toda la cerca atravesando derecho [112r] del occidente al oriente. Y en medio de este vallado enfrente de la puerta que está declarada, está otra puerta que entra para dentro de la cerca de otra plaza como la dicha, aunque algo mayor, la cual puerta es de la misma manera y tiene su puerta falsa y corredor en el cual de frente de ella, está una bandera y una pieza de artillería que guarda la entrada de la dicha puerta. Y dentro de esta segunda plaza de la parte del occidente, es también monte espeso.
      Y en la delantera del un baleo que se llama Sidasida, donde duermen los capataces del servicio del rey, y debajo del dicho baleo, está toda la artillería gruesa y menuda que el dicho rey tiene. Y pegado con el dicho baleo, está una casa donde están todas las balas y arcabuces. Y detrás del dicho baleo, distancia de treinta palmos, están unas casillas que sirven de pólvora y de algunas municiones para el artillería. Y en la dicha plaza hacia el oriente está solamente una casilla pequeña y sin gente que sirve de guardar algunas cosas del servicio del rey. Y luego, del occidente al oriente, está echado un muro de ladrillo y cal de dos palmos y medio de ancho, que tiene toda la cerca del cual muro para el sur. Será mayor alguna cosa de la tercia parte de la cerca, y al pie de él, a la banda del norte, en la segunda plaza, están algunas cañas apartadas y sin orden [112v] y, en el medio del dicho muro, de frente de las dichas puertas de atrás, está una puerta solamente, de la cual puerta para dentro vive el rey, y tiene sus casas de madera cubiertasde paja para él. A la parte del oriente, y de dentro de ellas, tiene sus repartimientos, donde tiene sus mujeres, cada una de por sí, y una casa grande donde habrá doscientas mujeres labranderas encerradas, que se sirve por una puerta que la dicha casa solamente tiene. Y dentro, en este terreno, patio de una parte, y de la otra, enfrente de las casas del rey, hay casillas donde viven mujeres de servicio. Y desde las dichas casa del rey al lest sureste, dentro de este tercero patio, distancia de setenta palmos de muro, está un postigo pequeño escondido, que sale por entre los cañaverales para fuera, por el cual sacan los cuerpos de las mujeres que mueren dentro. Y adviértese que este postigo es el que se ha de buscar para entrar por él, como adelante se declarará. Dentro de la dicha cerca no vive hombre ninguno, si no es el rey, ni otras mujeres más que las suyas y de su servicio, y todo lo demás es patio que no tiene arboleda, y está cerca del norte para occidente. Y del occidente para el sur, de la parte de fuera, y del sur hasta el sureste, tiene huertas y caminos comunes, y del sureste [113r] para el leste, y desde el leste para el nordeste, no hay caminos, y solamente huertas que enfrentan con la fosa y no pasan por ella sino los moradores de las dichas huertas, por no ser sabida la dicha puerta falsa que tienen la dicha cerca, y por no ser sabida es de menos anchura la dicha cerca por aquella parte.
      Y del nordeste para el norte, donde está la puerta de la cerca, está un vallado de tierra y cañaveral, que viene a dar por la parte del oriente a las huertas, y de la parte del norte con el corredor de la puerta principal, el cual se hizo para que no pasase persona alguna de la otra parte hasta el oriente y fuerte, ni vean la dicha cava y puerta falsa, por haber menos fortaleza y ser por allí más fácil la entrada. Y no tiene la dicha por dentro ni fuera otras cosas de notar más de las declaradas.


Capítulo 19
En que se declara dónde ha de surgir la armada y desembarcar la gente de ella,
y el camino que han de tomar para la población del Achen
y por donde han de entrar en ella y en la fortaleza del rey

      La armada que fuere al Achen ha de llevar mejoría de cuatro mil hombres portugueses sin la gente de mar y servicio, y ha de partir de Goa en tiempo que llegue al Achen hasta quince de marzo. Y si pudiere ser más tempranos será mucho mejor [113v] por cuanto ha de venir a tiempo que pueda alcanzar victoria, antes de la luna de mayo, que es muy peligrosa en aquella costa para la armada y comienza el viento en aquellas partes. Y con la mucho agua no nos podemos aprovechar del artillería y arcabucería. Y dura el invierno hasta fin de septiembre y parte de octubre, porque de mediado octubre por delante es verano, y llueve por de veces hasta mayo los vientos siguientes: leste, lest nordeste , y el viento nordeste norte, y el noroeste y oest noroeste y oest. Todos son perjudiciales en la costa del Achen, y no tiene abrigo, principalmente el noroeste, muy perjudicial.
      Y partida esta armada de Goa con muchas amarras y buenas afondadas en cualquiera de los dichos tiempos, y con embarcaciones pequeñas para desembarcar la gente, siendo caso que decaigan para la banda de Daya, vendrán de ahí si pudieren a demandar las islas de Gómez Pola y, en pasándolas, gobernarán al sur sureste quedando siempre las dichas islas y otras siempre a la mano derecha. Y como vieren otras islas adelante, gobernarán al sur quedando las dichas islas apartadas a mano derecha poca más de media legua. Irán a demandar la costa tomando algún tanto del sur sudoeste hasta que hallen fondo de seis brazas hasta diez, y corriendo la costa con la proa en tierra y el plomo en la mano, hasta dar en cinco brazas, quedándole la tierra a la mano izquierda, irán así gobernando hasta de frente del Achen [114r] y, tanto que llegaren enfrente de la dicha barra del Achen, verán el baluarte. Y en viéndole, pasarán delante de él hacia el poniente, distancia de dos leguas, donde verán la punta del Achen y de la dicha isla de Puloancasa. Y surgirán en cinco brazas, y de ahí para arriba y abajo conforme a las naos. Y este surgidero queda de la dicha isla de Puloancasa hacia la barra y el propio surgidero. Y mejor es de frente del riacho y playa de Coalasaban para la banda de Indergit. Y si al tiempo que pasaren las islas de Gómez Pola como atrás queda declarado, las corrientes llevaren la armada hacia el oriente que se veía por las alturas dichas corriendo la costa, tanto que vieren una sierra alta que se llama Loboc, que estará ocho leguas de la población y lo mismo de la barra, pasarán la dicha sierra gobernando por la misma altura, guardándose de una punta que echa a la mar, que se llama Ujonladen, y está en la punta de la sierra al poniente, que hace una restinga. Y luego adelante poco menos una legua está otra punta que se llama Lojor, que es la punta donde se acaba la playa de la barra del Achen, que es de la dicha barra el oriente.
      Y en pasando la dicha punta gobernarán como atrás queda dicho haz de frente del riacho de Coalasaban, donde han de surgir. Pero débese tener grande aviso, porque de esta punta de Lojor última hasta enfrente de la barra es el fondo diferente, y tiene altos y bajos, pero los bajos nunca serán de menos altura que de cuatro brazas, y hay piedras por entre ellos. Y desde la dicha barra [114v] para el occidente, hasta la isla de Puloancasa hay biuen surgidero. Y siendo caso que pasando la armada desgarrada como arriba queda dicho de la parte de Daya, y no pudiere gobernar a las dichas islas de Gómez Pola, entonces se llegará la dicha armada de la banda de Daya, para tierra de la punta del Achen, mandando primero sondar los boquerones, y sus entradas y salidas. Y por ellos puede entrar por el boquerón que está a la mar las naos grandes, y por el que está entre la punta del Achen y la isla pequeña de Pulochichen, las embarcaciones pequeñas de la manera que queda dicho en el capítulo 3. Y pasados los dichos boquerones irán a surgir de frente del dicho riacho de Coalasaban.
      Y surta la dicha armada, los navío de remo que pareciere, irán dando salva al baluarte de la barra, y pasando adelante a la parte del levante por la costa, distancia de casi dos leguas de la dicha barra, donde está el desembarcadero que es notorio a los acheneses, de que ellos se temen mucho, por tener buen camino y cierto. Y por aquella parte lo tienen fortalecido como abajo se declarará en el capítulo 21. Y llegadas las dichas fustas enfrente de este desembarcadero, harán todas señal que quieren desembarcar, para que a esta parte acuda la gente. Y en este lugar dormirán las fustas, porque sea más notorio a los acheneses el haberse de desembarcar allí. Y las dichas fustas no llevarán gente alguna de la que se hubiere de desembarcar para ir sobre la población [115r] y, en frente de la barra donde llegue el artillería, del baluarte surgirán también algunas naos con la menos gente que pudieren, porque no salga fuera armada ninguna del Achen. Y será mucho mejor que, siendo la gente desembarcada, que toda la dicha armada venga a surgir de frente de la dicha barra, quedando algunos navíos gruesos en el primer surgidero para los recaudos y cosas necesarias.
      Y al cuarto del alba comenzarán la gente a desembarcarse de manera que bien de mañana en esclareciendo lleguen a tierra, y no habiendo olas ni mares grandes, se desembarcarán de Coalasaban para Indergit. Y haciendo olas, para la dicha isla de Puloancasa y la tierra. Y desembarcada la gente y artillería necesaria, harán su camino para la aldea de Muaesa. Y de ahí para la puerta de la cerca del rey, como arriba queda declarado en el capítulo 17. Y llegados a la cerca, puesto el real y artillería n orden como que quieren hacer su entrada en la cerca por la puerta principal que está al norte, jugando el artillería con la furia posible y sin peligro de la gente, estando así, repartirán setecientos hombres con alguna artillería de manera que puedan ser vistos y los echarán de la parte del occidente, como que van también a acometer la fosa y entrada por aquella parte. Y harán el dicho acometimiento distancia de la dicha puerta principal antes de llegar al medio de la dicha cerca para el occidente poco más de doscientos y cincuenta palmos porque [115v] la gente que queda atrás queda ya peleando con el primer tablero de la cerca, que está de frente de la puerta primera de la cerca. Y estos setecientos hombres han de pelear con la gente del tablero segundo y jugarán la artillería de manera que apunten hacia el sur para que las balas no vayan a dar en una gente que ha de quedar peleando por la parte del oriente, como abajo se declara.
      Y luego puestas estas dos órdenes de pelea en el mismo tiempo, irán mil buenos soldados y más, y se pasarán de la otra parte de la cerca del oriente, yendo alrededor de un vallado que va de la puerta para oriente y, tanto que llegaren a las huertas, romperán por ellas e irán caminando junto a la fosa de la cerca hasta el sur sudoeste, que es casi al cabo de las huertas. Y luego verán un extremo que está en la cerca que es la segunda puerta de esta cerca, de que en el capítulo 18 se hizo mención, y por aquí se ha de entrar tapado y cegando la fosa con fajina y tierra, llevando el artillería y todos los demás aparejos para hacer camino y cortar los cañaverales de la cerca y todo lo demás necesario, porque forzosamente por este por este camino se ha de entrar, que es por allí la fosa de menor anchura, y el vallado más delgado y menos fuerte y de menos tierra que el de la banda del poniente, por ser la fosa por allí más angosta y haberle sacado más poca tierra.
      Y en las dichas huertas hay rama y fajina para el dicho enchinamiento. Y este camino es mejor por muchas razones, así por no haber fuerte alguno por de dentro de aquel patio [116r] mas que las casas y aposentos del rey y sus mujeres, como también por no dejar el rey entrar hombres en él, sino cuando sintiere que acometen. Y acometiéndose la entrada por la puerta principal de la cerca, tiene dos vallados de cañas al pasar, y el muro de ladrillo, y está la fuerza de la gente en aquellas partes.
      Y habiéndose de acometer la entrada por la banda del occidente, tiene primero la fosa muy ancha y de agua y lama, con lo cual con el nombre de Jesús y voz del bienaventurado Santiago, tomando por intercesora y guía la santísima Virgen mía señora de luz, a quien nos don Juan Ribero Gayo, prometemos, siendo mi señor servido de esta victoria, y dándonos vida, de hacerle una casa.
      Toda la entrada y fuerzas se ha de meter por la dicha puerta pequeña que está de la banda del oriente al lest sureste, como arriba queda declarado. Y la gente que de aquella manera se partiere, ha de tener tal aviso, que quede peleando en todos los dichos tres tableros de la dicha cerca: que el primero es enfrente de la puerta y, la que peleare de la parte del occidente, peleará llegando al oeste, porque así queda acometiendo en el segundo tablero; y la gente que pasare de la parte del oriente, antes que llegue al sureste, donde ha de ser la entrada, peleará porque de las otras dos partes han de hacer acometimientos, con el menor peligro de gente que se pudiere.