Navigation
Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Invierno 2020, volumen 7, n
úmero 2

BIBLIOTECA Y ACTUALIDAD
PDF: Benito Justo Legarda, Jr.


In memoriam


BENITO JUSTO LEGARDA, JR.

Stacks Image 242
Hace veinte años conocí personalmente a Benito Justo Legarda Jr. (6 de agosto de 1926-26 de agosto de 2020). Llegó con su aire aristocrático a presentarse y hablar conmigo al Departamento de Inglés de Ateneo de Manila en la avenida Katipunan, en Quezon City. Utilizo el adjetivo ‘aristocrático’ porque, quizás, en Europa se entiende mejor que el otro adjetivo que podría describir su forma de mirar, sus movimientos, su compostura, y este otro adjetivo sería “senatorial”, un rasgo distintivo de su presencia en las instituciones políticas, que podemos apreciar en ese tipo de figuras masculinas del siglo XX de relevancia por su labor intelectual y política.
….Benito Legarda valoraba tanto su genealogía personal como la de su país, por lo que se consideraba miembro de la misma, portador y transmisor de valores y criterios que sustentaban su presente y su idea de futuro. Sus vivencias, sus experiencias, sus recuerdos, sus estudios representan la huella que la Filipinas valiente y luchadora de hace un siglo quiso dejar a la posteridad. En sus publicaciones de historia, de arquitectura, de economía, nos dejó el mensaje de las raíces que sostienen la supervivencia de la Perla del mar de Oriente enfrentada a la destrucción y la codicia.
….¿Por qué vino aquel mes de agosto Benito Legarda a visitarme en Ateneo? El padre Miguel A. Bernad había publicado su columna en el periódico The Star en la que comentaba la asignatura sobre las novelas de Rizal que yo había comenzado a impartir el curso académico anterior. Tras haber leído esta columna hubo dos personas que solicitaron poder atender y participar en estas clases, dos estudiantes excepcionales, uno de ellos fue Benito Legarda, el otro, a quien recuerdo también con gran cariño, fue un señor de aproximadamente su misma edad, entusiasmados ambos con la posibilidad de poder discutir en clase los detalles literarios del Noli y del Fili y sus conexiones con varias obras de las literaturas europeas. Aquellas clases fueron un privilegio irrepetible, para mí como profesora y para el resto de las estudiantes, puesto que compartíamos los debates con dos personas que habían convertido sus experiencias y aprendizajes en sabiduría, que tenían a bien compartir con nosotras. Al terminar aquel cuatrimestre, Benito y yo mantuvimos la amistad a lo largo de estos veinte años.
….Quiero recordarle como aquel estudiante de setenta años, que venía a escuchar a Ateneo, con su pulcra pajarita, con su lenguaje preciso y acicalado. Quiero recordar a Benito Legarda por su espíritu aventurero, por su deseo de aprender y descubrir algo nuevo, por su sed de conocimiento, por su amabilidad, por su apoyo y su cariño. Le recordaré siempre con afecto y aprecio. Para no olvidarle, seguiremos leyendo sus libros y hablando de su obra a las nuevas generaciones.

Beatriz Álvarez Tardío