Los Revolucionarios Filipinos y el español

Javier Ruescas

Entre 1903 y 1946, periodo de la administración norteamericana de las Islas Filipinas, la lengua española cayó progresivamente en desuso, especialmente a partir de los años 1920, debido a la introducción del inglés como idioma oficial de Filipinas, y como lengua de enseñanza en colegios y universidades, en sustitución del español. El español fue marginado progresivamente a pesar de la oposición de muchos filipinos, especialmente las clases medias que eran generalmente hispanohablantes. A finales del siglo XIX surgió un grupo de intelectuales filipinos llamados los "Ilustrados", que participaron o inspiraron la revolución Filipina en contra del gobierno colonial español. Los más destacados fueron José Rizal, Graciano López Jaena y Marcelo del Pilar. A pesar de su oposición al poder español, los Ilustrados eran culturalmente hispánicos, y favorecieron el español como lengua oficial de la Filipinas independiente.

....Esto es normal, teniendo en cuenta que la mayoría de filipinos tenía un dominio razonable del castellano, siendo para cerca de 1 millón de personas su lengua materna. Para el resto de filipinos hispanohablantes, el español era su segunda o tercera lengua, pero un idioma muy utilizado en la vida pública y en el trabajo; especialmente en el comercio, la prensa, la educación, y por supuesto la política y asuntos oficiales. El español era además la lingua franca del país, es decir, la lengua común de filipinos de distinta procedencia y habla. Esto llegó a su fin tras varios años de administración norteamericana, en los que el español fue eliminado como lengua de enseñanza y de asuntos oficiales del país.

....Resulta natural pensar que los revolucionarios que lucharon contra España en los años 1890 se sintieran traicionados por sus aliados norteamericanos, por varias razones. La principal, es que siguieron ocupando el país tras la derrota de España (1898) negando al pueblo filipino su prometida independencia. Aunque la Primera República Filipina fue proclamada en 1899 con Emilio Aguinaldo como Presidente, esta sólo exisitió un año. Enseguida se desató la guerra Filipino-Norteamericana que acabó en 1903 con las aspiraciones filipinas de independencia.

....Es lógico también pensar que los Ilustrados, reformistas o revolucionarios que criticaron el régimen español por medio de libros o artículos de prensa, también se sintieran traicionados cuando el nuevo régimen norteamericano suprimió el idioma español de la vida pública filipina. Los "Ilustrados" deseaban el fin del régimen español, pero no del centenario idioma español, que ya era algo propio. La sociedad filipina de los siglos XIX y XX era culturalmente hispánica, igual que la sociedad mexicana, colombiana o cubana lo sigue siendo hoy. Los filipinos en su mayoría deseaban mantener sus tradiciones hispanofilipinas y su idioma, el español. De hecho, la efímera República Filipina de 1899 estableció el español como lengua oficial del país. Su constitución, llamada de Malolos, estaba escrita integramente en español, y en un español muy culto.

....Los intelectuales filipinos como José Rizal, hoy héroe nacional y mártir por sus escritos en contra del gobierno colonial, probablemente se habría arrepentido de participar en el movimiento reformista si hubiera visto el destino de su país en el siglo XX. Si Rizal hubiera vivido después de 1896, se habría entristecido al ver como su lucha y la de sus compañeros propagandistas (Marcelo del Pilar, Mariano Ponce y otros) de poco sirvió, por no decir de nada, "na por nada" como se dice en tagalog. No sólo no se consiguió independencia ni libertad, sino que se perdieron muchas vidas y destruyeron muchas pueblos y ciudades en la guerra Filipino-Norteamericana. Encima el país acabó con un nuevo régimen colonial cuyo gobierno se empeñó en diluir la herencia cultural hispánica, especialmente el idioma español, muy arraigado y lengua materna de miles de filipinos.

....La administración norteamericana obligó a un país ya formado, civilizado y moderno, a olvidar su idioma nacional, elemento unificador de tagalos, cebuanos, ilocanos, bicolanos, warays, ilonggos, y bisayas. Porque el español era algo propio, era un idioma hablado en todas las grandes ciudades de las Filipinas del siglo XIX. No era sólo el idioma oficial, sino el idioma de la educación y de la religión; era el idioma del comercio y de la calle. En el siglo XIX la mayoría de filipinos ya hablaba castellano, y no sólo la "aristocracia" o las "clases acomodadas" como afirman algunos libros de historia. El español lo hablaba gente común y de toda procedencia; y existen inumerables documentos que lo prueban. Según algunos estudios, los filipinos con un dominio razonable del español bien pudieran haber alcanzado el 60% de la población.

....El español era un idioma propiamente filipino, "sangre de nuestra sangre, carne de nuestra carne" como dijo el gran político e intelectual filipino Claro Mayo Recto en 1960. Sin embargo, esa raiz cultural y base lingüística fue desmantelada progresivamente. Y con la eliminación del español vino la negación de la propia identidad filipina a través del rechazo inculcado a todo lo español o hispánico mediante libros de historia modificados, que alimentan esa propaganda anti-española de la Leyenda Negra. Así, hoy en día la mayoría de filipinos opina que la época colonial española fue "la más negra de la historia filipina".

....Sin embargo, muchos de estos libros de historia en inglés y tagalog apenas mencionan que España llevó la civilización occidental a Filipinas, e introdujo el arado, la rueda, los sistemas de regadío, o la imprenta. España consiguó la unificación política de unas islas anteriormente independientes y en constantes guerras. España fundó ciudades y pueblos en todos los rincones de Filipinas. Y creó las primeras univeridades (Santo Tomás es considerada la más antigua de Asia), los primeros hospitales, iglesias, puentes,
caminos, puertos. En 1863 el gobierno español estableció el primer sistema de educación pública en Filipinas. El comercio español del Galeón de Manila llevó innumerables productos agrícolas y animales (desde Europa y América) que contribuyeron al rápido crecimiento demográfico.

....En cualquier caso, es imaginable la desilusión de los filipinos de 1899, al ver como después de una larga revolución contra España, se desmantelaba el Gobierno de Emilio Aguinaldo (Primera República), y se establecía un nuevo régimen colonial. Rizal hubiera sufrido al ver como sus artículos, discursos y novelas reivinidcativas de unos años atrás, de poco o nada sirvieron. Muchos libros de historia confunden la lucha revolucionaria contra España y la supuesta lucha contra la cultura hispánica. Rizal, del Pilar, Ponce, o Aguinaldo en absoluto rechazaron la cultura hispanofilipina o el idioma español. Para muchos de ellos era su primera lengua o incluso su lengua materna. Los filipinos del siglo XIX deseaban una Filipinas independiente, pero igual que México, Colombia o Argentina, querían un país culturalmente hispánico y que hablara el idioma español.



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Tomo XIII, no.1,
Primavera 2009

Director: Edmundo Farolán




En este número:

Pedro Alejandro Paterno
Manuel García Castellón

“AMOR DE OBRERO FILIPINO”
De la colección Aurora social, por Pedro Alejandro Paterno.
(Versión abreviada
por Manuel García Castellón)


La historia del mono
El calabacín blanco
(Cuentos filipinos de la Revista Seda)
Introducción: Martín Lo Coco
Traducción: Irene Lo Coco

El escenario de las Islas Filipinas
en las crónicas y cuentos
de Emilia Pardo Bazán
.
María Luisa Perez Bernardo

Los Dominicos y los Chinos:
Los chinos (sangleyes)
como problema espiritual
y social en Filipinas
Juan Hernández Hortigüela

El enjuiciamiento
de Rizal fue justo

Guillermo Gómez Rivera

Los Revolucionarios Filipinos
y el español

Javier Ruescas

Nuevas perspectivas
para la lengua española
en Filipinas
Rafael Rodríguez-Ponga

Un siempreviva
¿Soberbia flamenca?
Dos poemas de G.G. Rivera:

Asociación Cultural
Galeón de Manila
Javier Ruescas

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