Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2021, volumen 8, número 1
BIBLIOTECA: autoras y autores de Guam
PDF: El origen de Desi
EL ORIGEN DE DESI
VICTORIA-LOLA MONTECALVO LEÓN GUERRERO
Directora de la Editorial de la Universidad de Guam
Texto traducido por
Esther Zarzo
Extracto de una novela inédita.
* * *
Cuando la guerra golpeó Filipinas, Desiderio se imaginó a sí mismo como un músico famoso. Él creía que escaparía incluso de la guerra porque ese era su destino. Había visto su futuro, soñando con los ojos abiertos: se había visto con su trompeta de oro y una mujer hermosa, como Clotilde, que lo miraba tocar. Mientras trabajaba en la plantación de copra de su familia, Desiderio hinchaba los labios y tocaba una trompeta imaginaria en el aire.
….Japón atacó Filipinas el mismo día que Guam y Pearl Harbor, pero no fue hasta la Batalla de las Bisayas, en el verano de 1945, que la familia de Desiderio sintió las consecuencias de la guerra. Desiderio aprovechó la confusión para escapar de lo que creía que habría sido su peor destino posible: pasar el resto de su vida en las montañas del sur de Cebú. Había dejado embarazada a la hija de dieciséis años del alguacil y no quería casarse con ella.
….“Te vas a casar con mi hija”, amenazó el alguacil a Desiderio con un arma en la cabeza. “Debes hacer de ella una mujer honrada”.
….Desiderio asintió y se mostró conforme a dicha petición hasta que pudo desaparecer, sin despedirse, sin ver nunca a su hijo.
….“Tengo inquietudes”, dijo Desiderio la última vez que vio a la joven madre de su primera criatura. Desiderio pensó que su familia asumiría que había sido asesinado y entonces no iría a buscarlo. Tantos chicos de su aldea de montaña habían desaparecido y fueron encontrados asesinados a tiros en los campos de arroz o de caña de azúcar. Su madre había dicho que nunca habría querido verlo volver a casa de esa manera. Desiderio, el menor de ocho hermanos, era su nene. Aunque tenía veinte años, ella lo regañaba constantemente y trataba de decirle cómo debía vivir su vida.
….“Soy un hombre adulto”, le gritaba cuando ella se paraba frente a la puerta para evitar que se fuera.
….“No mientras estés bajo mi techo”.
….No tenía sentido intentar controlarlo. Desiderio simplemente daba la vuelta y salía por la puerta trasera, generalmente para ir a tocar música con otros hombres del pueblo. Era sin duda el más talentoso. Un primo de un amigo original de la ciudad de Cebú que había venido de visita al pueblo, una noche al escucharlo tocarle ofreció, en secreto, llevárselo con él, ya que conocía una banda, dijo, que necesitaba un trompetista.
….“También sé tocar el piano”, le dijo Desiderio.
….“Te amarán, pare”, respondió el hombre con una sonrisa.
….Desiderio le hizo jurar que no hablaría de su paradero con nadie, y al día siguiente ya estaba en camino. La banda a la que se unió aprendió a hacer versiones de Bing Crosby, Nat King Cole y Frank Sinatra, ganando seguidores entre los soldados estadounidenses al finalizar la guerra. Desi tocó en la ciudad de Cebú siete meses antes de que se le propusiera unirse a una banda más grande en Manila. Una vez más, no se despidió ni miró hacia atrás. Manila era un lugar de extrema libertad para los marineros estadounidenses, lo que ofreció a Desiderio la posibilidad de hacerse un nombre.
….“¡Una interpretación musical realmente buena, chico!”, le reconoció a modo de cumplido un suboficial jefe que había venido a verlo tocar su trompeta de oro en un pequeño club. Desiderio acababa de terminar su última pieza y estaba cerrando el estuche de su trompeta en el escenario cuando el oficial se acercó y le ofreció un cigarrillo. Agarró el estuche con la mano izquierda y una botella tibia y casi vacía de cerveza San Miguel con la derecha. Acabó el resto de la cerveza, saltó del escenario, colocó la botella vacía sobre una mesa y extendió la palma para aceptar el cigarrillo que el oficial estaba sacando de su paquete.
….“Soy el suboficial jefe Lynch”, dijo el hombre larguirucho mientras encendía el cigarrillo de Desiderio. “Encantado de conocerte”.
….Desiderio asintió y dio una calada.
….“Bueno, sentémonos, ¿de acuerdo?” Lynch acercó una silla a la mesa más cercana para Desiderio y luego se sentó él mismo.
….“¿Cómo te llamas, chico?” preguntó.
….“Desiderio Antonio Dela Cerna”.
….“¿Eh? ¿Qué tipo de nombre es ése?”
….“Mi nombre”, respondió Desiderio con una confianza que sorprendió y emocionó a Lynch a la vez.
….“Entiendo, chico, pero es un nombre muy largo. ¿Cuál es tu apodo?”
….“¿Mi qué?”
….“¿Sabes, el nombre con el que te llaman para abreviar?”
….“¿Para abreviar?”
….“¿Cómo te llama tu mamá, muchacho?”
….“Dodo.”
….“¿DoeDoe?”
….“No, Dod-O.”
….“¡Oh no!, eso no va a funcionar, chico. En el lugar adonde pienso llevarte, dodo significa flatulencia”.
….Lynch rompió a reír, y aunque la palabra flatulencia era un misterio para Desiderio, éste negó con la cabeza y soltó igualmente una carcajada. Lynch sacó un pequeño cuaderno y un lápiz de su bolsillo trasero y le pidió a Desiderio que deletreara su nombre completo.
….“¿Dezi-de-rio? ¿Así es como lo dices? Preguntó Lynch.
….“No señor. Desiderio”.
….“¡De-si, De-si, Desi! Me gusta eso. ¡Deberíamos llamarte Desi, como Desi Arnaz! Mírate. Te pareces a él. Mira todo ese pelo oscuro que tienes “.
….Lynch se frotó la cabeza calva y sonrió a Desiderio. “Solo tenemos que ponerte un esmoquin blanco y hacerte cantar esa canción en español. A partir de ahora amigo, tu nombre es Desi”.
….Lynch le contó a Desi de Guam. Dijo que había miles de filipinos viviendo en una aldea que lleva el nombre del presidente filipino Manuel Roxas.
….“Estarás como en casa, chico”.
….“No me marcho para estar en casa”, pensó Desi. “Quiero ir a California”, dijo en voz alta.
….“Así que quieres ser famoso, ¿eh, chico? Bueno, si trabajas lo suficiente en Guam, al poco tiempo estarás en California. ¿Sabes cantar?”
….“Casi como Nat King Cole”.
….“No chico, quiero que cantes como Desi. ¿Conoces esa canción... Babalú?
….“Sí, pero también sé cantar muy bien en inglés”.
….Puedes tocar esa trompeta tuya para las canciones en inglés. Ya tenemos suficientes chicos tratando de cantar como Nat King Cole. No. Tú no. ¡Vas a ser tú mismo: Desi Arnaz de Guam!”.
….Guam sería el primer paso en la dirección de los sueños de Desi, hacia los Estados Unidos. Lynch le dijo a Desi que necesitaba una visa de trabajo y un certificado de antecedentes penales para llegar a la isla, donde, si tenía paciencia, podría convertirse en residente permanente y eventualmente solicitar la ciudadanía estadounidense. Le ofreció un contrato para tocar con una banda que actuaba en los bailes militares y en los bailes semanales en la Naval Station en el sur de Guam. Desi habría tocado también para los trabajadores filipinos que vivían en Camp Roxas, que en realidad no era una aldea como Lynch había descrito, sino un simple campamento establecido por el gobierno de los Estados Unidos y abarrotado de cabañas, de barracas Quonset.
….Desi fue presentado a un hombre llamado Mr. Papa, quien prepararía su contrato y le conseguiría una visa de trabajo. Mr. Papa, oficialmente Andreas Papakonstantinou, era descendiente de un sacerdote griego ortodoxo y de una joven filipina de Legazpi. Se había mudado a la capital en 1933 para trabajar como barbero en el Hotel Manila. Por un golpe del destino o, tal vez por su carácter, Papa siempre tuvo un aire de seguridad que sobrepasaba a un barbero común, no habría pasado su vida cortando el pelo.
….En 1935 el famoso general Douglas MacArthur recibió un presupuesto de diez millones de dólares para crear un nuevo ejército filipino. Vivía en una suite del Hotel Manila y tenía una cita semanal con Mr. Papa. MacArthur pasaba al menos dos horas en la silla de Papa hablando de estrategias de entrenamiento y teorías de guerra mientras el barbero lavaba suavemente y cortaba meticulosamente su pelo, alisaba el enrojecimiento que dejaba la maquinilla en el cuello pálido del general con una buena loción y masajeaba la tensión acumulada en sus hombros contracturados. Era el tipo de cuidado y atención que MacArthur deseaba de sus tropas y buscaba en sus amistades.
….Papá siguió siendo el barbero de MacArthur durante seis años, hasta que los japoneses atacaron Manila y obligaron al general y a sus tropas a huir hacia el oeste a la pequeña isla de Corregidor. MacArthur y su familia escaparon a Australia en 1942. Prometió que regresaría a Filipinas y lo hizo en 1944. Luego se unió a los soldados filipinos y luchó contra los japoneses hasta el final de la guerra. En agosto de 1945, MacArthur caminaba por las maltrechas calles de Manila en busca de Mr. Papa.
….Papá se había ido a su casa en Legazpi durante la ocupación japonesa. Decía que nunca había perdido la esperanza en el regreso de MacArthur y solía decir que no se había sorprendido cuando su sobrino llamó a su puerta un viernes por la mañana con una noticia del general. Mr. Papa regresó a Manila de inmediato.
….Tras horas de charlas de guerra llenas de arrogancia y sentimientos de arrepentimiento, MacArthur se volvió hacia Mr. Papa y le preguntó: “¿Qué es lo único que quieres en la vida?”
….“Ser millonario”, respondió Mr. Papa.
….El general, vestido con su uniforme color canela, sonrió y le hizo una propuesta a Mr. Papa. De haberle procurado Mr. Papa diez mil trabajadores, MacArthur le ofrecería contratos para un millón de dólares en las islas Marianas, más exactamente en Guam. La infraestructura de la isla había quedado en ruinas por la guerra y se necesitaba todo tipo de trabajadores para reconstruirla: carpinteros, electricistas, contables, fontaneros, músicos, enfermeras, lo que fuera, se jactaba el general.
….Mr. Papa se organizó para esta tarea. Abrió una agencia de contratación y utilizó las relaciones que había construido cuando era barbero de líderes políticos y empresarios para reclutar a miles de trabajadores filipinos, principalmente de la isla de Iloílo. Cuando le presentaron a Desi en 1950, Mr. Papa estaba a punto de convertirse en millonario tal como había deseado.
….Mr. Papa quedó cautivado por el encanto de la música que Desi exudaba sin esfuerzo y se nombró a sí mismo padrino del joven. Mr. Papa vio en los ojos de Desi el mismo impulso que MacArthur había visto en los suyos y quiso fomentar su carrera. Le dio a Desi un anticipo y negoció para él salarios más altos, por lo que Desi podría evitar la pesadilla de Camp Roxas y alquilar una casita en el pueblo de Toto, el pueblo donde Clotilde había pasado toda su vida.
….Una vez en Guam, Desi supo construir buenas relaciones con sus compañeros de la banda y comenzó a alternar con los filipinos en Camp Roxas. Se informó también sobre cómo convertirse en ciudadano estadounidense y se enteró de que la mejor opción no era la propuesta por Lynch, es decir la renovación constante de visas de trabajo hasta convertirse en residente, ya que ese proceso resultaría demasiado largo, tedioso y no conveniente en cuanto al salario. Solo había una opción que funcionaría, precisamente la de la que se había escapado: ¡el matrimonio!