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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Verano 2021, volumen 8, n
úmero 1

RESEÑAS
PDF: Del español al chamorro…



Rafael Rodríguez-Ponga,
Del español al chamorro. Lenguas en contacto en el Pacífico,
prólogo de Gregorio Salvador,
Madrid, Ediciones Gondo, 2009, 316 pp.
[ISBN: 978-84-933774-4-1]

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Creemos necesario revisar una referencia aparecida ya hace algunos años, ciertamente más de los pertinentes para su reseña bibliográfica, pero que el desarrollo, escaso, del estado de la cuestión desde su publicación, recomiendan que el título no pierda la actualidad que aún posee. En efecto, la lengua chamorra de las islas Marianas es materia con escaso predicamento dentro del mundo académico hispanohablante. Resulta una situación sorprendente, dado que es la realidad oceánica más estrechamente enraizada en la historia cultural hispánica, ofreciendo una enorme riqueza de fenómenos lingüísticos para disfrute de investigadores noveles.
….Cientos de nuevos hispanistas se gradúan anualmente en todo el mundo dentro del campo filológico. A pesar de la buena salud de la Filología Hispánica a lo ancho y largo del planeta, probablemente no se está atendiendo con la debida insistencia la naturaleza lingüística del chamorro, su complejidad diacrónica y la producción literaria de Micronesia. Rafael Rodríguez-Ponga se sumergió desde los años ochenta del siglo pasado en todo este patrimonio para ofrecer, sin duda, una obra liminar: Del español al chamorro. Lenguas en contacto en el Pacífico.
….Cualquier filólogo descubre en este volumen un modelo de trabajo, ejemplo de oficio, la capacidad de adentrarse en los inciertos terrenos de un tema prácticamente virgen dentro del prolijo Hispanismo, para crear todo un nuevo campo de estudios, llamémosle Chamorrismo. En efecto, la obra que reúne Rodríguez-Ponga es el fruto de muchos viajes a las islas Marianas y la consulta de una ingente bibliográfica, diríamos, sin miedo a equivocarnos, prácticamente exhaustiva de todo lo concerniente a la lengua chamorra. Así, la bibliografía aparecida en el libro (pp. 261-295) representa ya por sí sola una excepcional herramienta de trabajo.
….El cuerpo del volumen está compuesto por textos, lecturas y conferencias pronunciadas por Rodríguez-Ponga durante varias décadas y en varios lugares del mundo, ampliadas y ordenadas en dos partes: «Lenguas y culturas en las islas del Pacífico», y «La lengua chamorra en las islas Marianas». No obstante el origen diverso de los materiales, la obra posee indiscutible coherencia, lo cual responde sin duda a un plan bien meditado y organizado a lo largo de la carrera profesional del autor, cuya razón máxima es la eficacia. En efecto, muchas veces la producción humanística se recrea en interludios y paráfrasis enfadosos e innecesarios, una evasiva redacción que esconde, en el fondo, carencias científicas. En este caso el autor hace gala de una exquisita capacidad comunicativa, centrada exclusivamente en los hechos, refrendados por los datos. Así se suceden —en una muy depurada metodología estructuralista, pero con inapelable rigor— las partes del todo: Los primeros préstamos del español; La influencia mexicana; Preposiciones; Numerales; Verbos ser y estar; Parentesco; Neologismos; y Antropónimos. Empleando ejemplos del Evangelio de San Lucas en traducción chamorra, y otras fuentes primarias, Rodríguez-Ponga expone las características lingüísticas de una lengua que, a todo hispanohablante, le resulta muy familiar.
….Lo mismo le sucede a cualquier hablante de lenguas filipinas. La enorme cantidad de elementos compartidos, en tagalo y chamorro, hacen de la lengua nativa de las islas Marianas un verdadero mosaico. Ante los resultados del escrutinio lingüístico y las muestras de lengua analizadas, el autor se interroga entonces sobre la naturaleza de la lengua chamorra, y las influencias provenientes de Filipinas, de Nueva España y de España. Tal es el alto grado de elementos hispánicos insertos ya en el día a día del chamorrohablante, no sólo léxicos sino también funcionales, morfosintácticos, que parece evidente que no estamos ante un simple fenómeno de préstamos entre lenguas.
….Rodríguez-Ponga se interroga pues sobre la posibilidad de que el chamorro sea una de las pocas lenguas clasificadas como “mixtas”, especímenes específicos de hablas surgidas en contextos donde los dos códigos poseen similar estatus entre sus hablantes. Como quiera que la comunidad científica no acaba completamente de asumir que tal posibilidad pueda ciertamente darse y, en cualquier caso, el fenómeno parece difícilmente separable del proceso de criollización, lo más normal es llamar a tal resultado “lengua criolla”. En otras palabras, se podría llegar a pensar que el chamorro es una lengua criolla. La afirmación no es compartida por la historiografía especializada en la lengua de las islas Marianas, que considera al chamorro como una lengua austronesia con fuerte influencia hispánica. De forma similar, se puede decir lo mismo de las diferentes lenguas filipinas, no dejan de ser lenguas austronesias con gran influencia léxica (y algunos elementos estructurales) procedente del español.
….Lo que parece razonable, en cualquier caso, es que un fenómeno de criollización, en mayor o menor grado, sí debió de producirse para que campos semánticos esenciales (como el del parentesco y los numerales) e importantes elementos morfosintácticos (como la introducción de los verbos copulativos o las preposiciones) se naturalizasen en la lengua chamorra, alterando de forma categórica su estructura austronesia. Esto es lo que señala Rodríguez-Ponga: en algún momento de la historia, posiblemente tras la caída demográfica de las islas Marianas en el siglo XVIII y le repoblación con filipinos, americanos y europeos, se produjo un incipiente fenómeno de criollización. Posiblemente la permanencia de la norma culta del español, esto es, la variante mariana del castellano (hoy desaparecida y rastreable sólo de manera vestigial) permitió, quizá, que el chamorro siguiera poseyendo su esqueleto austronesio. Es materia que habría que comparar con el chabacano, y sobre la que habría y hay que seguir indagando.
….Por todo ello, la obra de Rodríguez-Ponga sigue siendo de imperiosa actualidad, cuando los estudios sobre criollos y pidgins están aclarando muchas parcelas en la evolución de las lenguas, y cuando sigue siendo necesario que, desde el mundo hispanohablante, se atiendan los estudios chamorros y la realidad cultural de las islas Marianas.

Isaac Donoso