Homenaje al Prof. Leandro Tormo Sanz

Perla Primicias – Andrea Gallo

El 5 de octubre de este año 2007 se ha celebrado en el Salón de Actos del Museo Nacional de Antropología de Madrid un homenaje en honor al Prof. Dr. Don Leandro Tormo Sanz, organizado por “Los Antiguos Alumnos y Becarios Filipinos en España”. En el acto, presentado por Perla Primicias, maestra de ceremonias, intervinieron Da. Pilar Romero de Tejada, directora de dicho museo, los profesores Antonio Caulín, Fernando Palanco, Eugenio Francisco Díaz, la Dra. Mª Concepción Martínez Murillo y D. Miguel de la Quadra-Salcedo.

.....Un segundo homenaje tuvo lugar el 7 de noviembre en el Colegio Mayor “Nuestra Señora de África”. Esta vez fue organizado por la Asociación Española de Estudios del Pacífico (AEEP). El acto se abrió con las palabras de bienvenida del Director de dicho Colegio D. José Ramón Guerrero Fernández así como del Presidente de la AEEP, D. Rafael Rodríguez Ponga y bajo la coordinación del Prof. Fernando Palanco. En esta mesa redonda presentaron sus intervenciones de valoración y descripción de la obra del Prof. Tormo, Don Leoncio Cabrero, Don Emiliano Moreno, Dª. Carmen Molina, Dª. Mª Concepción Martínez Murillo (ausente por motivos familiares), los Padres Juan Robles y Cayetano Sánchez, OFM y el Prof. Antonio Caulín, ausente también y cuya intervención fue leída por el coordinador, el Prof. Palanco. Al finalizar, tuvo lugar la entrega de una placa por el presidente de la AEEP al Prof. Tormo como Miembro Honorario, recibida por su esposa, Dª. Catalina Villanueva Bilar y por Catalina Teresa, su hija, en reconocimiento “por su obra y generosidad.”

.....Estos dos homenajes testimonian, por un lado, de la importancia de la aportación cultural que el Prof. Tormo, eminente estudioso de historia iberoamericana, ha dado con sus investigaciones a la comunidad científica y, por otro, de la gratitud y cariño que siguen guardándole decenas de estudiantes, becarios y colegas por sus grandes dotes humanas, de dedicación al trabajo y de respeto a la persona.

.....Al mismo tiempo atestiguan su estrecha vinculación con Filipinas, en efecto, Leandro Tormo Sanz es miembro honorario de la Academia Filipina de la Lengua Española, correspondiente de la Real Academia Española. Este alto reconocimiento le fue otorgado el 25 de marzo de 1983 “por sus relevantes méritos en favor de la Lengua y Cultura Hispánica”.

.....Leandro Tormo Sanz nació el 22 de enero de 1922 en Miranda de Ebro (Burgos) de padres valencianos. En Valencia realizó la carrera de Magisterio; como historiador se formó en la escuela de Don Manuel Ballesteros Gaibrois, un maestro y un ejemplo para una entera generación de investigadores e historiadores. Leandro Tormo Sanz empezó desempeñando la secretaría del grupo arqueológico que inició el desescombro y la reconstrucción del Castillo de Montesa bajo la dirección del Prof. Ballesteros.

.....Su interés humanitario hizo también que obtuviera el título de Practicante Autorizado para la Asistencia de Partos Normales por la Universidad de Valencia (1947) y trabajó en la División de Malariología del Estado Falcón en Venezuela, combatiendo el paludismo, publicó el Petroglifo Caquetio de Tarstara.

.....Más tarde volvió a dedicarse completamente a su pasión por las letras y en 1953 obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras, Sección de Historia de América, por la Universidad de Madrid. En la misma universidad se doctoró en Historia de América en 1957 con la nota de “Sobresaliente y Premio extraordinario” y, por su tesis doctoral sobre los Mojos y Ciquitos de Bolivia, un impresionante trabajo de varios volúmenes, que todavía está inédito, obtuvo, en aquel entonces el muy prestigioso primer premio “Francisco Franco”.

.....A partir de ese momento son incontables los encargos de docencia, investigación y dirección que desempeñó. Entre muchos, mencionamos los de: profesor de Historia de la Iglesia e Instituciones Canónicas Indianas en la Universidad de Madrid; profesor del Curso de Doctorado de Historia de las Misiones en América; jefe de la Sección Asociación Hispanoamericana de Historia en el Instituto de Cultura Hispánica y profesor de Metodología en los Cursos Hispanofilipinos para Profesores de Español del mismo instituto; jefe del Equipo Histórico del Centro de Investigaciones Sociorreligiosas de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana; director del Seminario del Indigenismo de la Universidad de Madrid; catedrático en la Universidad de Carleton (Ottawa); investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid.

.....Al jubilarse, continuó la docencia en la Facultad de Teología del Norte de España en Burgos así como en la Universidad de Valencia.

.....Sus aportaciones más originales al conocimiento de Iberoamérica son sin duda alguna, los mencionados estudios sobre Mojos y Ciquitos de Bolivia, los trabajos sobre las misiones y reducciones en Paraguay, la influencia del teatro de Calderón en América y el descubrimiento y la valoración de Ramón Pané y su obra misionera en Puerto Rico. Relevante es también su aportación al conocimiento de la historia filipina.

.....Durante el III Curso Hispanofilipino del Instituto de Cultura Hispánica, Leandro Tormo conoció a Catalina Glicerio Villanueva Bilar, filipina de Cebú, profesora de español en la Universidad de San Carlos de dicha ciudad. Se casaron el 22 de agosto de 1966, en la Parroquia de Sta. Rita de Madrid. En España Catalina Villanueva estuvo de profesora de inglés en la Universidad Complutense de Madrid y en el Instituto “Isabel la Católica”, es catedrática y agregada de inglés. Ella también hizo investigaciones sobre la lengua y la cultura de Filipinas. Su contribución de mayor relevancia es el estudio Orígenes históricos del Santo Niño de Cebú.

.....Publicamos una breve entrevista que nos concedió en ocasión de este segundo acto de homenaje.

— El Prof. Tormo se ha ocupado sobre todo de América, pero en sus trabajos no olvidó a Filipinas. ¿Fue éste un interés accidental o intencionado?

.....Leandro es más bien indigenista y americanista. Se ha ocupado de forma especial de la historia de la Iglesia y de todo lo que fue la experiencia misionera y la evangelización en Iberoamérica. Sin embargo no hay tierra donde pisaron los españoles que no haya atraído el interés de Leandro; un trabajo suyo por ejemplo está dedicado a Florida y a la experiencia misionera en esa tierra; recuerdo otra investigación suya de un misionero español en Groenlandia durante la época de los Descubrimientos. Por esta razón se ha ocupado también de Filipinas.

— ¿Cuál es su aportación más importante al conocimiento de la historia de Filipinas?

.....Sobre Filipinas ha publicado unos cuantos estudios como La Huelga del arsenal de Cavite en 1872 o Lucban: a town the franciscans built. Son monografías de cierto interés, que revelan su gran conocimiento de la historia de mi país y de la historia de los franciscanos en Filipinas. Pero sin duda el trabajo más relevante es 1872: Documents compiled and annotated, se trata de unos documentos que se desconocían y que él mismo encontró en la colección Bauer en la Real Academia de la Historia de Madrid y los publicó en 1973. Es un descubrimiento relevante que ha permitido conocer el trasfondo, los antecedentes, en fin, el ambiente histórico de los acontecimientos de aquella época.

— Desde su punto de vista de investigador riguroso y respetuoso del documento ¿Cómo ha visto e interpretado la relación España-Filipinas, relación que no siempre ha sido serena?

.....Leandro nunca ha entrado, digamos así, en el conflicto y siempre ha hablado bien de Filipinas y de los filipinos. Por supuesto la colonización, como toda experiencia humana trae consigo luces y sombras, pero de la historia hay que sacar provecho y no sólo rematar lo negativo que siempre hubo, sino también valorar lo positivo. Creo que ésta ha sido la postura de Leandro. Tarea del historiador serio es sacar a la luz el documento en su integridad o lo que sea posible y tratar de leerlo a la luz del contexto de la época, luego los documentos están ahí, y también es verdad que cada uno puede sacar sus conclusiones pero respetando siempre la autenticidad del documento. Con respecto a lo que fue la colonización de las islas Filipinas, por lo que siempre hemos hablado en casa, Tormo siempre estuvo convencido de que la expedición de Magallanes tenía, sin duda alguna, como fin la búsqueda de nuevas rutas comerciales, pero al mismo tiempo “estaba buscando almas”, o sea tenía como fin también evangelizar porque siempre toda expedición incluía a unos religiosos que por supuesto llevaban sus ornamentos de culto para decir misa.

— En estos dos homenajes además de su experiencia científica, se han valorado mucho sus dotes humanas, su disponibilidad, su generosidad ¿puedes contarnos alguna anécdota?

.....Yo diría que Leandro es una persona sencilla, sincera, trabajadora, austera pero muy generosa; ha compartido siempre su tiempo y su casa con muchos filipinos y otras personas de diferentes nacionalidades. Como esposa, yo no conozco lo que es una bronca, nunca hemos peleado entre marido y mujer, nunca me ha dicho “no me gusta esta comida”. Estamos muy bien formados como cristianos. Lo recuerdo como una persona muy seria; cuando estaba en el curso del Instituto Hispánico nos veía en la iglesia, estaba detrás de nosotros los alumnos. Cuando se declaró le dije: “Escribe a mi madre”. Él lo hizo enseguida, escribió en diciembre, mandó la carta en enero, justo después de reyes, y quería que nos casáramos en mayo, aún guardo aquella carta tan bonita. Pues, mi madre no le contestó, esperó, y al final le contestó en mayo.
.....Por como le conozco yo es una persona muy buena, generosa, humana, austero consigo mismo pero no con los otros. Esto no debería decirlo yo, pero bueno, pues, cuando yo le daba dinero, él lo daba todo a quien lo necesitara, sin guardar nada para sí. Siempre ha ayudado a todos los que acudían a él, bien estudiante, bien otras personas, sobre todo los enfermos. Pero también es un hombre que sabía bromear, apreciar la compañía, disfrutar de las pequeñas alegrías de la vida, solía participar con los grupos filipinos cantando Dahil sa iyo, Matud Nila, Sa Libis ng Nayon, Pobreng Alindahaw, Maalala Mo Kaya, Ang Tangi kong Pag-ibig, Si Filemon, y más canciones. Ahora que necesita más cuidado, echo de menos las canciones que me cantaba en la cocina. En relación a su familia política nunca ha hablado mal, se llevaba muy bien con su madre política que vivió con nosotros durante muchos años, y ella le quería como a un hijo.

.....Para terminar publicamos unos testimonios

1.
.....“Leandro fue mi profesor, compañero en el Colegio Mayor, y buen amigo. Me ayudó no sólo a mí sino a muchos filipinos. Yo era estudiante en Madrid entre 1965-67 y fui testigo también de su boda. Hubo un gran grupo de filipinos en el Colegio durante esos días, durante los primeros años del Curso para profesores de español. Mi mejor amigo Tony Fernández, que en paz descanse, fue un becario como yo pero no del Instituto de Cultura Hispánica (el nombre del Instituto en esos días). Siempre paseábamos juntos y nos conchábamos con Leandro antes de casarse y también después.
.....Le considero a Leandro el Blumentritt de España, por su gran persona, no sólo como académico sino como una persona con valores humanos que trataba y ayudaba a los estudiantes filipinos en Madrid, y me ayudó incluso cuando estudiaba Filosofía en la Universidad Central de Madrid”. (Dr. Edmundo Farolán Romero, Academia Filipina, Director, Revista Filipina).

2.
.. “Es un honor para mí compartir una inolvidable anécdota que me pasó en Oxford. Éramos 24 becarios de los países comunitarios con ganas de entrar en la Biblioteca Nacional pero ninguno de nosotros podía acceder a ello ya que no éramos investigadores. No obstante nos informaron de la posibilidad de obtener permisos especiales y optamos por esta vía. En mi caso, me preguntaron sobre un autor conocido internacionalmente y se me ocurrió mencionar al Excelentísimo Sr. Dr. Leandro Tormo Sanz, casado con una amiga, la estimada Señora Catalina Villanueva - Tormo. Al comprobar que su trabajo estaba entre los depósitos de la biblioteca, me dieron enseguida el carné sin necesidad de pagar nada. Fui la única en el grupo que pudo entrar. ¡Todos los del grupo estaban muy sorprendidos! Al regresar, hablé con el Prof. Dr. Tormo sobre esta anécdota, agradeciéndole mucho su positiva reacción y su sentido del humor. Toda mi vida recordaré con mucho cariño al Prof. Dr. D. Leandro Tormo Sanz, por su comprensión y su sencillez.
Un millón de gracias”. (Glitz Hugo Pérez)

3.
. “I first met Prof. Leandro Tormo in the 1990s. I needed two letters of recommendation, among other requirements, to be able to enrol in the master’s program of the Instituto Universitario Ortega y Gasset, Fundación Ortega y Gasset. It isn’t easy getting admitted to that school. I happened to mention this to someone and she immediately said the one to ask the recommendation from was Dr. Tormo about whom I’ve heard so much but had yet to meet. And she kindly took me to him. The professor had such a formidable mind it was a pleasure just listening to him. But perhaps more important is (was) his remarkable humanity; if you needed to restore your faith in the human being you’d do well to spend a few sessions with the professor – just chatting with him could do wonders. Before old age exacted its toll he was always there, ready to help out. His altruism was extraordinary. He was quite a busy man; he had his job at the Consejo Superior de Investigación and the academe but he made you feel he’d help however long it takes. All this I’ve gathered from that first meeting; his brilliant mind and generosity showed. Subsequent meetings confirmed the initial impression. He wrote that letter of recommendation for me and having met all the other requirements I was able to enrol in Ortega y Gasset’s M.A. in International Relations”.(Rose Maramba, Spanish Guidepost Editor, September 2007).

4.
..“Yo recuerdo con mucho cariño y agradecimiento el recibimiento muy amable que el Señor Profesor Don Leandro Tormo y su familia me dieron a mí y a mi mamá en la primavera de 1971. Aunque a ellos éramos todavía desconocidos, no sabiendo a dónde ir en la ciudad de Madrid, ellos, al encontrarnos, nos invitaron a su casa, disfrutando de su hospitalidad. Sinceramente puedo decir que el Señor Profesor Don Leandro Tormo es un verdadero investigador, caballero y cristiano”. (Padre Florencio L. Lagura SVD).

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Tomo XI, no.3,
Invierno 2007-08
Director: Edmundo Farolán


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El recuerdo nunca muere
de Emocionario,
versos de la adolescencia (1929)

Francisco Zaragoza

Versos contra
los indignos filipinos

G.Gómez Rivera
Carta abierta a José Rizal
Francisco Zaragoza

Nueva antología de
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filipinoamericanos
con una intro. a P. Rosal y A.Girmay
E. A. Lozada

Como vidrio
Patrick Rosal

Lamento del gallo
Patrick Rosal, Aracelis Girmay


Memorias de
la guerra de Filipinas
en los recuerdos de
María dolores Tapia del Río

Andrea Gallo

Homenaje
al Profesor Leandro Tormo Sanz

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Número Primero
José Rizal y el canon
literario occidental:
El Consejo de los dioses (1880)

Introducción y edición de
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