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Revista Filipina
Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
2024, volumen 11, n
úmeros 1-2

Artículos y Notas


CUBA Y FILIPINAS: SEPARADAS POR LA DISTANCIA,
UNIDAS POR LA HISTORIA

STEFFAN RAÚL BLANCO RODRÍGUEZ
Universidad Autónoma de Madrid

Resumen

Las relaciones filipino-cubanas se pueden remontar al siglo XVI cuando España ocupó ambos archipiélagos e intercambió productos y personas, apareciendo después en los 1880 y 1890 una “alianza intercolonial” entre filipinos ilustrados y cubanos en Madrid y Nueva York. De forma gubernamental estas empezaron en 1945/46 cuando el gobierno de Ramón Grau reconoce al nuevo gobierno de Roxas y se establecen relaciones diplomáticas. A pesar de eso y las conexiones históricas, no es mucho lo que se ha estudiado de la historia diplomática y bilateral de ambas naciones tras dejar de ser territorios de Ultramar del gobierno de España. En este trabajo tratamos de trazar un hilo narrativo que explique los principales hitos de su relación política en el siglo XX, y esbozar el devenir naturalmente fraternal que ambas naciones pueden y deben mantener, e incrementar, en el siglo XXI.

Palabras claves:
Cuba, Filipinas, relaciones bilaterales, diplomacia. Comunismo, Imelda Marcos.


Los anales de la historia son pocos y oscuros en cuanto a las relaciones filipino-cubanas, a pesar de haber existido ciertas conexiones y curiosidades entre la Perla del Oriente y la Perla del Caribe. Hubo un tiempo en que un galeón los unía, en que una provincia en Cuba fue llamaba Nueva Filipina y un pueblo o municipio Filipinas, y en que ambos se comunicaban para liberarse de España. Un presidente del gobierno español nació en Filipinas y vivió en Cuba, la primera constitución filipina fue una copia de la cubana, y el diseño de la bandera filipina fue influenciada por la de Cuba. También hubo un cubano que se declaró almirante de la Armada Filipina, un coronel filipino entrenó cubanos contra Fidel, y tres personalidades famosas visitaron Cuba: Manuel Luis Quezon en los 30, León María Guerrero III como embajador e Imelda Marcos como representante de buena voluntad para reestablecer las relaciones en 1975. Los escritos al respecto son, o bien escasos, o bien difícil de acceder, dado que no están digitalizados o archivados apropiadamente, siendo también sus respectivas embajadas cerradas por motivos económicos, y delegado ese rol a otra. Intentos por contactar al personal de la embajada filipina que estuvo en Cuba y obtener información al respecto fueron infructuosos. La única persona que pude encontrar fue Jason J. Anasarias, el “lone gatekeeper of information pertaining to Philippine-Cuban relations at the department” y el “last man in Havana”, a quien se le encomendó el cierre definitivo de la embajada en La Habana el 31 de octubre de 2012.1 Leyendo su blog, los mensajes de los presidentes filipinos y biografías, quisiera demostrar que se mantuvo cierta comunicación, relaciones y atención a acontecimientos en Cuba.
…..Mi atención por el asunto comenzó cuando escribía mi tesis de master sobre las relaciones hispano-filipinas e hispano-cubanas durante el Franquismo, topándome con varias fuentes donde mencionaban la presencia de cubanos y filipinos en eventos, y comunicación entre revolucionarios de las islas durante las dos últimas décadas del siglo XIX. Escarbando el internet también pude encontrar otros links interesantes, aunque muchos elusivos y difíciles de comprobar. Sin embargo, a pesar de los percances, pude encontrar más información de la que esperaba.
…..Los primeros contactos entre las dos Perlas ocurrieron gracias al Galeón de Manila-Acapulco que estuvo activo desde 1565 hasta 1815, y transportaba tabaco, café, especias, entre otras cosas, así como españoles, filipinos y americanos. Los primeros filipinos en llegar a Cuba fueron traídos como obreros (como tabacaleros a las vegas y cortadores de caña), fundando probablemente un pueblo llamado Filipinas en el oeste de la isla, en lo que se llamaba en aquel tiempo Nuevas Filipinas2. La provincia y el pueblo mantuvieron su nombre hasta el siglo XIX, cuando fueron cambiadas a como se le conoce hoy: Pinar del Rio y Guane, respectivamente. Pero el verdadero origen, no los nombres en sí, de por qué se le llamaron así permanece en misterio. De acuerdo con los historiades Jorge Pérez, Sergio Jaca, y Pedro Hernández, en 1774 Felipe Fondesviela y Ondeano, Marqués de la Torre, estableció la jurisdicción de Nueva Filipina y nombra en su honor3. Lamentablemente, el desplazamiento de nativos americanos hacia Filipinas y viceversa es difícil de rastrear, y los documentos guardan silencio, diciendo poco y a veces casi nada. Me hubiera gustado que hubieran mantenido su nombre original, y así no perderse en las arenas de la historia y del imaginario cubano. Dado el influjo de filipinos, y probablemente otros asiáticos, no dudo que estos hayan luchado contra piratas, los ingleses en La Habana, unido a los mambises contra el gobierno español o a favor de este último. Al menos en el Cerro, municipio de La Habana, queda un parque y una calle llamados Manila, supuestamente porque allí se asentaron varios “chinos manila”.
…..Tres personajes con un vínculo cubano-filipino, y elusivos en la historia, sobresalen durante la colonia para después desaparecer: Marcelo de Azcárraga y Palmero, Vicente Catalán, y Gabriel Badelly Méndez. Marcelo de Azcárraga, presidente de España en tres ocasiones, nació en Manila en 1832, hijo del general José Azcárraga, natural de Vizcaya, y María Palmero, mestiza filipina de Albay. Es enviado y permanece en Cuba desde 1856 a 1866 donde supuestamente se casa con una de las hijas de la adinerada familia Fessner, cuyo páter familia, Edward Fessner, era propietario y fundador del Banco y Casa de Seguros Fessner. De regreso a España, empieza a ascender en el escalafón político, hasta llegar a convertirse en presidente provisional de España del 8 de agosto hasta el 4 de octubre de 1897 cuando muere Antonio Cánovas del Castillo. Azcárraga se convertirá en presidente provisional dos veces más, de 1900 a 1901 y de 1904 a 1905.
…..Vicente Catalán era un criollo cubano al parecer traído por España para formar parte de la marina española, y llegó a convertirse en segundo oficial del barco Filipinas de la Compañía de Tabaco. A mediados de 1898 Catalán, que simpatizaba con los revolucionarios, junto con otros filipinos se amotinaron en el barco y mataron a los marinos españoles, autoproclamándose almirante de la Armada Filipina4. Días más tarde, el 5 de julio, siendo recién nombrado capitán de la Armada Revolucionaria de Filipinas por Aguinaldo, Vicente junto con sus marinos filipinos ayudaron a capturar la bahía de Súbic. De aquí en adelante, más nada se conoce de él y desaparece de los anales. El ultimo y del que más se desconoce es Gabriel Badelly Méndez, del cual solo se sabe que fue un cubano que llegó a ser teniente en el ejército filipino.
…..El nuevo contacto resurgirá, no en La Habana ni en Manila, sino en Madrid y Nueva York en los años 1880 y 1890. Los revolucionarios filipinos y cubanos se escribían cartas y se mantenían al tanto de lo que ocurría en sus territorios, visto en revistas y periódicos donde expresaban un apoyo mutuo a sus respectivos movimientos independentistas. No solo eso, sino que hasta prometieron ayudarse con armas y personas. Estos se reunían en Madrid y Nueva York en los ateneos, logias masónicas como la Revolución y otros lugares clandestinamente. También ayudaron a crear una logia cuando en abril de 1886 dos de ellos junto a tres cubanos, un puertorriqueño y dos españoles fundan en Madrid la Solidaridad5. No dudo que José Martí se haya entrevistado o hablado con algún filipino durante su estadía en Madrid, Tampa o Nueva York. De no haber sido detenido en Manila cuando viajaba a Cuba, estoy seguro que José Rizal se hubiera reunido con él. A pesar de eso, José Rizal sí tuvo la oportunidad de conocer cubanos y hablar con ellos en Madrid, estando uno presente (Fernández Labrador) durante un homenaje a Luna en Madrid.
…..Los más conocidos de los que se tiene correspondencia son entre el filipino Mariano Ponce y los cubanos José Alberto Izquierdo y Gonzalo de Quesada, los cuales se conocieron por primera vez en el club Ateneo de Madrid e introducidos por un puertorriqueño6. Sus cartas muestran un interés activo por los asuntos del otro, actualizar sobre la situación en sus respectivos territorios y sus deseos de ayudar a las causas independentistas, emocional y financieramente. Dado sus reuniones en logias y ateneos y constante comunicación, ambos conocían la situación de efervescencia que se gestaba en ambas partes del charco, y sobre los filipinos en Hong Kong y cubanos en Nueva York. El puertorriqueño Ramón Emeterio Betances también ayudó a transmitir tácticas guerrilleras y políticas de guerra cubanas al gobierno revolucionario de Filipinas, así como informes actualizados a los cubanos en EE. UU. sobre los avances del levantamiento en Filipinas7. Algunos cubanos escribieron también en el periódico filipino en Madrid La Solidaridad, siendo uno de ellos Juan José Cañarte. Los cubanos también apoyaban a filipinos publicando artículos en sus periódicos como la Patria.
…..Otro dato interesante es la primera constitución filipina y la cubana. En noviembre de 1897 Emilio Aguinaldo firma la constitución provisional de la República de filipinas en Biac-na-Bató. Lo que muchos no saben es que es una copia casi verbatim de la constitución cubana de Jimaguayu de 1895, con diez artículos extras8. Esto es un claro indicio de la mutua comunicación y contrabando de noticias que llegaban a las Filipinas a través de viajeros venidos del Nuevo Mundo. Aparte de haber sido escrita en español, de los veinticuatro artículos que posee la cubana, veintiuno están presentes en la filipina casi palabra por palabra, así como similares preámbulo y conclusión. Incluso la bandera filipina se inspiró en el triángulo, la estrella y tal vez los colores de la bandera cubana, algo típico de aquel tiempo (la primera bandera cubana fue influenciada por la chilena)9.
…..Un nuevo contacto se producirá en el siglo XX, y la atención por las noticias de Cuba continuará. Mirando los mensajes oficiales y los meses en revisión de los presidentes, uno puede encontrar opiniones personales, interés por la situación en Cuba y encuentros entre estos. En abril de 1937 Manuel Luis Quezon se convierte en el primer jefe de gobierno y, tal vez, el primer representante político filipino en pisar suelo hispanoamericano. Visita México, donde es recibido con honores militares al llegar al aeropuerto, y a voces de “Viva Quezon” cuando visita pueblos junto a Cárdenas, viajes a expensas del gobierno mexicano10. En sus mensajes Quezon narra su epopeya, historias que no sabía tenían en común, y el grato recibimiento que recibió, visita sobre la cual informó de antemano al cónsul cubano, de que venía como turista y no como presidente. En junio viaja a La Habana desde Miami a vapor por solo dos días, invitado por el gobierno cubano de Laredo Bru, donde fue recibido calurosamente en el puerto por el secretario de estado Juan Remos y otros oficiales11. Laredo lo recibió en el Palacio Presidencial y después le hizo una visita en el Hotel Nacional, donde se hospedaba. Al día siguiente se le ofreció una recepción por parte de funcionarios militares y municipales a través del coronel Fulgencio Batista y, aunque Quezon había negado que se trataba de negocios de azúcar y solo era por diversión, asistió a un cóctel en la finca del senador Manuel Casanova, presidente del Instituto Nacional del Azúcar12. A Manuel también le gustaban los habanos cubanos.

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Fig. 1: Fulgencio Batista y Manuel Quezon conversan en La Habana
antes de su partida a Washington D.C, junio 22, 1937.
Fuente:
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Fig. 2: Manuel L. Quezón llega a Miami
de camino a visitar La Habana, Cuba, 24 de junio de 1937.
Fuente:
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…..En fecha de su independencia en julio de 1946 Roxas y Ramon Grau establecen relaciones diplomáticas, acreditando al embajador filipino en EE. UU. Joaquín M. Elizalde como ministro a Cuba13. Posiblemente la primera visita de una delegación filipina se efectuó desde el 21 de noviembre de 1947 hasta el 24 de marzo de 1948, cuando se reunieron en La Habana representando a su país en la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio. La delegación estuvo representada por el secretario ejecutivo Emilio Abello, el senador Tomas Cabili, el agente de compras Mateo Occena, y Urbano Zafra, Abdón Llorente y Leónides Virata del Departamento de Asuntos Exteriores14. El 20 de mayo de 1949 Quirino envía un telegrama al presidente Carlos Prío Socarras en ocasión del aniversario de la independencia cubana, y Prío envía otro, días más tarde, deseando: “ardent wishes for the traditional and unperishable friendship” entre Filipinas y Cuba15, mientras que el 4 de julio de 1955 Batista envía felicitaciones a Ramón Magsaysay, mostrando que se mantenía cierta comunicación diplomática. El 3 de septiembre de 1952 en Washington D.C, el ex secretario de Relaciones Exteriores Carlos Rómulo y el embajador de Cuba en EE. UU. Aurelio Concheso firman un Tratado de Amistad, ratificado por Quirino en junio de 1953. En marzo de ese año otra delegación filipina llega a la Conferencia International del Trabajo en La Habana.
…..Durante el mandato de Carlos García, algunos cubanos visitan el archipiélago para reunirse en la conferencia de Far Eastern Animal Resources del 7 al 16 de abril de 1958, y en el 10º Jamboree Mundial de Niños Exploradores en Mt. Makiling en Los Baños en julio de 1959. En 1956 el historiador y economista filipino Benito Justo Fernández Legarda Jr. visita La Habana como turista, quien piensa que es “very touristic” y decadente16. García por su parte aprueba a Andrés M. Soriano como agente consular honorario sustituto de Cuba en Manila.
…..España bajo Franco será epicentro de varios congresos, iniciativas, eventos y conferencias educacionales y culturales a las cuales asistirán filipinos17 y cubanos18. Estos también atenderán a universidades españolas, posiblemente compartiendo clases. La Escuela Diplomática y la Central aceptaron a varios estudiantes filipinos y cubanos, algunos importantes y patrocinados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Instituto de Cultura Hispánica, de los cuales ciertos retomaron el estudio de las relaciones con Filipinas y Cuba. La mayoría de estos congresos y eventos donde se encontraron ambos fueron en España, aunque también se reunieron en varios países americanos, a veces en Cuba y hasta en Filipinas. Así se convirtió Madrid nuevamente en punto de contacto entre estos antiguos lejanos súbditos. Acá recojo solo alguno de ellos con fecha, teniendo en cuanta que se celebraron más de uno:




..I Congreso Inter-Iberoamericano de Educación, en octubre de 1949.
..I Congreso de Cooperación Intelectual y I Congreso Iberoamericano de Seguridad Social, en octubre de 1950.
..I Congreso de las Academias de Lengua Española, en abril-mayo de 1951 en México.
..I Congreso Hispano-Luso-Americano de Derecho Internacional en octubre de 1951.
..I Bienal Hispanoamericana de Arte (representadas por el jurista Jorge Bocobo y el pintor Antonio García Llamas), en octubre de 1951.
..II Bienal Hispanoamericana de Arte, mayo-septiembre de 1954 en Cuba.
..I Congreso de las Academias de Lengua Española, 1956.
..I Congreso Iberoamericano-Filipino de Archivos, Bibliotecas y Propiedad Intelectual en 1952 atendido por Manuel C. Briones, vicepresidente del Senado filipino.
..Congresos Hispano-Luso-Americano-Filipino de Municipios (1955-2012).
..10th World Jamboree of Boy Scouts en Mt. Makilng, Los Baños, Laguna, en julio de 1959.
..Semanas Filipinas y Cubanas (1950-197?)
..Festivales Folklóricos Hispanoamericanos de Cáceres (1958- 1970).


…..El gobierno y el congreso filipino también se mantenían al tanto de lo que pasaba al otro lado del charco, y prestaban especial atención al mercado del azúcar y tabaco. Los registros del congreso filipino de 1946 hasta los años sesenta siempre mencionan a Cuba en dos asuntos: particularmente las peleas por las cuotas de esos productos y, a partir de 1959, menciones de Fidel relacionadas al comunismo y críticas a Macapagal comparándolo como dictador de igual calaña. Empezando en 1946, se menciona con respecto al derecho internacional y a acusación de cubanos naturalizados filipinos, que habían “cambiado de camisa, haciéndose ciudadanos norteamericanos”19. Los demás hasta 1959 se enfocan exclusivamente en los dos productos económicos. A partir de entonces aparece Cuba de vez en cuando, como en 1962, cuando el senador Lim y otros acusan a Macapagal de que “unknowingly or unwittingly, might be come some kind of a Castro in the near future”20. Por su parte, Roxas desmiente el argumento de que si no tiene cuidado de los EE. UU. podrían terminar como Cuba gobernada desde Wall Street, lo cual no era cierto, porque Cuba no recibía dinero de EE. UU.
…..Los mensajes de Carlos García muestran también una preocupación: el nuevo gobierno cubano (al que Roxas reconoció antes que EE. UU.), y la aparición del comunismo. La caída de Fulgencio Batista y la subida de Fidel al poder no causó el rompimiento de las relaciones con ella, las cuales mantendrá hasta su ida del gobierno. En una conferencia de prensa, García llamó la huida de Batista a Republica Dominicana como el “inevitable end of all dictators” y reconoció, antes de que EE. UU., al nuevo gobierno encabezado por Manuel Urrutia, enviando un telegrama transmitiendo los deseos del pueblo filipino de felicidad y progreso para la nación cubana21. Esta decisión la tomó en una conferencia que sostuvo con el secretario de Relaciones Exteriores, Felixberto Serrano. El 28 de marzo de 1960 recibirá las credenciales del primer embajador cubano Sergio Pérez y Pérez (recibido con honores militares) en una sencilla pero impresionante ceremonia celebrada en Malacañang en presencia de su gabinete, los cuales se comprometieron a realizar esfuerzos para mantener relaciones cordiales22. En la misma, García trazó el crecimiento y desarrollo de ambas naciones y expresó el deseo de que permanezcan unidas, ambas leales a la causa de la libertad y democracia, mientras que el embajador dejó al descubierto en sus declaraciones su determinación de trabajar por un mismo objetivo, teniendo en cuenta que ambos países tenían casi los mismos antecedentes históricos en los aspectos políticos, económicos y culturales.
…..Pero prontamente se verá consternado por las ejecuciones extraoficiales por parte de Fidel deseando que el nuevo régimen los juzgara ante los tribunales normales y no militares, pero aclarando que era solamente su opinión personal y que no quería “to be charged with meddling in the internal affairs of the new Cuban government”23. García tomará la situación entre Cuba y EE. UU. como algo positivo en el ámbito económico, mostrándose optimista, basado en el aumento de la cuota azucarera filipina debido a la situación cubana. Reuniéndose con funcionarios locales y miembros de la Junta del Tabaco, reiteró su voluntad a plantar más tabaco, mejorar su calidad y producir puros en masa para satisfacer la demanda esperada del mercado estadounidense debido a las relaciones adversas con Cuba, afirmando que era “a golden opportunity which occurs only once every half century”24. Aunque notará la incursión del comunismo en Cuba en un discurso ante la Liga Anticomunista de los Pueblos Asiáticos el 3 de mayo de 1961, García no romperá. Un mes antes del discurso, y un año después de haber presentado sus credenciales, Sergio Pérez se marchaba de Manila, yéndose a despedir a Malacañang antes de partir y expresando a García optimismo de que regresaría. Fidel lo había retirado dada la invasión a Bahía de Cochinos. Lamentablemente para Cuba, Jorge Freire González, un oficial de la embajada cubana, desertará e informará sobre supuestas actividades subversivas llevadas a cabo por la misma. García dialogó sobre esto y analizó sus implicaciones con el capitán de armada Heracleo Alano, jefe del G-2 de las Fuerzas Armadas de Filipinas mientras descansaba en su suite25. Anteriormente, este había pedido al secretario de Relaciones Exteriores Felixberto Serrano que determinara la veracidad de las acusaciones, decidiendo no romper aún.
…..Es en esos momentos que aparece nuestra última figura momentáneamente: el coronel filipino Napoleón Valeriano. Nacido en Manila, Valeriano luchará contra los japoneses para después luchar contra el levantamiento de los Huks en Luzón. Cuando en 1961 la CIA entrenaba a cubanos en Guatemala y Luisiana para infiltrarse por la Bahía de Cochinos y el Escambray, EE. UU. necesitaba a un experto con experiencia en ese tipo de actividades. Valeriano también hablaba español e inglés, lo cual lo hizo un buen intermediario entra la CIA y los cubanos. Llamado “el Chino Viejo” por los de la Brigada 2506, fue traído para entrenar a los que iban a infiltrarse26. Ahí acaba su conexión con los cubanos para desaparecer de la historia en común.
…..Provocado por la crisis de los misiles, su cruzada anticomunista y apoyo a EE. UU., será Diosdado Macapagal (1962-66) el que romperá las mismas expulsando a la embajada cubana por actividades subvertidas, y culpando a García por su pronto entusiasmo en haber aceptado y mantenido las relaciones. De Macapagal se obtienen, leyendo los mensajes oficiales, más opiniones sobre Cuba y Fidel que ningún otro. En sus mensajes personales Macapagal se nota interesado por Cuba y su temor por la situación del país, pidiendo tempranamente a su gabinete información sobre la situación global y “particularly the furor over Cuba”27. Macapagal ordenó también una reexaminación de las relaciones y dejó indicios de querer romper las mismas, aunque en comunicación con su personal y la prensa dejó en claro que tal acción no sería fácil. Sin embargo, se sintió alentado de que ningún filipino iba a Cuba y notó que desde hace más de un año el gobierno cubano no enviaba un encargado de negocios a su legación en Manila:




We have diplomatic relations with Cuba, and it is not so easy to break diplomatic ties with any country. We cannot sever diplomatic relations with Fidel Castro’s government. It would mean war28.



…..En marzo del 62 menciona preocupado el avance de la “Mano Roja” sobre la predominantemente católica Cuba, y el 26 de septiembre vaticina que “the clouds of danger are darkening in the skies over Cuba”29. Así como Kennedy y Krushchev, Macapagal se mantenía al tanto de lo que ocurría en el charco caribeño. Al mes siguiente, con la crisis de los misiles en su clímax, Macapagal dedica un discurso entero a Cuba durante el día de las Naciones Unidas, iniciando consternado y con preocupación de que “Today, perhaps more than in the past, the United Nations faces a grave test on the Cuban crisis”30. Afirma que los filipinos habían deseado a los cubanos éxitos en su lucha contra Batista, habiéndose estos embarcados “on a just revolution for the purpose of achieving true sovereignty over their country and its natural resources”, se habían convertido ahora en prisioneros de un régimen comunista. Macapagal usa a Cuba como ejemplo de algo que deberían considerar con cuidado y que su destino es la perfecta ilustración de las consecuencias de aceptar el comunismo.
…..Ordenó a la Cancillería que reexaminara las relaciones entre Filipinas y Cuba, y decide en consecuencia apoyar a EE. UU. por ideales e interés mutuo, pero sobre todo por el azúcar y el tabaco. Aunque al principio preocupado, notó después que no había motivo para alarmarse, pero aun así tomó precauciones de almacenar productos básicos para asegurar un suministro adecuado de alimentos. También había dado instrucciones a la delegación filipina ante la ONU que apoyara una resolución que pedía la retirada de las bases de misiles y otras armas en Cuba. Las relaciones se mantendrán así en silencio por trece años hasta 1975:




A revolution that had started on the glorious promise of achieving true human dignity and a better life for the Cuban people has been betrayed. One more popular struggle has been debauched by its leaders who have delivered the people into the hands of the communist enemy. By this act of betrayal, a whole nation has become the tool for the advancement of communism in a part of the world where it is feared, hated, and abjured. This is a tragedy which countries like the Philippines would do well to consider thoughtfully and carefully. The fate of Cuba affords a perfect illustration of the brutal and anti-human methods which the communist will adopt without compunction in order to destroy the freedom of man and advance their insane dream of world conquest and domination31.



…..Con la llegada de Ferdinand Marcos al poder y su búsqueda de mejorar la imagen de Filipinas y apoyo internacional y económico, éste decide entablar relaciones con países socialistas y del Tercer Mundo. Uno de estos es Cuba. Para tal empresa, Marcos envía a León María Guerrero III a encargarse de los discursos y preparativos y a su esposa Imelda Romuáldez Marcos a América Latina. En julio/agosto de 1975 como parte de su tour internacional, Imelda Marcos visita y se pasea por la isla junto a Fidel, teniendo las intenciones de reestablecer las relaciones que fueron terminadas por Macapagal en 1962 por motivo del comunismo en el país caribeño. Según cuenta Jason Anasarias, exmiembro de la embajada filipina en La Habana del 2008 al 2012, Imelda exigió que Fidel la recogiera en el aeropuerto y la llevara por La Habana, rumor que según él fue confirmado por uno de sus nietos que visitó La Habana en el 2012.32 Fidel fue el propio chofer de Imelda en algunos viajes que hicieron a lugares de interés, visto en fotos donde maneja un jeep con Imelda al lado, e Imee atrás. El 26 de agosto de 1975 firman una declaración conjunta reestableciendo las relaciones; Cuba reabrió su embajada en 1976 mientras que Filipinas en 1984. Pero las relaciones económicas y políticas seguirán siendo de bajo perfil, tal y como las fueron antes.

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Fuente: Imee Marcos Facebook

…..En septiembre de ese año, Cuba fue añadida a la misión en México y León fue notificado que Fidel había aprobado su designación a La Habana. En el libro The Diplomat Scholar, Erwin Fernández relata su corta estadía, así como sus percances. En marzo de 1976 como embajador de México, León María Guerrero III, miembro de la importante familia de los Guerrero, visita Cuba para presentar sus credenciales a Oswaldo Dorticos, expresidente de Cuba y ministro de relaciones exteriores en aquel tiempo (quien se suicidará ese mismo año bajo circunstancias misteriosas). Según cuenta Erwin, León no pudo encontrarse con Fidel, ya que este estaba en África, lo cual lo decepcionó, pues Guerrero lo admiraba33. Su esposa Margaret, sin embargo, tuvo la oportunidad de conocerlo, refiriéndose a ella como “la filipina rubia” en un evento especial de embajadores antes de la presentación. León tuvo la oportunidad de visitar museos y poetas cubanos como Nicolás Guillén, quien lo indujo a publicar una colección de literatura filipina en español. León tuvo la idea también de crear una revista llamada El Galeón de Manila, pero cuando mandó a pedir a Manila los poemas de Manuel Bernabé, Jesús Balmori, y Cecilio Apóstol y se los enseñó a Guillén, estuvieron de acuerdo que al público no les iba a interesar, por lo que la colección y la revista fueron abortadas34. León estuvo presente también en las Conferencias internacionales del Azúcar negociando con cubanos, informando a Marcos que eran duros negociadores.

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Fig. 9: Embajador a Cuba León María Guerrero III
intercambiando palabras con el presidente de Cuba, Oswaldo Dorticos.

…..Los últimos 10 años de Marcos, después de reestablecer relaciones, vieron solo eventos esporádicos de cooperación, visitas y acuerdos. Un lugar de encuentro entre filipinos y cubanos serán en las cumbres del Movimiento de Países No Alineados, comenzando en 1975 cuando presentó un pedido en Lima de entrar como observador. En 1976 atiende por primera vez a una oficial en Colombo y en 1979 se reunirán en La Habana, donde no dudo hayan interactuado con Fidel. Así continua como observador hasta que en 1995 se hace miembro oficial bajo Fidel Ramos. Pocos meses después de reestablecidas las relaciones, Emiliano Lezeano (director general de Cubazucar) visitó a Marcos para intercambiar información y hablar sobre cooperación técnica de cuestiones del azúcar, la construcción de nuevos ingenios el uso de nuevas variedades, prácticas de cultivo y tecnología azucarera en general35. Pero no será hasta 1977 que empezaran las relaciones económicas con la visita de una misión comercial cubana encabezada por Amadeo Blanco director del Ministerio de Comercio Exterior.
…..En septiembre de 1981 una delegación filipina conformada por 12 personas y liderada por el viceprimer ministro José Rorio visita Cuba para reunirse en la 68.ª Unión Interparlamentaria, y Fidel aprovecha la conferencia para hablar con ellos y extender una invitación al presidente Marcos a visitarlo. El 12 de junio de 1982 la embajada cubana encabezada por el embajador José Hernández Arteaga fue recibida en Malacañang con motivo de la independencia, y el 9 de septiembre Idelma y el ministro de Relaciones Exteriores Isidoro Malmerca firman el primer acuerdo tecnológico y científico, al cual Marcos se refirió como “an auspicious start of the transfer of technology between Third World countries”36. El 7 de octubre de 1984 la última embajadora cubana durante Marcos, Ana González Suárez presenta su carta credencial.

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Fig. 10: Ferdinand Marcos dando un discurso
en un evento por la Hispanidad.

…..Las relaciones continuaron, de una forma u otra, después de Marcos, aunque la información aparece al azar y escasamente, siendo de difícil acceso seguir las pistas. En octubre 31 del 2012 la embajada filipina cerró en La Habana mientras que Cuba cerró la suya en junio del siguiente año, aunque el Departamento de Asuntos Exteriores filipino anunció que los efectos en sus servicios serian mínimos. Actualmente, Cuba está acreditada desde su embajada en Malasia, mientras que Filipinas está acreditada desde su embajada en México.
…..En noviembre del 2016 se celebraron 70 años de relaciones diplomáticas entre Cuba y Filipinas, con un acto en Manila presidido por Enrique Manalo, viceministro filipino de Relaciones Exteriores, y la embajadora caribeña Ibete Fernández37. A la actividad asistieron además miembros del cuerpo diplomático, funcionarios de la cancillería, parlamentarios, cubanos residentes, miembros de las asociaciones de amistad y estudiantes graduados en Cuba. En los discursos por Manalo y Fernández, estos destacaron las similitudes que los unen y el deseo mutuo de avanzar en la diversificación de los vínculos, lo típico. También existen la Philippine-Cuba Friendship Society (PCFS) y la Philippines-Cuba Cultural and Friendship Association (PhilCuba), aunque su influencia y acciones son mínimas y de carácter amistoso.]

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Fig. 11: Antigua embajada de Filipinas en La Habana
a lo largo de la Quinta Avenida de Miramar.

…..Gracias a los blogs escrito por Jason Jovencio Anasarias podemos tener una opinión de un personal filipino sobre su estadía en Cuba. En su blog se encuentran alrededor de 18 artículos relatando sus visitas y eventos en la mayor de las Antillas. Ya que Cuba no es frecuentada por muchos filipinos, encuentro su opinión de vital importancia en estos asuntos. Jason cuenta que nadie en el departamento se tomó la molestia de mantener registros o archivos sobre las relaciones, pudiendo haber resultado embarazoso cuando que de repente se necesitaban, razón por la cual decidió escribir. También mencionó que al cumplimiento de los 65 años de relaciones (2011) el primero de julio, nadie en la embajada tenía idea alguna de tal fecha y no se hubieran percatado a no ser porque fueron invitados a la inauguración de un sello conmemorativo para celebrar tal evento, el cual se sintió artificial38. Sin embargo, no pude notar nada llamativo en su blog sobre algo que resaltara en las relaciones filipino-cubanas durante su estadía; no escribió nada sobre momentos de cooperación, relaciones económicas o interacciones con el gobierno y visitas de personalidades.

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Fig. 12: Logos de las asociaciones existentes sobre Filipinas y Cuba.

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Fig. 13: Sello conmemorativo por los 65 años de relaciones filipino-cubanas.

…..Las relaciones filipino-cubanas se pueden remontar al siglo XVI cuando España ocupó ambos archipiélagos e intercambió productos y personas, apareciendo en los 1880 y 1890 lo que Koichi Hagimoto llama una “alianza intercolonial” dada las relaciones entre filipinos ilustrados y cubanos en Madrid y Nueva York. Como tal, estas empezaron en 1945/46 cuando el gobierno de Ramon Grau reconoce al nuevo gobierno de Roxas y se establecen relaciones diplomáticas. A pesar de ese temprano comienzo y las conexiones históricas, envío de telegramas y visitas a Cuba por parte de delegaciones filipinas, estas se demoraron en ser realizadas dada la distancia, falta de comercio, motivación y compromiso, y después principalmente por el nuevo gobierno de Fidel Castro. A pesar de tener sus dudas el presidente García no cortó relaciones, siendo Macapagal el encargado en hacerlo y mantenerlas así hasta que a Marcos le tocó renovarlas para mejorar su imagen internacional y como parte de su nueva política exterior, aunque estas no tomaron mucho vuelo. Crisis económicas y políticas, así como la intransigencia del gobierno cubano en cambiar, impedirán e impiden un incremento de las relaciones. Tampoco, ningún jefe de estado ha intercambiado jamás visita, siendo Imelda en 1975 la visita de más alta categoría.

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1 Jason Jovencio Anasarias. “Philippine-Cuban Relations: Remember the Cubans.” Web log. Notes From a Long Hot Summer (blog), 1 de mayo, 2019.
2 Diario de la Marina, numero centenario 1832-1932. La Habana, 63-64.
3 “Basques in Vueltabajo, Cuba: 157 Nineteenth Century” en The Basques in Cuba. Translated by Aritz Branton. (Reno, NV: Center for Basque Studies, University of Nevada, Reno, 2016), 161
4 Mark R Condeno. “Flagships Of The Philippine Navy Up To The Present Day.” Maritime Review, no. 21–1 (2021), 5.
5 Koichi Hagimoto, Between Empires: Martí, Rizal, and the Intercolonial Alliance (Nueva York: Palgrave Macmillan US, 2013), 131.
6 Ibid., 141.
7 Ibid., 144.
8 Zeus Salazar. Kasaysayan at Kultura Ng Pilipinas (Philippine History and Culture) Soc Sci 16, 2006. 46.
9 El sociólogo filipino Fernando Zialcita me confirmo el dato sobre la bandera en una entrevista que le hice en 2023.
10 “Speech of President Quezon at the San Juan de Letran Alumni Annual Banquet, November 7, 1937”. Messages of the President Manuel L. Quezon 1935-1944. Book 3. Republic of The Philippines, Historical Papers and Documents
11 “Quezon Is In Havana As The Guest Of Cuba”. The New York Times. June 20, 1937.
12 “Quezon Leaves Cuba”. The New York Times. June 21, 1937.
13 Messages of the President Elpidio Quirino 1948-1953. Book 6 | Volume 1, Republic of the Philippines, Official Month in Review.
14 Ibid., Official Month in Review: August 1948.
15 bid., Official Month in Review: May 1949.
16 Jason Anasarias. “A Tale of Two (Sister) Cities: Manila and Havana”. 6 de marzo, 2019.
17 Estos incluyeron personal de la embajada (ministros Juan Arreglado y José Alejandrino), y sus hijos, del gobierno como Belén S. Arguelles, y personajes como Antonio Molina y Manuel Enverga Sarmiento.
18 En 1950 Luis Enrique Aguilar León (periodista, profesor e historiador) se licenció en Relaciones Internacionales, y Alberto Martínez Piedra obtuvo un doctorado en 1957.
19 Congressional Senate Record, First Congress of the Republic, First Session. Vol. I, No. 40. Republic of the Philippine, Manila, Philippines, pg. 621.
20 Congressional Senate Record, Fifth Congress of the Republic, First Session. Vol. I, No. 57. Republic of the Philippine, Manila, Philippines, pg. 1633.
21 Messages of the President Carlos P. Garcia 1957-1961. Book 8 | Volume 1. Official Month in Review, January 2, 1959.
22 Ibid., March 28, 1960.
23 Ibid., January 16, 1959.
24 Ibid., March 8 & April 29, 1961.
25 Ibid., September 30, 1961.
26 “Brigade Founders,” Bay of Pigs Brigade 2506, accessed February 16, 2024.
27 Messages of the President Diosdado Macapagal 1961-1965. Book 9 | Volume 1, Official Week in Review, September 16, 1962.
28 Ibid., September 21, 1962.
29 “Address of President Macapagal at the Anti-Communist Youth Rally” and “Address of President Macapagal on Army Loyalty Day”, Messages of the President Diosdado Macapagal 1961-1965. Book 9 | Volume 3, Historical Papers and Documents.
30 Ibid., “Address of President Macapagal on United Nations’ Day”.
31 Ibid.
32 Jason Anasarias. “Friends and Enemies: The Philippines and Cuba during the Cold War”. August 6, 2018.
33 Erwin Soriano Fernández. The Diplomat-Scholar: A Biography of Leon Ma. Guerrero. (Ciudad de Quezon: Universidad Ateneo de Manila, 2018), 284. Guerrero también admiraba a Franco y a Tito.
34 Ibid., 285.
35 Messages of the President Ferdinand Marcos 1966-1986. Book 10 | Volume 1, Official Months in Review, pg. 245.
36 Ibid., 364.
37 María Candela. “Celebran 70 años de relaciones diplomáticas entre Cuba y Filipinas”. RadioHC. Noviembre 4, 2016.
38 Jason Anasarias. “Remembering 65 years of Philippines-Cuba Diplomatic Relations”. June 26, 2018.

Referencias

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