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EDITORIAL
En los dos últimos números, hemos publicado un artículo sobre Rizal por Brooke Cadwallader que en este número expresa en una entrevista con Andrea Gallo sus recuerdos de Filipinas. He tenido varias conversaciones telefónicas con Brooke que ahora vive en Francia, y hemos hablado de varios temas, en particular, estos recuerdos del viejo Manila y Filipinas cuando en los 1950s, era normal hablar el español. Nos acordamos no sólo de nuestros padres y tíos, sino cualquiera en Manila entendía el español.
En este número, publicamos los artículos de tres miembros del Círculo Hispanofilipino, Juan Hernández Hortigüela, un historiador madrileño que se especializó en la Historia Filipina durante el período español; otro del Dr. Enrique Javier Yarza Rovira que reproducimos de la revista red ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica (No. 52 ); y algunas opiniones críticas de Jose Mario Alas sobre la presidenta Gloria Macapagal de Arroyo y sus intenciones de promover el español en Filipinas.
Hemos descubierto en estas últimas semanas Seda, una revista de estudios asiáticos, basada en Argentina, y con el permiso del director Damián Blas Vives, reproducimos un cuento filipino traducido al español por Darío Seb Durban.
Incluímos también un informe sobre una reciente antología de la literatura española preparada por Pablo Cuevas Subías; y al final, dos cartas enviadas al Círculo Hispanofilipino por el académico Guillermo Gómez Rivera y Juan Hernández Hortigüela sobre las situación de la Academia Filipina y el Instituto Cervantes en Manila que reproducimos aquí.
Esperamos recibir sus comentarios, queridos lectores, sobre estos artículos y cualquier otro aspecto de Revista Filipina que quisieran escribir, para luego poder incluirlos en nuestra sección de Cartas.
EF
